Capítulo Trigésimo Noveno: Secuestro.

2.2K 177 12
                                    

Solo veían oscuridad. Los diez Aurores alumbraban el lugar con un lumus.

O lo hacían los afortunados. Pasarían solo unos minutos para que se den cuenta que algunos ya no tienen su varita.

-¿Qué está pasando? - preguntaba el chico de ojos verdes. Sin duda, el no esperaba que su primera misión fuera precisamente una emboscada. No estaba preparado, no aún.

A pesar de haber matado a Voldemort.

Desmaius! - gritó alguien.

Trato de protegerse, pero perdió la conciencia y fue arrastrado por algo o alguien que no auguraba nada bueno.

&£€¥§

-Draco, tienes que calmarte.

El rubio estaba hecho un ovillo. Nada de lo que le decían podía calmarlo. Sentía sus músculos contraídos por la preocupación y sus dientes apretados por la ansiedad. Le había llegado una carta del Ministerio de Magia, diciendo que Harry - desafortunadamente - había muerto durante la misión que habían tenido.

Hermione había llegado justo para evitar que Draco hiciera alguna tontería. Al parecer lo suyo con Ethan iba de maravilla, pues Draco había podido apreciar un anillo en el dedo de la castaña.

-Draco... Creo que no tienes que tomar conclusiones muy rápido. Tu sabes que él fue a una misión muy peligrosa... Pueden hacer esto porque saben que eres lo más importante para el... Y lo quieren dañar a través de ti...

-Lo sé, Mione, pero ¿si resulta ser real? Lo necesito conmigo... Cuando el bebé nazca... ¿Qué le diré de su padre?

Finalmente rompió en llanto y por primera vez, dejó que lo vieran en ese estado.

Hermione lo comprendía. Si ella perdía a Ethan, no sabría tampoco que hacer.

&£€¥§

-Harry Potter.

Abrió los ojos. No reconocía el lugar. Lo único que sabía era que estaba solo. No veía a ninguno del escuadrón. A ninguno, excepto a Alexander.

-¿A... Alexander? - preguntó desconcertado. El chico estaba frente a él, sólo que sin ataduras. Lo veía con una sonrisa maliciosa.

-¡¿QUÉ MIERDA, ALEXANDER?! - Grito con furia. Por fin estaba entendiendo de que se trataba todo.

-Tranquilo Potter. O complicarás más las cosas - hizo una mueca con la boca- ¿Sabes cuanto ha costado para llegar a éste momento? No tienes una idea... Arriesgando mucho y ganando poco... Pero al fin estás aquí...

-¿Qué mierda dices? - preguntó el Salvador del Mundo Mágico.

-¡Oh, Potter! ¿Realmente no te das una idea?-río con sorna - Que estúpido eres...

Harry lo miró con odio.

-Hay que empezar por el principio ¿no te parece? Muy bien... Te pregunto, Harry Potter, ¿no se te hizo raro que, siendo un auror principiante, te mandaran a una misión así de peligrosa? ¿No se te hizo raro que los demás Aurores tuvieran tan poca información? Para explicarte tengo que presentarte a una joven que se nos ha sido de ayuda en los últimos meses... ¡Joanne!

Al acto vio con asombro, como una chica joven y hermosa, aparecía ante ellos dignamente.

-Es un gusto para mi, señor Potter, conocerlo por fin. Aquí se habla mucho de usted, pero me temo que no de la manera buena.

-Ella, Potter, es la pieza clave de todo. Cuando nos dieron los detalles del plan que tenían para capturar a quien estaba poniendo en peligro el anonimato del Mundo Mágico.

-Espera - murmuró Harry- ¡Tu eres la sospechosa! El Ministerio te estaba investigando... Dos brujas fueron a reportar que sabias mucho de la magia...

-¿Dos brujas, Potter? - la chica, o como sabía ya Harry que se llamaba Joanne, sonrió con aún más sorna que Alexander... Lo cual le recordó que si hubiera ido a Hogwarts, el Sombrero la hubiera mandado a Slytherin...

Y Slytherin le hacía recordar a Draco... Su cabello perfectamente peinado, rubio y esos ojos tan hermosos que poseía.

-¡Pero miren quien se puso nostálgico! Potter, Dean nos había dicho que no dominadas la Occlumancia, pero no creí que fuera por mucho. Joanne, querida, dile por favor que fue de Draco Malfoy.

-Con que era eso... Pues bien, aprovechando el puesto en el Ministerio de Alexander, le enviamos una nota notificándole que desgraciadamente habías muerto en una misión. El probablemente esté considerando la opción del suicidio.

¡No! Draco no es así. El está bien. Jamás haría algo así. Pensaba Harry tratando de convencerse.

-Los odio - murmuró por lo bajo -

Ambos rompieron en risas.

-Bien. Creo que es hora de que te presentamos a alguien, aunque tu la conoces muy bien ¿no, Joanne?

-Dado que no me dejó descansar ningún día, repitiendo tu nombre -dijo mirando a Harry - la conoces muy bien.

Ambos salieron por una puerta de la cual el no se había percatado. Le preocupaba la idea de que tuvieran a alguien que a él le importaba.

Por supuesto no pasó por su cabeza quien podría ser.

-¡¿Ginny?!

$£€¥§

-El señor Malfoy ha sido estabilizado. Tengo entendido que su prometida se encuentra aquí...

-No... Ella ya no es su prometida. Solo tiene a su bebé. - murmuró Hermione.

-Señorita Court, como sabe, es muy arriesgado que una mujer embarazada use aparición y más tomando en cuenta que ella va por el séptimo mes. En cualquier momento el parto se podría adelantar y eso desencadenaría un sin fin de consecuencias. Entiendo que la señora Greengrass esté preocupada pero deberá cuidar al bebé. Confío en que usted la hará recapacitar. - Dijo la medimaga encargada de Draco Malfoy.

-Mione, creo que mejor voy con él. Me será más fácil entrar porque trabajo aquí. Te daré noticias de lo que suceda. - Ethan beso las mejillas de la castaña confortablemente. Granger sabía que su prometido haría lo posible.

No podía dejar de pensar en Draco. Ella sabía que el rubio amaba a Harry pero no creyó que llegaría a esos extremos. Veía a Draco como una persona fuerte... Capaz de afrontar cualquier obstáculo.

A pesar del daño que se había hecho, Hermione no dudaba que esa había sido una prueba de amor fuera de sí.

Después de todo, y aunque Hermione le había dicho que no se confiará de las cartas que al parecer mandaba el Ministerio de Magia, no podía pasar por alto el hecho de que el rubio había intentado matarse.

Sorprendentemente, su varita le había quemado la mano y había volado a las manos de la castaña antes de que el rubio terminara de pronunciar el maldición asesina.

Inesperado [Drarry]Where stories live. Discover now