Capítulo Cuadragésimo Octavo: Scorpius.

1.8K 144 14
                                    

En la entrada de San Mungo, todo era un caos. Varias medimagas corrían, ignorando a Harry Potter y Draco Malfoy. Dos personas que por obviedad, llamaban mucho la atención.

Harry vio a Ethan y corrió hacia el. Había ayudado en el parto de Ginny y se lo agradecía. Si la poción hubiera tenido peores consecuencias, el bebé habría muerto.

-¡Harry! - Le dedicó una sonrisa sincera. - ¿Qué te trae por aquí?

Harry le sonrió de vuelta.

-Necesito saber donde está Astoria Greengrass. Creo que la trajeron de urgencia debido a que entró en parto fuera del hospital.

- Oh claro, veré que los lleven a su sala.

Harry le sonrió y sintió al rubio abrazarlo posesivamente.

-¿Draco? -Correspondió el abrazo - ¿Estás celoso?

Draco volteó la cara y Harry vió un tenue tono rosa en sus mejillas.

-¿Porqué? Sabes que está comprometido con Hermione...

-Lo sé, lo siento - Agachó la cabeza.

Harry levantó la misma con su dedo y besó a Draco. Sin importarle el dónde estaban.

-No tienes que tener celos, dragón -murmuró contra sus labios - Yo soy sólo tuyo -mordió su labio inferior y posteriormente pasó su lengua por el lugar. Draco sintió que las piernas no lo sostenían y decidió esconder su cara en el pecho de Harry.

Harry le sonrió seductoramente y le pellizco el glúteo. Draco lo miro divertido y mordió su labio.

- ¿Señor Potter? La habitación de la señorita Astoria esta en el último pabellón de este piso.

Harry le asintió y vio a Draco seguir a el medimago. El chico de ojos verdes podría jurar que nunca había visto sus ojos con tanta emoción. Emoción que el también sentía.

La señora Greengrass veía con ternura un pequeño bulto en sus brazos. Harry no se atrevió a acercarse demasiado por lo que se quedó a una distancia prudente, esperando que nadie notará su presencia.

Draco se acercó a la señora Greengrass y vio aún más emocionado el bulto en sus piernas. La señora, al notarlo, le dio al pequeño y el rubio lo vio con temor. No sabía como tratar a un bebé, por lo que lo tomó temeroso de lo que pudiera pasar. Miró a Harry y le dedicó una sonrisa nerviosa.

-¿Qué nombre decidieron, Draco?

¿Nombre? Con los recientes acontecimientos no se habían detenido a pensar en eso. Pero el rubio supo que nombre quería para su hijo.

-Scorpius... - murmuró viendo enamorado a la criatura que habría los ojos y lo veía atento.

Harry decidió darles su tiempo y fue en busca de Ethan.

Para su fortuna, el prometido de su mejor amiga estaba en la sala donde estaban los recién nacidos más delicados.

-Ethan...

-¡Oh Harry! ¿Qué pasa?

-Yo... - titubeó- quiero adoptar al hijo de Ginny Weasley. Ella dijo que quería que yo me hiciera cargo del bebé...

- Por supuesto Harry. No supone mucho problema, incluso te quería mandar una lechuza puesto que el bebé ya ha estado en observación lo correspondiente y si nadie se hacía cargo, iba a parar a un orfanato. Incluso puedes llevarte al bebé hoy, sólo tendrás que decirnos donde vivirás para que unos medimagos vayan y vean que la casa es habitable para un bebé... ¿Me acompañas?

Harry asintió pero unos gritos lo sacaron de su ensoñación. Él, junto con el medimago corrieron en busca de la fuente de los mismos. El ojiverde corría porque había escuchado la voz de su novio, al parecer, peleando.

- ¡Yo no me voy a casar con Draco, madre! ¡Entiende que no seremos felices. Tú me dijiste que con un bebé sería suficiente. No entiendo porque a Daphne no le piden que haga esto... Yo le di un hijo pero no me casare con el. Por años los he tenido que soportar. Soportar todo lo que me pedían que hiciera... Pero ya no más madre... ¡Avada Kedavra!

Llegó en el momento en que el pesado cuerpo de la señora Greengrass caía al pulcro piso con un golpe sordo. Harry vio que Draco cubría al bebé para evitar que terminará lastimado.

-Astoria... Sabes que tengo que llevarte a Azkaban...

Harry abría querido no pronunciar esas palabras. Astoria asintió y en ese momento aparecieron cuatro aurores más. Astoria les sonrió.

- Me llevarás tú, Harry. No ellos. ¡Avada Kedavra!

El Salvador del Mundo Mágico ahogo un grito. Ordenó a Draco que se fuera a la madriguera. El rubio lo hizo y le dio una mirada significativa. Harry sabía que el rubio confiara en que hiciera lo correcto.

- Tendrás que darme tu varita, As.

La chica asintió. Harry miró a Ethan y vio que, junto con otros medimagos ya tomaban los cuerpos inertes de los aurores y los llevaban por un largo pabellón lúgubre.

-Harry... Cuida mucho de ellos. Yo ya no estaré más aquí. Y con el hijo de Ginny... Sé que harás lo correcto.

Harry la miro boquiabierto. Esa bruja siempre la sorprendía.

£€¥§

Hola!

Este es el ante-penúltimo capítulo. Habrá unas muertes más e Inesperado llegará a su fin. Muchas gracias por leer este intento de fanfic, aunque los primeros capítulos den cáncer por la mala ortografía ❤️



Inesperado [Drarry]Where stories live. Discover now