Capítulo Cuadragésimo Segundo:Tiempo

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Trazaron un plan. En la misión iban los gemelos Weasley, Billy y Percy. El señor Weasley se había encargado de notificar al departamento de Aurores, en todo caso, a Robards.

Por otro lado, Neville había tenido que pedir permiso como el profesor de Herbologia que ya era. Luna había hecho una pausa como buscadora de Animales Fantásticos y se había unido a la misión.

Por supuesto estaban Draco, Hermione, Blaise y Astoria, aunque Draco no estuviera muy de acuerdo con la última.

La lechuza despegó. Todos iban en escobas de carrera por lo que la lechuza no se vio en la necesidad de volar lento.

Llegaron al famoso callejón Diagon y desaparecieron. Hermione había descubierto que se encontraban en Francia (eso por saber francés, gracias a su prometido el joven Ethan.)

Llegando a Francia se dieron cuenta que celebraban una especie de festival. Todos los muggles llevaban atuendos coloridos.

Draco veía con extrañeza todo. Su mirada reparo en un señor que los vio curioso, debido a su vestimenta. Dio la vuelta hacia un señora y los estaba señalando. Draco, en un movimiento rápido, transformó la ropa de todos en atuendos similares a los que llevaban los muggles. Sus varitas las transformó en banderolas.

-Hay que integrarnos al desfile. - Comentó Fred. - Podremos investigar más a acerca de quien atrapó a Harry y lo encontraremos más rápido.

Todos asistieron. Poco a poco se metían entre la gente, cada quien con su pareja. Draco caminaba junto a Balise.

¡Avada Kedavra!

Blaise tomó el brazo de Draco. No notó la mueca de dolor que el rubio había hecho. Corrieron como la demás gente del festival.

¡Desmaius!

El impacto había sido muy grande. El moreno y el rubio yacían inconscientes en el suelo, siendo pisados por algunas personas.

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-¡Potter! -Joanne había llegado. Era hora de su castigo. El moreno se estremeció. Había aguantado todo lo que había podido pero al parecer no había sido suficiente. Tenía mucha tristeza: sabía que si se mataba, no volvería ver a su rubio amor.

-Joanne, ¿Porque me hacen esto? - murmuró cansado y con un hilo de voz.

-Realmente no lo sabes ¿verdad? Verás, mi padrino esta sumamente dañado por la infidelidad de Ginny y sabe que probablemente tu seas el causante.

-¡Pero ella se fue con él! - Gritó el ojiverde en un arranque de desesperación. - En todo caso, el afectado sería yo.

-No, Potter. Mi padrino realmente la pasó mal. Cuando Ginny decidió irse con él, ambos parecían muy felices, pero sólo Dean lo estaba. Ginny lo había usado como excusa para darte celos. Ella siempre le decía que tu no le dabas el suficiente amor y que ella necesitaba a alguien que la valorara... Para Ginny todo era un juego.

-¡Pero si había acabado una guerra! No entiendo en que momento pudo meterse con Dean. Cuando estaba en San Mungo nunca me fue a visitar, fue una enfermera quien me dijo lo que Ginny había hecho.

-Continuando, cuando Ginny decidió hacer pública la noticia...

-¿Fue... Ella? - Potter estaba anonado.

-Claro, ella le dijo a Rita Skeeter. Cuando Skeeter público la noticia, todos comenzaron a molestar a Dean. Le enviaban misivas de muerte, cartas amenazantes... Fue mucho y finalmente escapó del Mundo Mágico... Vivió en la basura, entendió que difícil podría ser ese mundo. Se vio en la necesidad de robar y en uno de esos encuentros, mató. Descubrió su pasión. Pero estaba cansado de trabajar por si mismo y formó una mafia. Actualmente es la más poderosa y eso por la presencia de la magia. Comenzó a crear pociones que ahora se comercializan a todo el mundo.

Al parece, la información que tenía el moreno no era errónea.

-¿Así que Dean piensa que yo soy el culpable? ¡Pero si el es Gryffindor! No puede ser tan cobarde...

-¡Crucio! Gritó una voz de hombre. Harry se retorció de dolor.

-Potter, Potter, Potter. Jamás en tu maldita vida vuelvas a llamarme cobarde. Al contrario tuyo, yo supe como funcionaba éste mundo. Tu siempre tuviste la protección de Dumbledore y aún después de su muerte...

-No podrás mantenernos aquí por siempre... - Harry lo miraba con odio.

-¿Es un reto? - Dean preguntó con cinismo. - ¡Pero si he tenido a Ginevra durante un año!

-Alguien vendrá, te lo aseguro. - El Salvador Del Mundo Mágico escupió.

-¿Y como lo sabes? - Preguntó burlón. - ¿Hablas de la carta con un mensaje oculto?

Una gota de sudor frío le recorrió la nuca. Dean se aproximó y le dio un golpe en el puente de la nariz. Se escucho como la misma tronaba.

-¿Acaso creías que no nos daríamos cuenta? - Joanne se había aproximado.

-¡Christian! - Dean grito. Un fornido hombre se asomó y vio con sorpresa la cara de Potter. No dijo nada y se limitó a mirar a Dean. - Por favor, haz pasar a nuestros huéspedes...

La cara de Dean le indicaba a Harry que no auguraba nada bueno.

-En seguida jefe.

Harry agachó la cara, la sangre no dejaba de salir de su nariz y su uniforme de auror (que todavía tenía) quedaba más sucio.

Alzó la cara. Fred y George fueron los primeros en hacer acto de presencia. No miraron a Harry. Actuaban como autómatas. Harry miró sus ojos y vio que estaban con un aspecto lechoso.

"La maldición Imperius" Pensó el ojiverde.

Los siguientes fueron Billy y Percy, que al igual que los gemelos estaban con la maldición. A los Weasley le siguió Luna, Neville, Blaise, Astoria, Draco y Hermione.

A Harry se le paro el corazón. Su rubio, a diferencia de los demás, estaba golpeado y de su brazo izquierdo caía un hilo de sangre. En su ojo derecho empezaba a formarse un cardenal.

-Me olvide decirte que dentro de este edificio, el tiempo pasa muy diferente. Solo haz estado aquí cinco días, pero en el mundo mágico pasaron dos meses. Todos te dieron por muerto. O era así, hasta que tu carta les llegó la semana pasada. Hicimos un poco de trampa en eso ¿No, Joanne? - Dean miro a su ahijada con complicidad- Nosotros le enviamos a Draco Malfoy una carta, al parecer del Ministerio, donde decía que habías muerto. Son sorprendentes las habilidades de Joanne.

- Sin embargo, tenían que trazar un plan. - continuó Joanne - Mientras, sus hombres hacían el trabajo sucio. Ginny en el mundo mágico paso aproximadamente un año desaparecida, pero aquí paso diez.

-Christian, por favor ordena a Draco Malfoy que mate a Harry Potter...

La sonría de psicópata que tenía Dean era incomparable.

¿Ese era el poder que los celos le habían generado? ¿O era su punto máximo de venganza?

Inesperado [Drarry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora