Capítulo Vigésimo Quinto: La Historía De Dean.

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Siete meses y medio después de la desaparición de Ginny Weasley.

Hoy era el día. Hoy tendía los EXTASIS y sabía que de eso dependería su futuro. No podía evitar sentirse nervioso y nada de lo que hiciera calmaba esa sensación de vértigo en su estómago. Tomó mucha agua y no funcionó. Tomó muchas bocanadas de aire y tampoco. Pero lo que si funcionó fueron unos tiernos besos que Draco le dió...

No podía dejar de pensar en él y en el poco tiempo que todavía gozaban juntos. El vientre de Astoria crecia día a día y pronto fueron necesarios varios hechizos para que fuera invisible. Astoria empezó a sufrir leves cambios como tal mujer embarazada. Pronto el pastel de chocolate se volvió su favorito.

La profesora McGonagall los guió al Gran Comedor y lo primero que vieron los ojos del trío de plata,fue que las cuatro mesas,ahora estaban acomodados de manera individual y conforme iban pasando,se sentaban.

Draco,Harry y Hermione quedaron en los asientos uno tras el otro. Harry podía ver perfectamente los movimientos de su novio y esos perfectos cabellos rubios de su nuca,los cuales amaba con locura.

McGonagall conjuró un Tempus y cerró la puerta.

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La tomó bruscamente del cuello. Demasiado acostumbrada para sentir dolor,no se quejó. Ya no soportaba su olor y el dolor de su zona íntima era increíble. Nunca imagino sentir tanto.

Veía sus manos. Sus huesos se marcaba increíblemente y los nudillos estaban rojos. Sus brazos estaban marcados por tantas hematomas que parecía bañada en pintura muggle. Pero no era pintura.

Joe la tomo fuertemente de la cadera y subió las piernas de la pelirroja. Sin preparación alguna entró en ella. Pero esta vez si le dolió.

Joe entraba y salía de ella sin ninguna contemplación. Ocasionalmente gemia en el oído de la pelirroja y le chupaba el cuello. Ginny se sentía asquerosamente.

-¡Puta!  ¡¿Quieres que pare perra?!  ¡Pideme clemencia,estúpida!

Y diciendo esas palabras se corrió en ella. Ginny sudaba por la pequeña habitación y por el esfuerzo hecho al no desmayarse.

En los siete meses que llevaba atrapada,no había visto a Dean pero sabía que en la habitación existía eso que los muggles llamaban "Calaras de Vigilancia" o algo así. Extrañaba a su familia,tanto que cuando el dolor era tan fuerte buscaba salidas falsas. Y esas venían desde lastimarse las manos con lo que la mantuviera en la silla, hasta enterrarse las uñas (que median mucho) en las palmas de los dedos. Joe se sentó en el escritorio que estaba frente a ella y comió algo llamado "caviar". Por el olor que desprendía dedujo que era pescado. Automáticamente su estómago rugio. Joe sonrió con suficiencia y se chupo los dedos una vez acabo de comer. Ginny lo miró con odio contenido y una vez más se enterró las uñas en las palmas de las manos. Una vez de muchas.

-Pero si es mi pelirroja favorita... -Dean entró bruscamente a la habitación,azotando la puerta. Ginny dio un sobresalto al escuchar tal sonido pero rápidamente se compuso. Odiaba que Dean la viera débil (sonando muy contradictorio debido a las calaras de vigilancia) pero en persona hacia mucha diferencia.

-Jefe ¿sucede algo? -Pregunto Joe.

-Pues,lo normal. Un poco de esto y un poco de aquello. Veo que te diviertes mucho aquí ¿eh Joe?

-Jejeje-Río estúpidamente- No diga nada. Para mí ha sido un placer trabajar para usted...

-Me alegro. -Se dio media vuelta y agachó la cabeza.- ¿Y si te dijera que ya no trabajarás para mí?

-¿Disculpe? -Se aterrorizó- ¿Me va a despedir?

-No... Para nada. Me haz hecho de mucha ayuda y la verdad es que haces un buen trabajo. Me haz hecho ganar millones de dinero y haces un buen trabajo con Ginny y hasta me atrevería a decir que disfrutas de ella. Pero sabes demasiado. Así como tu hiciste un trabajo con Ginny,puedo contratar gente que haga lo mismo que tú y que incluso hasta mejor...

-¡PERO QUE DICE! -Joe estaba histérico- ¡NADIE PODRÁ HACER ÉSTE TRABAJO! -Su voz flanqueaba y parecía a punto de un colapso- ¡Y...Y SI... SI ME DESPIDE LE DIRÉ TODO A LA POLICÍA!

Thomas río alegremente,como si le acabarán de contar un excelente chiste. Sin duda su nivel de locura no tenía límites.

El había escapado de Hogwarts hacía ya algún tiempo (realmente desde que empezó el año) ,no podía estar en el mundo Mágico pues era inevitable que lo buscarían. Entró al mundo Muggle como un muchacho escuálido y algo estúpido,vivía en las calles y buscaba comida en los basureros. No la había tenido fácil. Sin embargo,después de un tiempo comprendió perfectamente como era en realidad ese mundo,sin duda nada de lo que le enseñaron en la asignatura de Estudios Muggles era en realidad algo, pues no servía para nada,Y después de algún tiempo,sucedió.

Había tenido la necesidad de robar y en unas de esas cuantas persecuciones mató con un arma de fuego a uno de sus atacantes. Desde ese momento descubrió lo placentero que era matar a alguien a sangre fría... A esos encuentros le siguieron más y cansado de matar individualmente,formó lo que los muggles llamaban "mafia" Se vió descubriendo que todo así era más fácil. Sus trabajadores desconocían cualquier cosa de la magia existente en el pero después de un tiempo,decidió que el anonimato del Mundo Mágico era lo que menos le importaba. Sólo a la gente que tenía más importancía les dijo y ellos habían jurado no decirle a nadie. Su mafia era muy conocida así que,si te metias con ellos,sin duda aparecería muerto al día siguiente.

¿Qué como subsistia la mafia? Eso nadie lo sabía,pero todos sus empleados tenían alguna idea. Dean Thomas vivía de hacer pociones ilegales,prostituia a algunas mujeres y obviamente mataba con algunos Avada Kedavra. Muchas de sus pociones habían tenido éxito y la mayoría eran vendidas a precios excesivamente altos al mercado negro muggle.

-No dudo que nadie lo haga mejor que tú,pero ahora ya no me eres importante,así como tu existes mucha gente mejor que tú,está dispuesta a meterse en esto. Tienes dos opciones. Una,te vas vivo y no dices nada o dos,te vas,dices algo y para ti no existe el mañana.

Joe no podía salir de su estupefacción. Como si sus pies tuvieran vida,caminaron a la salida.

Dean río,apuntó y disparó.

Y lo último que vio Ginny antes de desmayarse fue el pesado cuerpo del muggle,la sangre del mismo cubriendo sus maltratadas piernas y la fría,maligna y vacía sonrisa en el asqueroso rostro de Dean Thomas.

Inesperado [Drarry]Where stories live. Discover now