Inesperado [Drarry]

Capítulo Trigésimo Nada es lo que parece.

Despertó en un ambiente completamente diferente. Sus ojos pesaban y su cuerpo dolía. El césped fresco acariciaba su piel. Enfocó su vista. Ahora parecía estar en un campo al aire libre,con césped y flores. Daba la impresión de que hubiera pasado un día,aunque probablemente eso era. El sol estaba a punto de salir y reinaba un inquietante silencio.

Apenas logró incorporarse,una sacudida violenta hizo que perdiera el equilibrio y cayera. Vio lo que produjo aquél acontecimiento y lo que vió lo sorprendió.

Una inmensa criaturita se mostraba ante un incrédulo Harry Potter. Nunca la había visto pero estaba seguro que no figuraba en Animales Fantásticos y dónde encontrarlos.

Su cabeza era de Dragón,pero de uno muy raro. Tenía los dientes hacia afuera,algunos más grandes que otros y afilados,y a los extremos dos grandes colmillos parecidos a los de un basilisco. Su cuerpo parecía de león,muy grande y musculoso mientras que las cuatro patas no supo identificar de que criatura eran. Evidentemente no era una quimera pues el moreno tenía agrios recuerdos de su cuarto año en Hogwarts. Y podría jurar que no era ni parecida a la criatura que ahora lo miraba fijamente. Miro en su entorno y descubrió un pequeño papel maltratado,mojado y roto. La letra no era muy clara:

En tus........Buscar
La falla.......
Pues si no...........
La muerte........

No entendía nada. Pero no hacía falta saber mucho. En el momento en que terminó de leer la criatura bajó de la gran roca,por su hocico salió fuego y a Potter sólo le dio tiempo de correr hacia un montículo de tierra. No alcanzaba de comprender aún la información de ese papel,que dicho sea de paso,se quemó en sus manos inmediatamente después de que terminará de leer la pista.

"Vamos,vamos" pensó con problema "esto es como el torneo de los tres magos"

Y evidentemente así era pero no veía que tenía que quitarle a la bestia. Buscó varios minutos hasta que por fin,brillando como la snitch dorada vió un pequeño papel que sin duda era la clave para la siguiente prueba.

Ahora sólo faltaba la escoba pues evidentemente no podía tomar la hoja sin salir lastimado. Dudaba que los Aurores le dejarán morir pero no estaba muy seguro y era mejor prevenir que luego lamentar. Tomó su varita y transformó una gran roca en una vieja Barredora.

Subió en ella y avanzó hacia la hoja. Era como tratar de atrapar la pequeña pelotita como antaño. La criatura al ver sus intenciones bajo nuevamente,escupiendo fuego y quemado levemente el rostro del Salvador del Mundo Mágico.

Con la escoba tomó vuelo nuevamente y con mucho esfuerzo alcanzó a tomar el pequeño papelito. La criatura parecía haber olvidado su empeño en lastimarlo pero no del todo,resoplando empujó con mucha fuerza la escoba,haciendo que Potter cayera de la misma. Tenía miedo al golpe así que cerró los ojos.

Espero sentir el duro piso pero sin embargo no sintió nada. Abrió lentamente los ojos y se vio cayendo por un ancho agujero. Parecía tan irrealista pero no sabía como reaccionar. A lo lejos pudo ver a la criatura que tenía una sonrisa burlona en su cara. Y el seguía cayendo y cayendo. Ese gran agujero no tenía fin o eso pensaba hasta que cayó en un duro piso de madera. Contrario a lo que pensaba,el golpe no le dolió y sólo sintió como si cayera en una suave cama.

Inmediatamente se sintió cansado,no imaginaba cuanto sueño tenía hasta que sus ojos contra su voluntad se cerraban y se dejaba guíar en un mundo que no era completamente suyo.

&£€¥§

Despertó,un intenso dolor se instaló en su cabeza. Dolía y mareaba a la vez. No podía enfocar la vista. Cuando lo hizo,en la pared justo en frente de él veía una gran inscripción,la cual sólo se limitaba a escribir un >>mantente despierto<<