Inesperado [Drarry]

Una nueva oportunidad.

Lo último que el cerebro de El-Niño-Que-Vivio-Y-Vencio pudo procesar fue que tenia unos suaves labios sobre los suyos, moviendose al compas de una extraña melodia, que ninguno escuchaba pero que estaba presente.

En los corazones de ambos algo comenzaba a surgir y el castillo de Hogwarts la escuela de Magia y Hechiceria era testigo de ese nuevo sentimiento.

Para desgracia, sus pulmones requerían oxígeno, ninguno quería separarse. Draco que, al parecer, estaba más "cuerdo'' fue quien lo hizo.

Su respiración era agitada y ninguno de los dos parecía querer hablar, Draco fue el que lo hizo.

-Lo siento mucho Harry, no sé que pasó, lo siento en realidad.

Y sin esperar respuesta, corrió hacía su cama sin importarle su uniforme, cerrando fuertemente las cortinas.

Mientras, Harry estaba anonadado, a el le había gustado en beso y hace poco había admitido que el hurón le gustaba. Entonces, ¿porqué sentía esa opresión en el pecho? ¿Por qué le dolía como si fuera la cicatriz en forma de rayo? No, éste era un dolor diferente, no era punzante como esperaba, en cambio era desgarrador, sentía que absorbía su alma, su corazón.

No supo cuanto tiempo se quedó parado. Cuándo sintió que iba a estallar por las lágrimas retenidas, tomó su capa de invisibilidad y marchó hacia la sala de los Menesteres, dónde estaba seguro de que nadie lo molestaría.

Una vez dentro, ignorando las cosas que la sala le proporcionaba, dejó todas las lágrimas caer hasta que sus ojos quedaron completamente secos.

Tampoco fue consiste de que tenía sueño y así, en el frío suelo de madera, quedó hecho un ovillo esperando el nuevo amanecer.

En la habitación de Slytherin un rubio todavía no procesaba lo que acababa de suceder. Su mente era un mar de pensamientos confusos y cuando quería concentrarse en uno, otro lo apartaba bruscamente.

Cuando pudo relajarse un poco, pensó para sí mismo:

-¿Qué demonios acaba de suceder?

El ojigris no esperaba que una voz, diferente a la suya, le respondería.

- Potter te acaba de besar

-¡Eso ya lo sé!- gritó en la oscuridad, se sintió idiota y se regaño a si mismo por hablar "A la nada".

- ¡Oye! Yo no soy la nada, soy lo que la gente llamaría subconsciente,aunque ese es un nombre horrible. Prefiero Tom.

-Entonces ¿eres real? -Pregunto temeroso.

- ¡Claro! Rara vez los subconscientes aparecemos, pero cuando lo hacemos somos de gran ayuda. Bien, ahora dime: ¿porqué te separarse de Potter? ¿No te estaba gustando su beso?

-¡Claro que si!- sintió su cara caliente,Tom se rió en su mente Pero, no se. Harry es mi amigo, los amigos no hacen eso.

- ¡Ay Draco! Yo sabía que eres inteligente,¿como es que no te haz dado cuenta de lo que sientes hacia él? Te gusta Potter y antes de que lo niegues, recuerda todas las veces en las que lo miras como embobado, en un trance, dime si eso no es para que te dieras cuenta. Además, a Harry no le pareces indiferente, yo a diferencia de ti, veo lo que otros ignoran. Él te mira embobado y cuando Granger habla con el y mira hacia la mesa de Slytherin, suspira como adolescente enamorado. No te digo que le des una oportunidad a él, te la tienes que dar a ti. Ambos sufrieron mucho en la guerra y también antes. Es momento que le des al amor una oportunidad ¿no crees?

Draco se había quedado sin palabras. Todo lo que " Tom" había dicho era cierto, pero por el orgullo Malfoy que lo caracterizaba nunca hiba a admitirlo.'Orgullo Malfoy' recordó con una sonrisa amarga.

Nada de eso ya existía entonces ¿que le impedía una relación con Potter? ¡Nada! ¡Nada en absoluto! Una sonrisa dulce se formó en sus labios recordando en beso que le había dado. Era su primer beso, el primero de muchos...

"Tom" sonreía desde un lugar dentro de su cabeza.

-¿Qué debo hacer?

- Cuando regrese, besalo y discúlpate por haberte apartado antes. Cuando te pida explicaciones, dile todo lo que sientas y besalo de nuevo...

- Gra...Gracias, Tom- murmuró con dificultad.

Asentía en la oscuridad, con una sonrisa en los labios.

Era momento de una nueva oportunidad.

£€¥§.

Harry despertó con un fuerte dolor de cabeza y de cuerpo, productos de haber dormido en el frío suelo. Sorbio la nariz y cuando se puso las gafas, sintió su cara ardiente.

Fue entonces cuando se dio cuenta que tenía fiebre. Claro durmiendo como lo había hecho era obvio que algo le iba a pasar.

Se sentía tan cansado y camino pesadamente hacía la salida, tambaleandose en el recorrido. A duras penas llegó y recordó que tenía que ir a la casa de Slytherin por sus cosas.

Le tomo una eternidad llegar, así como recordar la contraseña. Caminó con paso excesivamente lento y cuando logró entrar encontró a Draco con los nervios a flor de piel.

Inmediatamente Draco empezó a preguntarle muchas cosas, obviamente estaba molesto pero eso cambio cuando vio la cara de Harry.

Parecía perdido, desorientado. No estaba seguro si lo había escuchado.

Se acercó a él y colocó las manos en sus mejillas las cuales retiró rápidamente al sentir cuán caliente estaba.

-Harry, ¿dónde pasaste la noche?

-En la sala de los Menesteres - su voz apenas fue un susurro.

-¿Estaba muy frío? -preguntó preocupado

-Congelado -Tal vez exageró.

-¡Por Merlín! Ardes en fiebre, vamos a la enfermería- Dijo cuando volvió a tocar su cara, pero ya era tarde, Harry estaba desmayado y tenía algunos espasmos.

Draco no sabía que hacer, lo tomó en sus brazos y bajó a una velocidad increíble, considerando que tenía algo de peso extra.

Rogó a Merlín que no fuera muy tarde cuando cruzó la puerta de la enfermería e iba en busca de la enfermera Pomfrey.