Capítulo 4: Ser libre

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Lucy
-¿Lucy?, ¿qué haces aquí?- Pregunto un chico alto pelirrojo de ojos verdes, este traía puesto una armadura y miraba a Lucy con curiosidad.

-Solo quería ver a los caballos ¿y tú que haces aquí Gabriel?- Pregunto Lucy mientras acariciaba a un caballo negro.
-Sabes, ese caballo es mi favorito.

-¿Enserio?

-Si.- Gabriel se comenzó a acercar lentamente hacia donde estaba Lucy para luego acariciar también al animal.- Me recuerda a la persona que salvo mi vida.- Dijo de forma nostálgica.

-¿Salvarte la vida?- Gabriel sonrió de lado.

-Cuando era niño un grupo de maleantes ataco mi aldea, mataron a todos y se lo llevaron todo. Yo hubiera muerto ahí pero…

-¿Pero qué?...- Gabriel sonrió.- Ojos verdes, cabello oscuro como las alas de un cuervo, eso es lo único recuerdo de la persona que me salvo. Este caballo me recuerda demasiado a esa chica.

-¡Era una chica!- Exclamo Lucy sorprendida. Esto causo que el pelirrojo riera.

-¿Que te sorprende?- Pregunto el chico con una gran sonrisa.

-Nada, solo que no se supone que debe ser el chico quien salva a la chica y no al revés.- Gabriel soltó una gran carcajada.-¿Que te causa tanta gracia?- Pregunto Lucy disgustada.

-Yo creo que las chicas pueden llegar a ser mucho mejores que los hombres.- Entonces Lucy suspiro.

-Ese es un pensamiento que mi padre desaprobaría por completo.

-¿El Rey?

-Sí, el piensa que las mujeres solo son un objeto que debe ser tratado con delicadeza y servir al hombre.

-Que pensamiento tan mas estúpido.- Dijo Gabriel disgustado.

-Mi padre esta tan estricto a ese pensamiento que ni siquiera me permitiría subirme a este caballo solo porque soy una mujer.- Gabriel sonrió maliciosamente.

-Pues por lo que se ahora el Rey acaba de salir a unos asuntos del reino y además no hay nadie aquí cerca mirando.- Los ojos de Lucy se iluminaron.

-Enserio crees que…- Gabriel solo asintió y Lucy chillo de emoción.
-Espera afuera, lo preparare para ti su majestad.

- Esta bien.- Lucy salió afuera de los establos, a pesar de tener un largo vestido de seda color crema no le importaba subirse al caballo.

-Está listo su caballo princesa.- Gabriel hizo una leve reverencia y Lucy soltó una pequeña risita.

-No tienes que ser tan formal Gabriel, recuerda que somos amigos.

-Hehehe, lose pero ahora soy un caballero de la guardia real y es mi obligación tratarte de esta manera.- Lucy sonrió de lado.

-Bueno si eso dices.

-Pero bueno que estas esperando anda.- Gabriel le hizo señas para que ella se acercara y esto mismo hizo, Lucy tomo su mano y el la levanto sobre el suelo ayudándola a subir al caballo.-Te recomiendo que te quites las zapatillas.-Lucy lo miro sorprendía pero hizo caso.- ¿Emocionada?- Pregunto.

-Y nerviosa a la vez.

-Tranquila no dejare que te pase nada, al fin y al cabo ese es mi deber.- De alguna manera eso la hizo sentir mucho mejor.

Entonces el caballo comenzó a avanzar lo que provoque que Lucy se estremeciera, pero entre más avanzaba más iba tomando confianza.

-¿Crees que ahora pueda hacerlo yo sola?- Pregunto Lucy señalando la rienda que estaba tomando Gabriel.

-Claro, ¿Pero segura que crees poder hacerlo tu sola?

-Recuerda lo que dijiste, las mujeres pueden llegar a ser mejores que los hombres así que quiero intentarlo sola.

-Está bien, su majestad. Entonces Gabriel le paso las riendas a Lucy.

-Bien, veamos que tan bien corres.- Dijo Lucy, Gabriel la miro confuso.

- Que piensas ha…

- ¡Vamos!- Grito fuertemente Lucy y el caballo hecho a correr.

Dejando a Gabriel
completamente sorprendido, este corría detrás de la princesa intentando alcanzarla mientras tanto Lucy solo reía a carcajadas y le indicaba al caballo que corriera más rápido.- ¡Mas rápido!- Grito Lucy y el caballo aumentaba la velocidad,  podía ver por el rabillo del ojos el hermoso atardecer. Por primera vez en su vida se sentía libre. Pero en eso escucho como otro caballo se acercaba, era Gabriel quien cabalgaba un caballo blanco y seguía de lado a la princesa.

-Parece que le agradas.- Dijo sarcásticamente Gabriel, él estaba completamente bañado en sudor.-Bueno lo lamento princesa pero ya está por anochecer y el caballo debe descansar.- Dijo Gabriel mientras frenaba a los dos caballos. La princesa respiraba entrecortadamente y una lágrima corrió por su mejilla lo que provoco que Gabriel se preocupara.

-Su majestad, ¿que la pasa? ¿Acaso no le gusto?- Lucy levanto el rostro con una gran sonrisa.

-Ha sido la mejor experiencia de mi vida.- Gabriel suspiro aliviado.

-Bien, es hora de volver.

-Sí.

Era oscuro y el castillo estaba en penumbras, al regresar Lucy sintió  una sensación de que algo no marchaba  bien, pero decidió ignorar esa sensación.

-Qué noche tan mas tenebrosa ¿no lo cree princesa?- Dijo Gabriel tomando una antorcha que colgaba de la pared.

-Terrible, ahora lo único que quiero es regresar a mi alcoba fue un día realmente emocionante y agotador.

-Si quieres en alguna otra ocasión te puedo volver a llevar a cabalgar.

-¡¿Enserio?!- Dijo Lucy emocionada.

-Claro se ve que naciste  para eso.- Gabriel acaricio delicadamente el cabello rubio de la princesa, un acto muy romántico pensó Lucy. Pero luego el chico comenzó a alborotarlo en forma de cariño, el romance con Gabriel nunca podría existir después de todo, ellos solo eran amigos. Lucy no se imaginaba saliendo con Gabriel ni siquiera cuando su padre se lo había preguntado.

-Bien llegamos a su alcoba, princesa. Que tenga dulces sueños.- Gabriel hizo un aleve reverencia.

-Igualmente Gabriel.- Se despidió Lucy, mientras cerraba el gran portón.

Al hacer esto ella se comenzó a sentir algo incomoda, era una sensación como si alguien la estuviera observando, pero de nuevo lo volvió a ignorar. Mientras ella de desvestía delicadamente para ponerse su pijama. Vio como el fuego de las antorchas se apagó repentinamente y al voltearse una persona salto sobre ella haciendo que cállese sobre la cama.

-¡¿Pero qué?!…- Intento exclamar Lucy pero fue silenciada por una fría mano sobre su boca, su pulso se disparó ante el miedo y el terror de no saber lo que pasaba.

-Shhhh,shhh. Silencio princesita.- Dijo una voz algo siceante. Lucy intento levantar la mirada pero lo único que pudo ver fueron esos brillantes ojos verdes que la miraban fijamente.

Yo no soy tu príncipe [yuri/lesbico]Where stories live. Discover now