Yo no soy tu príncipe [yuri/lesbico]

Capitulo 50 (2/3): El león de las sombras

Creditos a Paula Alejandra por este sensual dibujo.❤
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Fue un cisne, un hermoso cisne quien se abrió paso entre el fuego y la desesperación, tan majestuosa representación de la pureza y esperanza. Solo corría y corría, sin saber a dónde ir, sobre sus hombros se encontraba un destino incierto. Era un cisne de gran sombra y abrasador pesar. Su plateado brillar era tal cual se lo habían descrito, todo su ser encajaba a la perfección. Pensó aquel hombre de presencia fantasmal quien contemplaba desde la lejanía a su presa quien tal cual león hambriento esperaba el momento perfecto o tal vez solo la suficiente motivación para ir tras esta y someterla a su antojo. Pero aún se encontraba una incógnita en su mente.

                        ¿Realmente iría tras ella? O dejaría que la lechuza cumpliera su profecía.

Toda la historia podría cambiar con su sola presencia. ¿El inconveniente que Marlene nunca llegaría a imaginar aparecería finalmente? A partir de ese momento el destino podría ser cambiado y lo inevitable podía ser detenido. Pero aun surgían más preguntas.

                                                       ¿Qué era lo que realmente quería con esto?

"Envejecer con ella" Se respondió a sí mismo en menos de lo que pudo haber esperado. Maldeciría por siempre aquel día en el que se había cruzado con aquel rubio desquiciado y le atormentaba más y más el no haber asesinado a la bebé de hechizantes ojos grises que traía consigo. "¿Por qué? ¿Por qué Josin le hacía esto?" Mujer sin precedentes, mujer difícil. "¿Por qué ella?" Una mujer así, ¿Cómo había sido posible que su propia esclava terminara apresándolo a, el? De rodillas y con el rabo apuntando al cielo, ella lo tenía a su merced. El león de las sombras había sido domado bajo un hechizo de amor, o eso solía decirse, en el fondo sabía que no se trataba de ningún hechizo. Ese sentimiento humano tan complicado y asfixiante se había apoderado de, el cuándo menos se había dado cuenta.

La razón era ella.

Josin, progenitora del cuervo. Manzana podrida que surgía de entre la lujuria y el engaño. ¡Era una maldita prostituta! ¡Una zorra de las zorras! ¡Una zorra a la que amaba! Un dios de las sombras como él, destinado a vivir los siglos que deseara su ama, ahora solo deseaba escapar, rebajarse a un simple humano, un humano común, ¡un despreciable y débil humano! Abandonar su deber y traicionar a su protegida.

Solo para poder envejecer al lado de su zorra favorita.

Sus oscuros ojos brillaron adquiriendo un color rojo, como la sangre de los guerreros a sus pies. Esos pensamientos habían sido suficiente motivación. Demasiada para su gusto, pues podía sentir  como poco a poco se esparcía un cosquilleo que comenzaba a poner duro su miembro. Josin se haría cago después.