Capitulo 53: Cielos oscuros

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Lucy

Con un gran dolor en su corazón recito las palabras indicadas por Jasper hacia el viento, fuera de la ciudad subterránea, aquella fría lapida que daba acceso a ella era la principal testigo de la mayor desdicha de la reina, su lamento se alimentaba del silencio acompañado de su quebrada voz y gélida mirada,  tanto dolor en una sola joven.

Desdichas infantiles

Los cielos oscuros prestaban sus crueles mantas sobre ella en un consuelo amargo y trágico. 

Después de dichas las palabras mágicas, nada ni nadie hizo acto de aparición frente a ella, la reina lanzo un profundo suspiro que a su parecer en lugar de calmarla le hizo sentir que su pena se había hecho aun mayor.

Los cielos oscuros que la acompañaban, le murmuraron con crueldad la verdad y mostraron sus posibles actos futuros en un destello.

No sentía odio, no sentía arrepentimiento, no había nada mas que tristeza, nada mas que un pequeño resplandecer de esperanza en sus hinchados ojos. El mundo era un loco,un desquiciado con hermosas promesas, un mundo que se suponía  le había ofrecido la gloria, poder y gracia de una diosa. Hasta ese momento jamas había valorado tanto lo que una vez había sido su vida en el castillo, junto a su frió padre, con el alimento y los banquetes servidos al chasquear de sus dedos,  con los alucinantes vestidos de extravagantes y de tierras lejanas,  con sus exóticas pinturas y lienzos que formaban parte de su ahora ya abandonada alcoba. Pero el destino intervino, una absurda broma termino tomando el mando de su vida y Alexis apareció ante sus ojos,  hermosa tentación que le arrebato su camino. Perfecta fantasía que la hizo alucinar y volverse loca de amor. Desalmada daga que apuñalaba su corazón a cada segundo de su ausencia.

Loco mundo que aun le daba la esperanza de vencer y volver a estar junto a ella.

Los cielos oscuros la aceptaban y en una demostración de su empatia se abrieron dejando que un pequeño rayo de luna le alumbrara  un desolado sendero.

Los cielos oscuros la guiarían de vuelta a el

Ella lo sabia.

Pero lo que la descuidada Reina  pasaba por alto algo de su entorno, era que alguien la miraba solemnemente desde las sombras, un posible enemigo o salvador, hombre de gran tamaño y cabellos dorados, de ropas desgarradas y mente destruida. Ese hombre deseaba algo también, mas que nada en el mundo, estaba sediento de venganza, gracias a la gran grieta que se extendía dentro de su corazón cada día, su alma se despedazaba.

Los acuerdos y amenazas hechas por ese hombre de cara cortada, aun azotaban su mente. Capaz de crear grandes cosas y causar una destrucción sin retorno. Era un combatiente de temer, un peligro para la vida. Alex Arza podría ser incluso mas desalmado que la lechuza. En el fondo aun tenia grandes deseos de asesinarlo, y tendría que hacerlo algún día,  pues el asesinato de la mujer y gobernante mas compasiva no era algo que se borraría de su memoria jamas. Ni siquiera cuando borraron sus recuerdos pudo olvidarle, ella siguió presente,  en sueños y en alucinaciones. Esa hermosa dama que le dio la vida, sus amorosos ojos y largo cabello almendrado la persiguieron durante varias noches, a pesar de que en esos momentos de olvido no sabia quien era, sentía un gran alivio al soñarla, al poder verla una vez mas.

El suave y dulce recuerdo de su madre consiguió hacerle dispersar todos sus males, todo su temor , cerrando los ojos e inspirando el helado aire del bosque al frente. Escucho un casi imperceptible llamado, un llamado familiar, tanto que le hizo abrir sus ojos súbitamente y sin saber porque la reina en lo primero que se enfoco fue en el sendero iluminado por la helada luz de la luna, donde la silueta de una conocida mujer caminando por este le hizo casi dar un brinco hacia atrás.

Yo no soy tu príncipe [yuri/lesbico]Where stories live. Discover now