Capítulo 28: (3/3) Si con lobos andas a aullar te enseñas

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Lucy
Alexis la miro por unos segundos antes de dirigirse hacia su madre, ella se notaba asqueada ante su presencia, era como si estuviese viendo un montón de basura desagradable. Alexis se volteo a mirar a Lucy, su expresión lo decía todo, no quería estar ahí. Pronto la pelinegra ya había desaparecido en el interior de la cabaña junto a la hermosa mujer.
Los hombres y la mujer borracha observaban atentamente hacia la puerta.
-Así que Josin tiene una hija.- Declaro uno de los hombres un tanto asombrado y de un sorbo había terminado su bebida. Soltó un suspiro de placer y algo sonrojado dijo- Ojala acceda a pasar un rato conmigo, sin duda es tan hermosa como su madre y apuesto que su culo será idéntico.- Comenzó a reír energéticamente junto con los demás hombres y la mujer que los acompañaba.
Cuantas ganas tenía Lucy de hacer que se callara de una maldita vez, apenas y podía reprimir esas ganas de gritarles que no hablaran así de ella. Sin duda Alexis era condenadamente hermosa y Lucy ya lo sabía demasiado bien, pero el escuchar a aquellos hombres hambrientos de sexo desearla tanto le hacía sentir indescriptiblemente furiosa.
<<¿Te molestan esos hombres?>>
Escucho en su mente, el pichuelo había despertado y contemplaba al grupo de borrachos sin parpadear.
-Ya no importa, será mejor que nos alejemos un poco para esperar a Alexis.- Tenia que alejarse de ahí cuanto antes porque ella no podía asegurar si podría seguir conteniéndose ante los sucios comentarios que hacían de Alexis.
-Exacto, de hecho es muy buena en la cama.- Dijo la mujer, los hombres y Lucy se giraron a observarla sorprendidos.
-¿Cómo es que sabes eso?-Pregunto Lucy, todos la miraron. Maldición, había hablado sin pensar. La mujer tenía unos ojos negros y un largo y bien peinado cabello castaño, se acercó a Lucy algo tambaleante y se colocó frente a ella invadiendo su espacio personal hasta el punto en el que sus narices casi rosaban y podía respirar el desagradable olor a alcohol que impregnaba la mujer.
-Porque por su puesto yo le enseñe.- Le dijo al oído y paso su lengua por este. Lucy instintivamente se alejó, pero la mujer la volvió a atraer hacia sí. Antes de que se diera cuenta el grupo de hombres  las rodeaban y sonreía pícaramente la escena.
-Suéltame.- le ordeno sin ninguna emoción en su rostro. La mujer sonrió ampliamente.
-Sin duda eres muy interesante.- Rio. Lucy no se inmuto simplemente la fulmino con la mirada.
- Sabes tú rosto me parece conocido.- Dijo la mujer a la vez que se acercaba tanto a su rostro que sus labios casi se tocaban. El corazón de Lucy dio un vuelco de nuevo había pasado por alto el que en primera: Escapo del castillo. En segunda: Se casó con una mujer y finalmente la cerecita sobre el pastel: Había apuñalado a su padre. En esos momentos ya debería haberse esparcido la noticia y la estarían buscando. Su rostro palideceo y miro hacia otro lado intentando evitar que mirara más su rostro.
-¡Te he dicho que me sueltes!- Se separó bruscamente haciendo que la mujer callera de espalda al suelo.
-¡Maldita perra!-Grito furiosa. Los hombres la sujetaron con fuerza mientras ella forcejeaba por zafarse.
-No te han enseñado a que debes ver a los ojos a quienes te hablan.- Le dijo un hombre de piel morena a la vez que la tomaba del mentón y la obligaba a mirar directamente a la mujer de ojos negros. Ella era ayudada por otros dos hombres a levantarse. Lucy apretó su mandíbula con tanta fuerza que incluso le llego a doler, pero su odio en ese momento era incontenible. El pichuelo se encontraba dentro de su blusa y de asomaba por el cuello de esta.
-Pero mira que tenemos aquí.- Dijo la mujer al momento que tomaba del cuello a Saphire y lo sacaba de la blusa de Lucy.
-¡Suéltalo!-Exclamo alarmada.
-Perfecto nos has traído la cena de Lumiere.- Le sonrió maliciosamente mientras que el pequeños cisne se retorcía entre sus manos.
-¿Lumiere?
-Mi gato por su puesto- Señalo a un gato blanco que contemplaba no muy lejos lo que sucedía. La mujer lo llamo y este se acercó rápidamente.
-¡No lo hagas!-Dijo en tono suplicante.
-Esto te dará una lección. Nunca me tienes que hacer enojar.- Arrojo al pichuelo al suelo y el Lumiere se abalanzo contra él.
-Tu pequeña mascota pagara por tu insolencia.-Lucy soltó un fuerte grito al mirar la escena y los presentes comenzaron a reír. Podía escuchar los gritos de su guardián resonar en su cabeza, ella cerró sus ojos con fuerza al mismo tiempo que su llanto se hacía presente. Más y más risas pero en menos de un segundo un fuerte grito por parte de la mujer hizo que los demás pararan. Lucy al abrir sus ojos, lo único que pudo ver fue al felino tirado en el suelo, sin sus ojos y completamente ensangrentado.
-¡Lumiere!- Grito. Instintivamente la mirada de Lucy se posó en el cielo y una sonrisa se formó en sus labios. Kreyn sostenía con sus patas a Saphire mientras lanzaba un fuerte graznido y de nuevo caía en picada hacia los hombres, pero antes de que Kreyn lograra llegar al suelo, estos ya habían corrido despavoridos. Kreyn delicadamente dejo al pichuelo en el suelo y la mujer por lo mientras lloraba descontroladamente frente al cadáver del gato.
-Eso se vio muy heroico.- Dijo alguien a sus espaldas, Lucy se giró rápidamente y se encontró con Robin quien parecía complacida ante todo lo que había pasado.-Toma a tu pájaro y vámonos de aquí.- Le ordeno.
-Pero ¿y Alexis?
-Para algo envió a Kreyn a buscarme y  te llevare de regreso, parece que esto viene para largo.- Lucy algo dudosa asintió y seguido de tomar a Saphire en sus brazos, Robín la tomo de la mano y se la llevo corriendo del lugar.
-Tienes unas manos muy suaves.- Decía sin dejar de correr. Lucy se quedó muda, todavía no sentía mucha confianza hacia el grupo de Alexis después de su no muy grato encuentro con María.- Así que así son las manos de alguien que no ha cometido ningún pecado.- Decía nostálgicamente. La princesa apretó los labios con fuerza.
-Te equivocas.- murmuro frenándose en seco. Robín se desconcertó ante esto y la jalo un poco hacia abajo para estar a su misma altura. Lucy trago algo de saliva nerviosa pues la joven la miraba fijamente analizándola por completo. Sus ojos eran tan oscuros como dos puntos del negro más puro existente.
-¿A que es a lo que te refieres princesa?-Le pregunto arrojándola lejos de ella.
-No tenías que ser tan brusca solo para hacer una simple pregunta.- Se burló y Robín rodo los ojos.
-No estoy para rodeos, solo di lo que tenías que decir y continuemos,  pues además de cuidar a la querida novia de Alexis también tienes que acompañarme a unos encargos. Lucy soltó un fuerte suspiro.
-Puedes llamar a alguien libre de pecado si esa persona es la que apuñalo a su propio padre y se casó con una mujer, ¿acaso piensas que soy merecedora de la santa salvación? Yo no soy diferente a ninguno de ustedes, incluso ahora no soy merecedora de que la gente me llame princesa pues he hecho lo más estúpido hecho jamás por algún gobernante, deje toda mi gente, todo mi reino atrás por “amor”. Es lo más patético e irracional ¿no lo crees?- Robín se mantuvo en silencio.-Teniendo yo todo el poder absoluto sobre tanta gente para al final abandonarlo todo. Mi decisión ha sido equivocada, pero depende de mí remediarla.
-Y como piensas remediarlo.- Levanto una ceja mientras fruncía el ceño.
-Matar a Alex Arza, devolver la paz al reino y destruir toda la corrupción e ignorancia del Rey.- Dijo firmemente, ella se sentía orgullosa de sus propias palabras, a su parecer era lo mejor para todos y no dudaba en que su plan fallaría. Robín emitió una risa ahogada.
-¿Matar a Alex Arza?, ¿Destruir la corrupción?- Soltó una gran carcajada llena de amargura.-Es lo más patético que he escuchado en mi vida.- Se continuo riendo mientras que Lucy apretaba sus puños con fuerza.
<<Pienso que tus ideas son buenas>>
Le dijo Saphire, Lucy carraspeo.- Pues claro, no espero que lo entiendas, tú eres una asesina además de que todavía eres una niña.- Robín paro de reír en seco y la miro fieramente.
-Oh no, la que no lo entiende eres tú, la paz y todo lo que buscan en este mundo no existen, el mundo real es mucho peor, mucho, mucho peor de cualquier pesadilla que hayas tenido. La vida es una pesadilla de la cual no puedes escapar.- Le dijo al momento en el que retiro uno de sus guantes de piel y le mostro su mano, Lucy ahogo un fuerte grito y con ambas manos cubría su boca. Su mano estaba completamente dañada y con variadas cicatrices además de la votante falta de pulgares y dedo índice.
-Ahora lo vez princesa. El mundo es cruel, aquí solo encontraras gente despiadada sin siquiera la compasión suficiente para perdonar a una pequeña niña hambrienta por robar un pequeño pedazo de pan.-Sus palabras estaban llenas de dolor y odio, sus ojos cristalizados le mostraban a Lucy el dolor sufrido por aquella chica.
-Lo siento.- Murmuro. Robín nuevamente se colocó el guante y dio media vuelta para continuar su camino. Lucy miro resignada al suelo, su mente se negaba a aceptarlo, no quería creer en sus palabras, pero en sus manos y en sus ojos se reflejaba la verdad. Realmente valía la pena todo lo que estaba por hacer, ¿su reino era merecedor de aquella paz?
<<No importa que tan oscuro sea el sendero, siempre habrá una luz que te guie y si esta llegara a faltar algún día de ti dependerá crear tu propia luz>>
Le dijo Saphire. Lucy miro sorprendida al pequeño cisne y en sus ojos había un brillo lleno de esperanza.
<<Yo creo en ti>>
Alexis
Lo primero que pudo notar al entrar a la cabaña era el olor a cera de las variadas velas regadas por toda la casa, podía escuchar los gemidos de algunas prostitutas dentro de las habitaciones de servicio. Sus gritos y gemidos eran tan placenteros de escuchar y estaban poniendo a Alexis en un estado alto de excitación.
-Ni se te ocurra venir a pedirme trabajo.- Le dijo Josin sin dejar de avanzar.
-Oh que divertida eres madre, es una lástima ya que aquí se encuentran tantas bellezas.- Decía mientras miraba a dos chicas en el pasillo, ambas completamente desnudas y miraban de pies a cabeza a la pelinegra. Alexis les sonrió y las chicas rieron.
-Si quieres servicio tienes que pagar.- Le decía todavía más irritada.
-No gracias, ya tengo mi propio servicio y es gratis.- Decía mientras recordaba pervertidamente la anterior noche con Lucy.
-Eres una sin vergüenza.
-Igualita a ti madre.- Dijo con una sonrisa más amplia. Josin odiaba que la llamara de esa forma y Alexis no desperdiciaría ninguna oportunidad para hacerla enojar.
-Todavía no puedo creer que te guste tener sexo con mujeres, no hay nada de diversión en eso, lo que toda mujer necesita es un buen pedazo de carne penetrándole repetidas veces el culo, en cambio a lo que tú haces. Solo metiéndoles los dedos y lengua a mujeres es completamente aburrido.
-Que gracioso, Sally me dijo que tú no sabías mi pequeño secreto.
-Ya lo sabía cariño, desde que eras pequeña te la pasabas haciéndote pasar por niño y te ibas a coquetear con las niñas de las aldeas cercanas. Siempre has sido una perra.
-¿Y de quien crees que aprendí mami?-Decía divertida. Josin tomo un chuchillo que tenía escondido, quien sabe dónde y apunto con este directamente a Alexis.
-Solo has venido a molestarme.-Le reclamo furiosa.
-Si solo fuera para eso más fácilmente habría incendiado e lugar para así no tener que verte a la cara. Te habrías enojado ¿no? Y seria exactamente lo mismo que molestarte.-Josin bajo el arma punzo cortante e hizo pasar a Alexis a una habitación. En esta se encontraban 3 chicas desnudas sobre una cama.
-Siéntate.- Le ordeno su madre. Como no había nada más que esa cama Alexis se sentó al pie de esta. Las chicas no dudaron en pegarse descaradamente a Alexis, pero ella ni se inmuto, las chicas pasaban sus manos por los pechos de Alexis o la obligaban a mirarlas.
-Hum, pensé que te gustaría.-Dijo Josin algo decepcionada.
-¿Desde cuándo te has preocupado por recibirme bien?
-Oh, vamos sabes que yo no te tengo cariño alguno al igual que tú. Pero también me hace feliz lo que has hecho.
-¿Hacer qué?- Pregunto, pero Josin estaba muy ocupada sirviendo el contenido de una botella en un par de vasos. Josin con una sonrisa seductora se lo entrego.
-Obviamente hay que brindar, incendiaste ese maldito castillo y te casaste con la hija del Rey, eso te convierte a ti en…-Le dio un sorbo a su bebida.-Hum, ¿un príncipe?- Las chicas empezaron a reír.
-Un príncipe muy sexy.- Le dijo una de ellas al odio. Alexis suspiro y de un trago acabo con el contenido del vaso.
-Yo no he venido a celebrar ni nada por el estilo…
-Oh, quédate con nosotras.- Le susurraban las chicas. Alexis chasqueo la lengua.
-Lamento si me escucho grosera, pero no nos podrían dejar a solas.- Las fulmino con la mirada.
-Ellas se quedaran aquí, son mis más fieles trabajadoras y siempre deben de estar conmigo.-Dijo Josin poniendo fin a la discusión.
-Bien, pero deben quedarse calladas.
-Cállanos.- Le dijo una de las chicas desafiándola. Alexis apretó los dientes y pasó una de sus manos hacia la entrepierna de la chica apretando fuertemente su clítoris, la chica soltó un fuerte gemido y se apegó más a Alexis.
-Lo seguiré haciendo solo si te quedas callada, y luego les tocara a ustedes dos, pero más les vale que se mantengan en silencio.-Todas asintieron con los ojos brillantes. Alexis continuo con los movimientos de sus dedos en la vagina de la chica mientras esta hacia hasta lo imposible por retener sus gemidos, Josin frunció el ceño esperando a lo que Alexis tenía que decir.
-Necesito saber el paradero de mi padre.- Por fin dijo, Josin parecía estar algo desconcertada.
-Ugh.- Gimió la chica y las caricias de Alexis se volvieron más lentas. Estaba húmedo y caliente allí abajo y podía percibir su respiración agitada en su oído.
-¿Para qué quieres saberlo?-Pregunto.
-Tu solo respóndeme.-Josin le dio otro sorbo a su bebida y suspiro.
-Créeme que lo que estas por escuchar, no te gustara.
Lucy
-¿Y a donde es que nos dirigimos?-Pregunto Lucy.
-Oh, nada en especial solo vamos a vender tú vestido de novia en el mercado negro. ¿No te importa verdad?-Respondió despreocupadamente mientras que Lucy soltaba un fuerte grito de desaprobación.
-¡¿Y quién te dio permiso de hacer eso?!-Exclamo furiosa.
-Alexis, bueno pues ella ya me dejo vender su traje de “novio” así que supuse que tampoco te molestaría. Además mira las hermosas piedras que tiene incrustadas y el delicado bordado, esto valdrá oro…
-Pero…
-Necesitamos armamento para cumplir tu deseo de matar a Alex Arza, Alexis nunca rompe una promesa así que te puedo asegurar el cumplimiento de tus anhelos… Pero todavía no entiendo porque a pesar de ser libre volvió por ti y aún más sorprendente que se haya casado contigo. – Lucy se encogió de hombros un tanto sonrojada. Robín miro al cielo pensativo.
-Bueno digo eso porque Alexis siempre ha sido una maldita mujeriega, en busca de solo sexo y diversión, no le gusta tener responsabilidades y para lo único que es buena es en que ella es casi como un condenado ángel de la muerte o al menos así siempre la he visto.- Lucy quedo impactada ante la breve descripción de Alexis, en pocas palabras le estaba diciendo que se había casado con una imbécil. Robín contuvo una risa ahogada.-Deberías de ver tu cara.-Decía temblorosamente mientras se contenía por no reír.
-No te burles… yo la amo tal y como es.- Decía mientras miraba hacia otro lado sintiendo como toda la sangre de su cuerpo se acumulaba en su rostro. Robín soltó una fuerte risotada y  seguido de esto le dio una fuerte palmada en su hombro.
-Bueno espero que su relación sea duradera.- Lucy palideció. Ahora que lo pensaba Alexis y ella se había saltado varias partes, nunca le pidió casarse con ella, no mantuvieron un amorío como de los que escuchaban hablar a las sirvientas, técnicamente simplemente se casaron y tuvieron sexo. En su mente pudo escuchar resonar la palabra “chica fácil”. Dónde diablos habían quedado todos los modales y lecciones de ser una buena mujer. Bravo, Alexis se había llevado todos esos años de aprendizaje al carajo.
-Oh mira ya llegamos.- Aviso Robín al momento en el que se detenía frente a una gran lapida, donde estaban escritas las siguientes palabras.

Yo no soy tu príncipe [yuri/lesbico]Место, где живут истории. Откройте их для себя