Yo no soy tu príncipe [yuri/lesbico]

Capítulo 33: La danza de la muerte

Lucy
La sangre de Salomon ahora manchaba sus ropajes, él se retorcía en el suelo haciendo patéticos intentos por levantarse.
-¿Qué era lo que me decías sobre matarme?-Le pregunto burlonamente. Salomon golpeo el suelo con fuerza y de su boca broto sangre.- Vamos solo fue un pequeño corte no seas nena.- Salomon hizo un último intento por levantarse pero Lucy puso una de sus botas sobre su espalda y lo mando de vuelta al suelo. - ¿Realmente eres un líder de guerra?
-Por supuesto que lo soy preciosa. Tan solo mira lo que le he hecho a tu brazo.- Lucy carraspeo.- Lo vez, no me vengas con que no te duele.
-Eres muy desagrádale.-Le pateo el estómago y lo posiciono boca arriba. Salomon intento tomarle del cabello pero rápidamente Lucy clavo su daga en esta y la encajo en el suelo.-No tocar.- Salomon grito tan fuerte que podía asegurar que ya varias personas se acercaban a su dirección.-Parece que nuestro tiempo de diversión ha terminado.- Lucy suspiro y de un pequeño bolsillo de su suéter saco una fina aguja.- Pero tengo que llevarme mi recuerdo para nunca olvidarte.- Le sonrió mientras que lentamente acercaba la fina aguja a uno de sus ojos.- Tranquilo, esto solo te dolerá...Hum... mucho.- Rio macabramente y encajo dolorosamente la aguja y jalándola de vuelta extrayendo uno de sus ojos. Salomon ya no hizo ningún movimiento pero aún seguía vivo.- Valla que eres resistente. Bien será mejor que continuemos.- Estaba a punto de clavar de nuevo la aguja en su último ojo pero una mano firme mano la detuvo.
-Esa no es la forma de actuar de una princesa.- Le dijo una voz femenina a sus espaldas aun reteniéndola. Una gran excitación recorrió todo su cuerpo al reconocer aquella voz.
-Oh, Alexis ¿Qué te trae por aquí?- Le pregunto dulcemente. Alexis le sonrió y la tiro fuertemente hacia atrás quitándola de encima de Salomon.
-Te has hecho muy fuerte mi amor.- Lucy se sonrojo y desvió la mirada.- Pero sigues siendo la misma princesa que libere.
-¿Princesa?
-Oh cierto no lo recuerdas.- Alexis se acercó a su oído.- Y también has olvidado nuestra historia y nuestras acciones.-Beso su oído y Lucy se estremeció.- Pero tus sentimientos hacia mí son y serán imposibles de borrar.- Le tomo del mentón y la atrajo hacia sus labios.- Lo sientes, sientes ese ritmo rápido de tu corazón latiendo a mil por hora, sientes tu respiración agitada, sientes como tus dulces mejillas arden... Sientes el amor que aun tienes por mi.- Susurro a unos pocos milímetros de sus labios.
-Yo...yo.- Balbuceaba sin tener idea de que responder una pero fue necesario ya que fue silenciada por sus finos labios. Lucy intento resistirse e incluso saco su daga preparada para clavarla en su corazón, pero por alguna extraña razón su cuerpo no reaccionaba, su mente se nublo y su corazón latía a una gran velocidad. Era como si desde hace años hubiese estado esperando ese momento. El beso fue subiendo cada vez más de tono y Lucy continuo correspondiéndole gustosamente pero debido a falta de aire Lucy se separó y completamente sonrojada miro a Alexis.
-Yo aún te amo.-Le dijo la pelinegra. Lucy intento desviar la mirada y con voz baja comenzaba a decir.
-Yo...yo tambi...
-¡Llegue justo a tiempo!-Grito a lo lejos un hombre de cabello dorado y ojos verdes al igual que Alexis, interrumpiendo lo que Lucy estaba a punto de decir también se pudo percatar que detrás del venían varios músicos y una gran multitud.
-Ese estúpido viejo.-Alexis gruño entre dientes. Y Lucy la miro confundida y desvió su mirada hacia aquel hombre quien mirándolo más de cerca este poseía una larga cicatriz que le atravesaba medio rostro, este sonreía mientras contemplaba el cadáver de Salomon.

Alex Arza
-¡Oh dios mío!- En su rostro se formó una expresión dramática y se puso en cuclillas ante el cadáver. Todos los demás soldados que lo habían seguido se miraban estupefactos ante muerte de uno de sus más fuertes guerreros. -Bueno ni pedo la vida sigue al fin y al cabo ni me caía bien.- Alex se encogió de hombros dándole poca importancia al asunto.
-¡Mi señor! ¡Cuidado!- Grito una chica detrás de él desvainando su espada. Alex arqueo las cejas y rápidamente se tiro al suelo rodado lejos del choque de espadas que se escuchó a sus espaldas.
-¡Ni siquiera aquí puedo descansar por lo menos unos 5 minutos sin que alguien venga a matarme!-Exclamo disgustado y se dirigió para mirar la lucha que se estaba llevando a cabo a sus espaldas.-Oh, esto se pone interesante.-Sonrió con malicia y le indico a los músicos que empezaran a tocar.-¡Música! ¡Música! ¡Música para la batalla!-Animo con emoción y los músicos comenzaron a tocar una melodía de guerra y los soldados animaban eufóricos a la épica lucha que se estaba por llevar a cabo.
-¡Esto es amor del bueno!