Yo no soy tu príncipe [yuri/lesbico]

Extra: Gritos del presente (2/2)

Gritos del presente (2/2)

La helada y temeraria oscuridad de la noche en cambio de provocarle algún temor le parecía reconfortante. Las murallas del castillo eran tan imponentes y repletas de fortaleza. Por donde pasase su mirada no podía evitar percatarse del singular brillo de las luciérnagas a su alrededor.  Esa clase de vista le recordaba a su vida en el bosque de la amargura junto a Marlene y Ailin... Tan pacifica, llena de paz y sin ningún temor a lo que en la vida pudiese ocurrir, tan solo unos momentos mirando aquellas luces le transportaban a su hogar y el dulce recuerdo de la dulce melodía de las hadas le hacían pensar que: la vida no era tan mala…
Una expresión de tristeza se formó en su rostro…
- Marlene.-Murmuro con la mirada clavada en el melancólico movimiento de las luces.

Flashback

-Marlene… he vuelto.- Decía titubeante mientras contemplaba el caos a su alrededor. Comida podría, los muebles destrozados y en las paredes pintadas una gran cantidad de flores de diferentes tamaños y colores. Pintura manchando hasta el más mínimo rincón. Y ahí en una esquina se encontraba la joven, su larga cabellera pelirroja relucía con un aire tétrico y descuidado. Inmersa en sus pinceles frente a ella pasaba una y otra vez la pintura dándole vida a aquella imagen .
Alex levanto la mirada para quedar frente a la pintura de una lechuza arrancando una rosa roja desde su raíz. Por alguna extraña razón aquella rosa poseía un rostro y este no le era para nada agradable puesto que este tenía una expresión llena de horror y pánico.
-¿Pintura del norte?-Le pregunto, Marlene negó ligeramente la cabeza sin despegar su mirada de su obra.

<<La rosa me da miedo>>

<<la lechuza es aún peor>>

<<¿De dónde coño aprendió a pintar?>>

-Yo la hice.- Respondió sin dar más importancia al asunto.-Hace meses que ya no te aparecías por aquí.
-Necesitaba despejar mi mente… Ya tu sabes, su muerte también me afecto mucho.
Marlene dio un pincelazo con ferocidad contra la pared.
-¡Ja! Esa ni tú te la crees.

<<Creo que ya lo sabe>>

<<Ahora si te darán matarili>>

<<Por puto>>

-Marlene yo…
-¡Lo sé!-Se giró a mirarlo súbitamente. Sus ojos estaban humedecidos y sus mejillas brillaban.-El valiente muchachito quería estrenarse al fin y ¡Oh valla con que belleza de puta te fuiste a liar!
-¡Oye no hables así de ella!
-Y todavía tienes el descaro de recriminarme a mi ¡Acaso olvidaste tu promesa!
-¿Promesa?-Marlene apretó su mandíbula con odio.
-¡Tú y yo nos íbamos a casar! ¡Tú se lo prometiste a mi madre a cambio de que te salvara el culo! ¡Acaso has olvidado todo lo que le prometiste a Ailin!
-¡Entiéndelo! ¡Yo no te veo de esa manera!-Dijo Alex levantado la voz.- ¡Y Ailin lo sabía!
-Una promesa es una promesa imbécil. ¡Ni siquiera has podido cumplir la de quedarte a cuidar conmigo el bosque! Porque el muy gillipollas anda de un lado a otro con su remedo de perra.
-Su nombre es Josin ¡Josin! Grábatelo bien.
-¡Ha mira nada más! incluso tiene nombre de prostituta.-Se burló.
-¡Ella y yo tendremos un bebe!-Súbitamente su sonrisa de desvaneció.
-Q… ¿Qué?-Tartamudeo.
-¡Oh quieres oírlo otra vez! ¡Vamos a tener un bebe!-Exclamo lo más fuerte que pudo para que Marlene le pudiese escuchar claramente. Una mirada repleta de dolor fue lo último que vio antes de encaminarse hacia la puerta y azotara brutalmente. No pensaba regresar a ese lugar en un muy largo tiempo.
-Lo siento Ailin. Pero esta es mi vida.- Murmuro al viento.

Fin del FlashBack

La culpabilidad le consumía mientras apretaba sus ojos con fuerza.
-¿Como pude ser tan estúpido?
-Siempre lo eres ¿no es así?-Pregunto alguien a sus espaldas, Alex solo se encogió de hombros y continuo contemplado con tristeza las luciérnagas frente el.-Mira no sé qué es lo que te esté atormentando pero permíteme decirte que todos cometemos errores…Todos somos unos estúpidos tal vez unos más estúpidos que otros el cual sería tu caso.-Soltó una risilla. Alex frunció el ceño. Keila suspiro.-Vamos solo intento animarte.
-¿Que haces aquí en primer lugar? Todavía es madrugada y tú deberías descansar junto a tu hija.
-Lucy una vez que se duerme no despierta hasta que sale el sol. Mi pequeña tiene el sueño muy pesado así que nada la puede despertar.-El pelidorado se mordió la parte interior del labio.
-Pues ve a hacerle cartas a su amado esposo.
-¿Te molesta tanto mi presencia?-Pregunto un tanto decepcionada. Alex por fin se dignó a girar su mirada hacia ella. Aunque esa hermosa joven frente a el fuese una reina, el pelidorado no la trataba de una manera diferente. De hecho él no sabía siquiera como se debía de tratar a alguien de la nobleza. Pero al parecer a Keila no le molestaba en lo más mínimo la forma en la que él se dirigiese a ella o hacia cualquier otra persona, más bien parecía gustarle.
-No es eso.-Se apuró a negar.-Perdona mi comportamiento, pero es solo que he estado un poco deprimido.-Se llevó la mano hacia su flequillo y revolvió un poco de su propio cabello acomodándolo en su cara, cubriendo su mirada.
-Valla, así que tú también puedes ponerte triste.-Dijo irónicamente.