Capitulo 50 (3/3):Sacrificios

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Sacrificios

Tú eres mi luz, mi preciada luz, mi única luz

Por dios, no me permitas volver a hacerle daño. No me permitas poner mis asquerosas manos sobre ella. Por favor lechuza, demonio rojo vigilante de nuestro destino, cupido desquiciado quien unió mi vida a la de ella. No me uses más.

Mátame a mí, pero déjala a ella en paz.

Vi fuego, nada más que fuego en mí regresar, mis manos manchadas de la sangre de mí familia. Una hermana ha caído y el brillo en su inocente mirar desapareció, dejando nada más que un cuerpo más, bulto de carne abierto y chamuscado sobre la tierra. Su fiel guardián, moribundo y agotado, en sus últimos momentos de agonía consiguió mirarme, nada más que dolor y tristeza me mostró. Él no quería este final para ella.

-Tú deberías ser quien ya hace sin vida en este valle de ambulantes? No ella.

Me dijo mientras acariciaba con suavidad el cabello de su difunta dueña mientras sonreía por última vez.

-No permitas que mi dueña muera en vano, deja que Lucy viva y tu?-Formo una mueca de dolor y agonía.-Por favor púdrete en el infierno.

Su cuerpo humano desapareció en ceniza y sobre el pecho de la ya fría menor quedo una pequeña figura, un ratón de piedra.

Chi estaría para siempre con ella.

No hacía falta que me lo dijera, es algo que de todas formas seguiré al pie de la letra.

Lucy

Algún día estarían juntas, algún día recordarían esta mala pasada entre risas junto al amor de su vida, la iba a salvar. Una reina tan egoísta como ella no se dejaría vencer tan fácilmente, le mostraría a la desgraciada pelirroja el fuego de su interior, le mostraría la fuerza de su linaje, le mostraría que nunca todo está perdido. Jamás iba a aceptar una derrota ante ella.

Ideas locas como esas consumían su mente, ideas de absurdas de victoria. Aun con el león de la sombras a su lado, algo en su interior temblaba como una niña asustada. Pero quería ser optimista, algo tenía que cambiar, su mente tenía que cambiar. Era tiempo de que dejaran de moldearla como la representación del sacrificio del fin de los tiempos. El alma pura que tras su muerte traería el desmoronamiento del equilibrio. La victima de la historia.

¿A cuántas personas había asesinado ya?

Ella ya no era más esa alma pura o al menos ella ya no lo sentía así. Derramo sangre de gente tanto inocente como culpable, y no le importaba, sin remordimiento les había arrebatado la oportunidad de vivir. No era honesta, no era noble, solo era una joven caprichosa que huyo por amor, una princesa idiota que jugo a ser la fugitiva, una reina demacrada que luchaba por una causa perdida.

Ese era el cisne, una criatura de egoísmo y fantasía.

La reina cisne, así era como ella se veía ahora. Deshonra de grandes reyes, destructora de la moral y la nobleza. Esa era ella.

El cisne que asesinaría a la lechuza.

-¿Por qué el mirar de esa forma tan aterradora a una tan hermosa luna?-Pregunto el león a sus espaldas interrumpiendo sus pensamientos.

-Es mucho mejor que permanecer dentro de aquel deplorable lugar lleno de gemidos y olor a pescado.-Pudo sentir como a sus espaldas el albino sonreía.

-No esta tan mal.-Se encogió de hombros.

-¿Cómo puedes soportar que la mujer que amas se encuentre ahora ahí adentro siendo penetrada por otros hombres?

Yo no soy tu príncipe [yuri/lesbico]Where stories live. Discover now