🥀 v e i n t i c i n c o 🥀

4.1K 416 77
                                    

—¿Quieres que ajuste la temperatura?—pregunta Rodrigo una vez que ingreso al auto. Aunque el ambiente está fresco, no lo suficiente como para causarme molestias o frío.

—No, está bien así— me abrocho el cinturón de seguridad. A través de la ventanilla, contemplo a mi familia; Alana se despide efusivamente, sostenida por Lucas, moviendo sus manos con ímpetu y gracia. No podría desear una hermana mejor.

—La fiesta es en la casa de Ángel. Él también me pidió que te invitara, parece tener un ligero interés en ti— guiña. Sonrío al pensar en ese chico hermoso con apariencia de ángel, no solo físicamente, sino también por la bondad que transmite. Solo tuve que verlo trepar a un árbol para rescatar a una ardilla bebé y devolverla a su nido para convencerme de ello —Tienes al angelito loco por tus cuernos, mujer del mal— me río.

—¿Mujer del mal? Si soy la persona más cariñosa y puritana que vas a conocer en toda tu bendita vida— uno mis manos frente a mí, pestañeo varias veces con rapidez, sonrío con calidez y busco una apariencia angelical.

—Puritana ni puritana— bufa con burla —Sabes bien que te agarré mirándole el paquete a todos los que se bañaban en el río— mis mejillas se tiñen de rojo.

—No es mi culpa— murmuro —En mi vida había visto algo tan impactante. Todos fueron dotados con grandes sentimientos, enormes—

—¿Los humanos la tienen pequeña acaso? —se burla.

Reflexiono brevemente; he tenido experiencias sexuales en varias ocasiones, y los hombres con los que he estado han tenido un tamaño aceptable, capaz de proporcionar placer de formas asombrosas. Sin embargo, comparados con los individuos que mostraron sus atributos ante mí, estos parecen estar más que bendecidos.

—Bueno, ninguno ha superado los diecinueve centímetros, y eso es bastante— respondo. El último individuo con el que estuve, unos meses antes de llegar a Wild, tenía un tamaño considerable y casi me hizo ver las estrellas. Admito que se movía como un dios.

—¿Diecinueve?— parece sorprendido y bufa —Qué cosa más pequeña; a mí me mide veinticuatro— ahora soy yo quien queda sorprendida.

—¡¿Tanto?!— exclamo con asombro. Asiente —¿Y no tienes problemas para mantener la erección? A los hombres con miembros grandes les suelen surgir dificultades— recuerdo las lecciones de sexología, donde enfatizaron que los hombres con miembros muy grandes a veces enfrentan problemas para mantener una erección prolongada debido a su tamaño.

Además, el tamaño más común del miembro masculino se sitúa entre los 14 y 17 centímetros. Siempre me ha gustado conocer detalles sobre el cuerpo humano, especialmente porque me apasiona escribir y deseo evitar proporcionar información errónea.

—No, al menos a mí no— responde con seguridad —¿Te gustaría averiguarlo?— alza las cejas rápidamente, insinuando sus intenciones lascivas.

—Cuando tú quieras, guapo— le lanzo un beso —Si quieres, puedes detener el auto y lo hacemos aquí mismo— propongo, todo en tono de broma.

—Vaya oferta— se ríe —Es una pena que no se pueda; no quiero llegar tarde a la fiesta y respeto que mi amigo quiera poner sus manos sobre ti—

—Admito que Ángel no es una mala opción— muerdo mi labio. Sus ojos azules me enloquecen, y me intriga saber qué puede hacer esa lengua larga que tiene, conocer su utilidad.

—Lo tuyo es corromper su alma pura, mujer del diablo— ambos reímos —¿Ponemos música? ¿Te gusta Cardi B? Amo a esa mujer—

—¡Ponla!— exclamo.

El resto del trayecto a la casa de Ángel lo pasamos escuchando música de la rapera. Cantamos a todo pulmón, y yo, como la cantante que no soy, intento rapear de la misma forma que ella, pero me quedo sin aire al instante. Me sorprende Rodrigo, que se sabe las canciones a la perfección y rapea de forma épica sin quedar exhausto, a diferencia de mí. Aunque soy talentosa bailando, cantar es un tema diferente. Dicen que a los cantantes se les puede ir un gallo, pero a mí no se me va un gallo, se me va el gallinero.

Los Marshall #PGP2024Where stories live. Discover now