Capítulo 11

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Aún estoy asimilando el que Caled me esté abrazando no lo puedo creer. Su cuerpo es cálido, cómodo, encajo perfectamente entre su dorso y sus brazos está algo tenso pero se está relajando poco a poco.

Creo que le es difícil dar muestras de afecto pero no me importa, le devuelvo el abrazo Aferrándome a él como si mi vida dependiera de ello, no quiero separarme de él, sus brazos son Reconfortante, esto era lo que necesitaba.

Un abrazo de alguien que me dieran fuerzas la que necesitaba para poder resistir a todo esto.

— Tranquila todo va a estar bien solo esperemos a ver qué nos dicen solo no llores más por favor - Me dice masajeando mi cabeza ya que a duras penas le llego a su pecho.

Yo solo sollozo en su pecho él nos lleva a la silla y me hace sentar mientras nos seguimos abrazando. siento mis ojos pesados se me es difícil mantener abierto los ojos a si que caigo en un profundo sueño recostada en sus piernas.

Siento que alguien me mueve y poco a poco voy abriendo mis ojos para encontrarme con esos ojos azules mar. Rápidamente me incorporo, me quedo mirándolo y es tan lindo.

Escucho un carraspeo en frente de nosotros rápidamente miro de quien se trata y es un doctor así que me levanto como un resorte para escuchar lo que tenga que decirme.

— Señorita lambordi - Asiento con mi cabeza y el prosigue.

— Soy el doctor Camilo. Sus padres están estables por hoy no puede entrar a verlos, el día de mañana si.. le aconsejo que valla a descansar y mañana temprano puede venir a visitarlos.

— Pero.... - No me deja terminar hablando el.

— Se que es duro no ver a sus familiares pero es mejor a si por hoy, nosotros cuidaremos de ellos no se preocupe. Fue un placer, nos vemos mañana que descanse señorita.

Me quedo ahí sin saber qué hacer.. será mejor a dormir a casa de mis padres, solo falta que no esté las llaves donde siempre dejan una.

— No te preocupes por nada. Por aquí cerca ahí un hotel nos podemos hospedar allí - niego.

— Vamos a casa de mis padres mejor.

Salimos del hospital nos montamos en su auto rumbo a la casa. antes de llegar le pido que bajemos en una tienda y compro unas pasta para el dolor de cabeza. El compro en otra tienda una pijama y unos bóxer.

Llegamos a casa y le enseñé la habitación de huéspedes dejándolo acomodado ahí.

— Si quieres ve y dúchate yo pediré la cena - Asiento y me voy a el baño de mi habitación.

Estoy bajo el agua que me recorre todo el cuerpo desnudó. Lloro para poder sacar todo lo que siento, no soy consiente del tiempo que llevo en la ducha asta que escucho unos toques en la puerta y su roca vos detrás.

— Lía estás bien.

— Si, ya salgo - Rápidamente me pongo una bata del baño y una toalla en la cabeza. Salgo y voy a mi closet por una pijama.

— Allí ahí comida espero y comas - señala unas bolsas que están en la mesa de la cocina.

Le digo que valla a tomar una ducha también en mi baño porque solo ahí dos uno en el cuarto de mis padres y otro en el mío.

— Lía no te hace bien no comer inténtalo por lo menos si - Me dice él apareciendo en la entrada a la cocina ya cambiado con su pijama.

Pasa por mi lado y toma un plato para cervinos porque yo no había tocado la bolsa. Se pone frente a mi y yo volteo la mirada a otro lado.

— Lía come por favor.. si no lo haces yo tampoco lo voy hacer y tengo hambre - Al ver que no hago nada insiste — Come para yo poder hacerlo.

— Que no tengo hambre, come tú - Digo con irritación y enojo.

— As un esfuerzo - Pongo mis ojos en blanco y me acomodo en la mesa para comer.

Me sorprendo cuando él decide dármela. Es tan tierno,ya voy en la mita cuando alejo mi cara de la comida. Él entiende mi mensaje así que deja de darme y me pasa el jugo, me lo bebo todo y me lavando a lavarme los dientes mientras él se queda cenando.

Salgo del baño y está bajo a despedirme de él también pero me lo encuentro de camino a mi habitación. No dice nada solo me muestra un cepillo de dientes asiento y voy tras de él.

Me acuesto en mi cama y espero a que él salga para agradecerle lo que está haciendo por mi.

— Caled - lo llamó cuando sale del baño.

— Dime - Me dice mirándome a los ojos.

— Gracias por estar con migo en este día, por dejar tus diligencias por mi. De escucharme aunque ese no era tu problema o deber. Gracias en verdad por no dejarme sola - Digo con lagrimas en los ojos que ni cuenta me estaba dando que ya las tenía.

— No tienes nada que agradecerme Lía, lo ago con gusto y por favor deja de llorar - Me dice llegando a mi lado y pasando sus pulgares por mis mejillas y mirándome a los ojos cómo pasándome fuerzas y diciéndome que está con migo.

Después de unos minutos nos despedimos y el bajo a su habitación mientras que yo me arreglaba en mi cama para poder dormir.

Me siento también a su lado que tengo miedo de sentir esto que siento y equivocarme otra ves de persona. Será mejor darme un tiempo y lograr asimilar todo esto que me está pasando.

Después de darle vueltas a mis asuntos voy sintiéndome cansada y me dejo llevar por los brazos de morfeo.

Posesivo Where stories live. Discover now