Capítulo 36

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Me encuentro ya en el avión con mi jefe a el lado está un poco raro pero no quiero preguntar. Estoy algo triste porqué no voy a poder estar con mi amor el día de mañana que es nuestro primer mes de pareja.

Por poco hace que me quede se puso en plan manipulador con sus pucheros que casi, casi me convencen de lo contrario. Por otra parte mis padres se pusieron muy felices cuando les dije lo del vieja y todo eso.

Quedamos en que cuando volviera los iría a visitar y pensado podría llevar a Caled para que lo conozcan aunque ya lo conocen pero no como mi pareja.

— ¿Quieres algo? - Pregunta mi jefe sacándome de mis pensamientos.

— Gracias.. Estoy bien - El asiente pidiendo lo suyo a una azafata que está de pies a su lado.

Me recuesto a la ventana viendo el lindo cielo y las nubes, es una vista increíble la de esta altura, siento como vibra mi celular y me apresuro a ver de quien se  trata.

Nada más ni nada menos que mi novio. No ah pasado ni una hora en que despegamos y ya me está llamando, al diablo yo también lo extraño.

— Halo.. cariño cómo te va - Pregunta mi gruñón cuando descuelgo el celular.

— Muy bien amor y tu - Lo escucho suspirar antes de responder.

Bien... pero ya te extraño - Qué adorable.

— Yo igual amor.

No sé si pueda estar lejos de ti mañana en nuestro día - La verdad que yo tampoco sé si pueda.

— Claro que si amor nos recompensamos cuando nos veamos - No lo estoy viendo pero sé que se está riendo.

Así nos la pasamos una hora hablando de cualquier cosa, en momentos topaba la cocina del celular y le pedía disculpas a mi jefe que no sé porqué tiene una cara de mal genio.

Ay veces que pienso que le molesta que hable con mi novio cerca de él pero no entiendo, también eh notado que se enoja aún más cuando habla de Caled o lo mencionan será que no se llevan bien pero si en la cafetería donde trabajaba antes llegaban muy bien juntos.

Llegamos a el aeropuerto de Miami hicimos todo y salimos de este encontrándonos con un chico que tiene una cartelera y el nombre de Miran Guzmán, lo saludamos y nos montamos en el auto.

Es una camioneta negra al poco tiempo llegamos a un hotel lo más de lujoso, Mirian fue a la recepción por nuestras llaves él tiene la habitación 209 en el segundo piso y yo en 206 en el mismo piso.

— Si necesitas algo ya sabes donde estoy - Asiento entrando a mi habitación, si ven está como enojado yo que solo dice lo justo y necesario.

Al entrar miro todo mi alrededor es una habitación bastante grande tiene dos mesitas de noche una cama bastante grande un armario, me dirijo a el baño y también es muy grande y bonito tiene una bañera la porta que separa la ducha con el inodoro es trasparente, todo tiene un color muy tranquilo si llegar hacer exagerado.

Decido darme una ducha para acomodarme, salgo del baño con una bata de baño saco de mi maleta algo cómodo y el resto lo arreglo en el clóset una ves ya lista me recuesto en la cama con mi laptop terminando unos trabajos pendientes.

Voy a las paginas para ver que le compro a Caled y la verdad no me decido si en una Cadena o un reloj, opto por la segunda acción y mañana en horas de las diez me llega, no es tan Caro ni tan barato sé acoplo a mi bolsillo y ya transferí.

Terminado todo esto decido echarme una siesta la verdad el vuelo me trajo cansada y ya me duelen los ojos.

Unos ligeros toques en la puerta me despiertan y miro la hora en mi celular y son las seis y media de la tarde.

Al abrir me encuentro con una chica que tiene una charola de comida.

— Hila señorita. Esta es su cena -
Me la estiende y yo rápidamente la tomo.

— Muchas gracias - Ella asiente y se va. Le escribo a mi jefe un correo para ver si él tiene algo que ver con esto.

Su respuesta no tarda en llegar con un si, me doy una ducha rápida para cenar y decido ponerme una pijama corta con blusa de tira rosa.

Me gusta dormir con cosas cortas, terminado ya con mi cena que estuvo deliciosa y el postre que fue un rico helado de chocolate.

Ya en la cama de nuevo decido escribirle las buenas noches a Caled.

— Buenas noches. Cariño - No tarda mucho para responderme.

— Buenas noches amor - Cuáquera pensaría que el es un amor pero más posesivo de ahí no lo tiene otra madre.

— Que haces.

Pensar en ti - Puede ser más lindo.

— Te amo mi posesivo.

Y yo a ti amor.. No soy posesivo - Me largo a reír con lo último que dice.

— Claro que no lo eres amor - Espero haya notado mi sarcasmo.

Así nos la pasamos un buen rato antes de volver a caer en los brazos de Morfeo.

***

Vuelvo a escuchar unos toques en la puerta y gruño ya se les está haciendo costumbre despertarme.

Son las puta siete de la mañana y ya están jodiendo, me lavanto bostezando mientras limpio mis ojos.

Abro la puerta y abro los ojos como plato al ver a mi jefe con una charola en sus manos él me mira fijo y cuando caigo en cuenta que no tengo bata y estoy en pijama.

Tengo mis shorts de pijama algo más subido y se me ven un poco los senos sobre la mini blusa.

Me cubro con las manos y me voy corriendo por una bata negra para cubrirme, me miro en él y estoy horrible tengo el cabello apuntando para todos lados y una lagaña en el ojo izquierdo.

Soy un completo desastre trato de arreglarme lo más que puedo para volver a salir.

— Buenos días jefe.. yo.. disculpe por verme en ese estado - Le digo con vergüenza una ves que estoy devuelta y él solo sonríe.

— Buenos días.. no se preocupe, le traje el desayuno y salimos a las ocho y media - Me entrega la charola con el desayuno.

— Muchas gracias - El asiente y se va.

Posesivo Where stories live. Discover now