Capítulo 21

2.7K 135 1
                                    


Ya me encuentro en la puerta del apartamento de mi mejor amigo. No sé qué decirle cuando me vea, espero que no haga tantas preguntas y este solo.

Doy dos toques a su puerta y escucho un boy, al minuto la abre y se sorprende verme ahí. Yo solo decido abrazarlo y perderme en sus cálidos brazos.

— Qué pasa lía. Qué haces aquí. - me pregunta Elliot una ves entramos a el departamento.

— Nada solo vine a quedarme esta mañana - Le digo con la mejor sonrisa que puedo dar.

— Sabes que te conozco. Y se que me estás mintiendo - No le puedo contar esto si yo sola me monte en esta película.

— No pasa nada. -Miento tanto descaradamente.

— Voy hacer que te creo pero si necesitas hablar aquí estoy - Le dedico una sonrisa de dos mil dólares.

— Tu novia está con tigo - Le pregunto con curiosidad y cambiando de tema.

— Estoy solo - Asiento mientras voy a la cocina por agua.

— Quieres dormir con migo o en la otra habitación - Me pregunta el levantando las cejas.

— Claro, que con tigo no. Quien sabe si a tu novia le de por aparecer mañana temprano y me vea con tigo - El suelta una risita.

— Bueno ya que no quieren dormir con migo pues será irme a socializar en los brazos de morfeo. - Dice con fingido dolor sobándose el pecho.

— Descansa Elliot - Le beso la mejilla y él se va.

Cómo me gustaría decirle todo esto que estoy sintiendo. Pero no quiero que me mire con lastima ya que estoy mal en el amor.

Voy a la segunda habitación sacudo la cama. Me doy un baño largo, salgo a enpijamarme. Me recuento en la cama a pensar en todo lo que ah ocurrido.

Siento como alguien besa mi mejilla y me mueve. No quiero abrir mis ojos, quiero descansar ya que tuve una noche de perro.

— uhmm - Murmuro entre abriendo mis ojos para acostumbrarme a la luz.

— Vamos lía despierta - Me dice mi mejor amigo aun moviéndome.

— Ya estoy despierta Elliot - Le hago ver mientras bostezo.

— Bien te espero a bajo en quince minutos - Ruedos los ojos, saliendo de la cama así el baño.

Me dicho, salgo y me pongo la ropa que traje para hoy. Me pongo un poco de maquillaje para tapar mis ojeras por no dormir y de haber estado llorando.

— Umm huele rico - Digo mientras entro a la cocina, cuando ya eh terminado de arreglarme.

— Ven siéntate te sirvo el desayuno - Asiento sonriéndole mientras me encamino a el comedor.

Desayunamos unos ricos huevos revueltos con pan y café. Estamos en su auto para ir por su novia a su casa.

Hemos llegado a la universidad, a lo lejos veo a mi amigo Giorgio. Dejo atrás a mi mejor amigo y su novia mientras me encamino para donde Giorgio.

— Hola cariño - Dice un sonriente Giorgio.

— Hola Giorgio. ¿cómo estás? - Respondo mientas nos abrazamos y besamos las mejillas.

— Bien cariño. y tu - Asiento con mi cabeza y él prosigue.

— Cuando vamos a ir a comprar las cosas para tu graduación - Le respondo restándole importancia.

— No lo sé - El me mira como si estuviera loca. La verdad solo hago esto por mis padres para regalarle las fotos.

— Que estás diciendo cariño. Tenemos que ir temprano a escoger tus cosas - Habla exasperado.

— Bien. Qué tal mañana - trató de sonar feliz.

— Ok cariño. Me avisas - Me da un beso en la mejilla para después irse.

Voy a mi casillero por unos libros de mi primera clase. No quisiera encontrarme con él por eso me voy rápido a el salón y ocupa la primer silla de la fila Justo a la salida.

Todos los estudiantes entran al igual que el. El profesor da inicio a su clase. Siento su pesada mirada en mi espalda pero decido no pararle bolas a eso.

Ya termino mis horas de estudio y decidí almorzar en la cafetería de mi trabajo. La verdad no quiero ni verlo porqué me ara mas mal.

Al llegar a el trabajo me sorprendo al no ver el jefe gruñendo por lo de ayer. Paso por el lado de Laura y la saludo, le pregunto si no a oído algo y si a visto a el jefe.

Ella me dijo que no había nada raro. Así que la novia de Caled no hablo, o solo está esperando el jefe el momento para regañarme. Sacudo mi cabeza para desaparecer esos pensamientos.

Las horas pasaron rápidas y sin imprevistos. En la hora del descanso le marqué a mis padres y les hablé de la graduación. Aún no puedo creer que me gradúe por economía.

Estoy ya en la espera del bus para que me lleva asta mi departamento. Siento que alguien me toma de los hombros y pego un grito de susto, volteo rápidamente para encontrarme con esos ojos azules como el mar.

— Qué haces aquí - Digo rápido sin dejar de mirarlo a los ojos.

— Quiero hablar con tigo - Dice después de unos minutos.

— No tengo nada que hablar con tigo - Le digo con cara seria.

— Déjame explicar lo que vistes ayer - No quiero seguir escuchándolo porque estoy segura que caeré como una estupida enamorada.

— No quiero que expliques nada. Aparte no tenemos nada asi que no veo el problema - Trató de sonar fuerte porque la verdad esto me duele.

— Por favor lía - Da un paso hacia mi y yo agarro fuerza de donde no las tengo y me quedo firme en donde estoy.

— Déjame en paz. Ve con tu novia y déjame por favor - Le suplico en un susurro porque eso no es lo que quiero.

— No seas terca. Te dije que necesitamos hablar - comienza a desesperarse.

— Y yo te dije que te alejes de mi - En eso miro que se acerca el bus que necesito.

Salgo rápido de allí y me monto en el bus sin mirar atrás, solo escucho su vos cuando dice lía. La ignora mientras me siento a pensar lo que a sucedido.

Tengo que dejar de pensar es esas cosas y enfocarme en lo que realmente importa. Seco una lagrima que se escapa de mis ojos.

Posesivo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora