Posesivo

Capítulo 60

Me siento cansada no puedo abrir mis ojos pero escuchar ruidos de maquinas cerca si.

Trato de abrir los ojos pero los sierro por la fuerte luz que ilumina el lugar. Poco a poco los voy abriendo para acostumbrarme a la luz y visualizo el lugar.

Ahí mucha luz las paredes blancas, una ventana estoy en una cama. Esperen, por inercia llevo mis manos a mi plano vientre y me quito la sábana que tengo encima.

El pecho se me aprieta siento un nudo en la garganta que me asfixia y me entran ganas de llorar en mis brazos tengo moretones.

— Están bien - Al escuchar esa vos ya conocida para mi me sobresalto y lo miro rápidamente.

El que veo no es mi Caled, no es el divertido, arrogante, celoso y posesivo que conozco. Es más bien un frío y destante que muy poco eh visto y me duele. Tiene su mirada perdida no me mira a la cara sus ojos ya no tienen ese brillo de siempre,están apagados y fríos.

No me atrevo a decirle nada el solo mira a la nada, su mirada luce perdida y eso me duele me duele mucho. El pecho me duele y solo me aferro más a mi pequeño que gracias a Dios todavía está con migo.

Le eh vuelto a fallar, le eh vuelto a ocultar las cosas. ¿Porque soy tan tonta y me equivoco siempre con el?. ¿Porque no le pude decir antes porque me espere tanto tiempo para decírselo?.

— Voy por la doctora - Es lo único que me dise antes de salir de la habitación sin mirarme.

Me duelen sus crudas palabras su distancia, mi corazón se acelera y comienzan a salir lagrimas de mis ojos, me las limpio con dolor mientras toco mi vientre. Este dolor en mi pecho es insoportable.

— Si ya a despertada la mamá - Dice alegre la doctora cuando entra seguida de Caled.

— ¿Cómo está mi bebé? - Mogró formular mirándola a los ojos para que me diga la verdad.

— ¿Tu como te encuentras? - Me pregunta y eso me alarma.

— solo quiero saber cómo está - comienzo a alterarme.

— Vamos cálmate.. afortunadamente tu hijo está bien, aún sigue con tigo - Eso me tranquiliza un poco.

— Se aferra a ti cada día. No te quiere dejar, va ser un niño muy fuerte - Dice revisando la intravenosa que tengo.

— Tienes que guardar mucho reposo. Es aconsejable que te quedes esta noche para supervisarte y ver cómo pasas las siguientes horas.

Asiento sin decir nada.

— Bien los dejo.. luego pasó a supervisarte - Vuelvo asentir y sale de la habitación.

Él sigue recostado en la pared donde lo mire hace rato. No dice nada y yo no sé cómo empezar hablar. La garganta se me seca.

— A.. Amor. Y. Yo - No se me entiende nada carraspeo y él habla.

— ¿Porque? ¿Porque me lo ocultaste? ¿Porque no me hablaste? ¿Porque maldita sea?.

Su vos sale grabe, trata de controlar el enojo pero no puede sele ve a poros y lo entiendo.

— Yo - No encuentro palabras en este preciso momento.

— Trató de darte todo. Te brindo mi amor todos los días. Trato de comprenderte de apoyarte de estar para ti siempre de cuidarte y protegerte y tu me pagas así - Sus palabras duelen pero son Ciertas.

— Amor yo.. No sabía cómo decírtelo - Logró articular mientras lágrimas resbalan por mis mejillas y me tiembla el labio inferior.

— Amor ni una mierda lía. Siempre va hacer así siempre va hacer lo mismo. Tanto te cuesta decirme lo que pasa. Es que no confías en mi ok.

No digo nada solo miro a el piso mientras lloro.

— Me viste la cara de idiota más de una semana. Nos mentiste descaradamente a Carmen y a mi sobre lo que tenías. Te pregunté que tienes que te pasa porque actúas así. Compartamos la carga entre los dos pero tú decidiste callar y que me enterara de la peor forma. Nunca pensé en enterarme del embarazo de mi mujer por culpa de un maldito accidente. Asta cuando me lo pensabas ocultar.

Solo callo mientras sollozo.

— Respóndeme lia - Yo niego mientras sigo llorando.

— T.. Tu.. Dijiste, que no.. Querías hijos - Digo entre sollazos.

— ¿Te preguntaste porque?. ¿Me lo preguntaste?.. ¿Me lo preguntaste tan siquiera una maldita ves? - Niego mientras él camina de un lado a otro y se posiciona frente a mi en los pieseros.

— No quería perderte joder. Temía que si teníamos un bebé tu solo le prestaras atención a él y todo tu cariño se desbordara hacia el - Me siento horrible soy la peor persona del mundo cómo no me di cuenta.

— No pensaba en la idea de compartirte. Te quería para mi sola, no quería intruso entre los dos - Un sollazo fuerte escapa de mi boca.

— Me duele tanto que actúes de esa forma.. ¿Dime cómo más quieres que te demuestre lo que siento por ti y te juro que trato de hacerlo? - Mi llanto no cesa y mi cabeza comienza a doler.

— P.. Perdóname te lo suplico - Digo entre llantos y sollazos.

— Siempre es así.. Te eh dicho que prefiero que me digas las cosas en la cara o como sea a qué me entere por otra parte solo te eh pedido eso - Le da un puño a la pared.

— Sabes el susto que me dio cundo me informaron de tu accidente. Mi mundo se detuvo me faltaba el aire no sabía que hacer sentía que moría. Me corazón se partió cuando te mire en el piso llena de sangre y desmaya.

— Diez malditos escalones lía. Diez. ¿Sabes que sentí?. Si tan siquiera hubiera sabido del embrazaron juro que eso no hubiera pasado - Nunca en mi vida lo había visto tan mal. De sus ojos salen lagrimas de dolor, tristeza, decepción, enojo, furia de todo menos alegria.

— A. Amor perdóname - Vuelvo a decir mirándolo pero el me rechaza con sus hermosos ojos.

— Eso no es amor lía. No lo es - Grita ya perdiendo la calma la cual trató de tener por mucho rato y golpeando la pared.

— Yo.. Te lo iba a decir hoy - Me digo ya no sintiendo el aire.