Capítulo 15

3.3K 164 2
                                    


A pasado ya una semana desde que me besé con caled. El actúa como si no hubiera pasado nada solo nos saludamos y ya pero cuando estoy con Giorgio no se que le pasa destruye todo da golpes a su casillero y en todo lado no sé si es por problemas que esté pasando, yo creo que es raro ya que siempre actúa así cuando estoy con el.

Mis padres ya están bastante recuperados y ya volvieron a su trabajo. Voy muy bien en la universidad y ya falta solo un mes para terminar mi carrera qué emoción.

Jacod me a buscado una ves más pero esta ves le fue muy mal ya que ese día estaba con mi mejor amigo y pues como casi no le cae bien y cómo él me engaño le dio una paliza que Dios mío no sabía que hacer si aplaudirle o regañarlo.

— Donde piensas trabajar cuando termines tu carrera - Me saca de mis pensamientos Giorgio, eh salido a cenar con él ya que mi mejor amigo me lo presento y es un cansón de primera conque debo de buscar el amor y pues nos organizo esta cena para los dos.

— La verdad no sé todavía. Supongo que en donde salga. Y tu que piensas hacer.

— Buscar trabajo en las mejores empresas de economía.

— Que bien - Él asiente con su cabeza y yo prosigo con lo que tanto eh pensado para decirle.

— Giorgio - El me mira para que prosiga — Eh. Yo quería decirte que en verdad no estoy y ni busco una relación cómo lo dice mi mejor amigo - El suelta una risita.

— Eso ya lo sé, y además no eres tampoco mi tipo - Me quedo mirándolo y él prosigue.

— Quiero decir, me van mucho los brazos fuertes piernas duras y unos abdominales para morirse - Me quedo boquiabierta con lo que acabo de escuchar nunca pensé que fuera.

— Eres bisexual - Ago la pregunta sin retenerla.

— No pero si gey - Lo dice como si eso fuera lo más obvio posible.

— No pareces déjame decirte, y él lo sabe - Me refiero a Elliot ya que me lo estaba metiendo asta por los ojos.

— Si pero no me cree - Dise aún con una sonrisa.

— Bueno cómo ya creo que todo está resuelto entre los dos solo quiero decirte que seamos amigos - Le digo con una sonrisa de lado.

— Por su puesto que si, me caes muy bien - Dice con una ligera sonrisa que me contagia.

— Que vamos a cenar. nuestros cafés ya se acabaron a hora si sigue la cena - Le digo emocionada a un sonriente Giorgio.

— Ay si muero de hambre - El levanta la mano y rápidamente se acerca una chica de pelo rojo.

— Nos puedes traer dos de tus mejores platos - Dice Giorgio una ves la chica está a nuestro lado, ella asiente y se va.

— ¿Quieres que te diga algo? - Pregunta de la nada Giorgio y volteo a mirarlo.

— Dime - Le digo para que prosiga.

— Amo tu cabello huele muy rico, puedo tocarlo - Yo asiento con mi cabeza y él se levanta de su silla y se acerca a mi por un lado, rápidamente coje mi cabello y lo huele mientras lo toca.

Me da un leve beso en la mejilla antes de comenzar a retirarse. En eso escucho esa peculiar vos roca detrás de mi.

— Lía. Necesito hablar con tigo - Habla entre dientes, rápidamente volteo mi vista hacia su dirección para encontrarme con un enojado Caled.

— Disculpa pero estoy en medio de una cena así que podemos hablar después.

— Necesito hablar con tigo ahora. es que no entiendes - Su forma de hablarme me enojo pero que se cree ese imbecil para hablarme así.

— Que parte de estoy en una cena no entiendes - digo ya enojada, el solo me ignora mientras me sujeta del brazo haciéndome levantar de mi silla.

— No entiendes que está cenando. no puedes hablar con ella otro día - Pregunta un ya irritado Giorgio.

Me está arrastrando a la salida y yo lucho por zafarme de su agarre pero es inútil me estoy es lastimando.

— Suéltame.. Me lastimas idiota - Le digo una ves que logro zafarme ya en la salida, él me sigue ignorando.

Veo que se agacha y me coge de las piernas para montarme en su hombro como si fuera un bulto de papas, pone una mano en la parte baja de mi vestido para que este no se suba.

Comienzo a patalear y darle puño en la espalda pero este no se queja no hace ni un solo sonido parece una roca.

Una ves llegamos a su auto me sentó en el lado del copiloto poniéndome el cinturón de seguridad, rápidamente rodio su auto y entro a este para comenzar ah manejar.

— Que hacías tu en ese lugar y para que quieres hablar con migo no te podías esperar asta mañana - Digo una ves vamos en silencio quien sabe donde.

— Primero fui por ti. segundo si quiero hablar con alguien lo hago en ese preciso momento no me gusta esperar - Dice como si nada.

— Bueno ya me tienes aquí que quieres hablar con migo - Él suspira fuerte.

— Por ahora primero vamos a cenar - Dice con simpleza, decido ignorarlo y pongo mi vista en la ventana para ver las calles.

Llegamos a un hermoso restaurante, él aparca el auto a un lado baja de él y yo hago lo mismo siguiéndole el paso.

Nos sentamos en una mesa algo alejada de los demás, al poco tiempo trajeron unos platos con una exquisita comida.

Aún no hablamos el no quiere acabar con el silencio a si que porque habría de hacerlo yo, ignorando que está allí comienzo a comer ya que me atraso mi cena.

Que pena con Giorgio el haberlo dejado así ni me pude despedir de él, le tendré que dar una explicación mañana ya que no tengo su número a un.

— Que tienes que ver tu con ese idiota - No sé si tomarlo como una pregunta o un reclamo.

— No te debo ninguna explicación de mi vida privada - Le digo ya irritada por su forma de ser.

— Claro que si, ademas ese idiota no me agrada - Pero quien se ah creído este.

— Pero que te estás creyendo tu. Acaso eres mi dueño para decirme con quien salir o quien es agradable para ti.

— No lo quiero más cerca de ti - Ignora mis preguntas por completo.

Decido no responderle por qué no pienso dejar esta maravillosa comida por discutir con él de algo que realmente a él no le incumbe.

Posesivo Onde histórias criam vida. Descubra agora