Capítulo 16

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Me encuentro ya en la entrada de mi departamento, Caled me ah traído y a subido para dejarme en la puerta como si me fuera a perder.

Decido buscar las llaves de la puerta mientras él sigue detrás de mi sin pronunciar ni una palabra aún. Abro la puerta estoy a nada de entrar cuando su vos me detiene.

— Espero que te mantengas alejada de ese idiota - Decido encararlo para decirle unas cuantas cosas.

— No eres nadie para decirme eso - Sentenció mirándolo enojada.

— Lía - Dice en advertencia con vos dura y fría pero yo decido ignorarlo.

— Lía, ni un carajo ya te dije que no tienes derecho de decirme eso ni mucho menos prohibirme algo. eres idiota o que - El me fulmina con su mirada.

— Porque eres tan terca - Dice desesperado.

— Y tu un idiota pre... - no me deja terminar cuando siento sus labios contra los míos, no demoro mucho en correspondérselo.

Es un beso salvaje con rabia, necesidad y posesividad me agarra fuerte de la cintura y me pega a su pecho.

Su olor me vuelve loca seguimos besándonos el da un liguero mordisco en mi labio que me hace gemir. siento una Laguna en mis bragas.

Nos separamos por falta de aire él pega su frente a la mía y esboza una ligera sonrisa, se ve tan sexy. Se separa más de mi nos quedamos en una lucha de miradas.

— Quien te crees tu para besarme cuando te de la gana - Le digo recomponiéndome y porque siempre hace lo mis parece como si me estuviera utilizando.

— Descansa y has caso a lo que te dijo chica terca - Vuelve a ignorar mis preguntas y decide largarse como siempre.

— Menudo idiota - Susurro más para mi que para él cuando se mete a el ascensor.

Me encuentro en la última clase que tengo y estoy agotada ya que anoche no pude dormir pensando en lo qué pasó con Caled y su forma de ser tan posesivo si ni siquiera tenemos algo tenia que arreglar eso.

Le pedí disculpas a Giorgio, el solo me dijo que no pasaba nada y que le encantaba cuando Caled se enojaba y miraba como se les notaba las venas. Que loco es mi amigo.

Por otra parte Elliot no dejó de hacerme pregunto acerca de la cena con Giorgio, solo le respondí una que otras cosas.

Ya me encontraba en la salida con Giorgio, Elliot y su novia Isabella que me agrada mucho.

— Que les parece si mañana salimos de fiesta ya que es viernes - Dice un emocionado Giorgio.

— Sería una buena idea - Apoya Elliot besando a su novia.

— Que les parece chicas.. Se unen. Pregunta Giorgio.

— Está bien - Habla Isabella que todavía se sigue besando con Elliot.

— Y tu que opinas lía - Pregunta Elliot una ves deja de besar a su novia.

— Bueno yo la verdad no se. En ese momento la figura de Caled se hace a un lado de mi visión - Luce enojado, aunque él siempre lo está.

— Anda lía no seas aguafiestas - Debate Giorgio con un adorado puchero.

— Lo pensaré - Les digo a todos mientras que Giorgio bufa, me le acercó y le dio un beso en la mejilla.

Volteo mi vista para despedirme de Elliot y su novia también. Pero en ese entonces mi vista se cruza con la de Caled otra ves que me mira enojado eso si es que se le puede decir.

Se ve súper enojada, demasiado cabriado diría yo. Puso su mirada dura y fría la verdad es que me estaba asustando.

Veo que el bus qué pasa por la cafetería esta por llegar a nuestro lado así que me despido rápidamente de ellos y voy para alcanzarlo.

No quise caminar ya que cuando me llega la regla cualquier cosa me causa doler. Tampoco quería molestar a mis amigos.

Estoy trabajando y la verdad que no se pero este día se me está asiendo largo y algo cansón, la regla de verdad me pone de malas pulgas.

— Laura te gustaría salir mañana con unos amigos a una fiesta - Le pregunto a una ocupada  Laura igual que yo.

— Si, claro sabes que amo salir de fiesta - Sabía que iba a decir eso ya que siempre que me invita es así. La mayoría de las veces eh desechado su invitación.

— Bueno le escribiré a mis amigos - Antes de hacer eso termino de limpiar una mesa y atender otras.

      Llevaré a una amiga del trabajo

Ese fue el mensaje que le mande a mi mejor amigo una ves estaba en mi hora de descanso. Había llamado a mis padres y se encontraban bien.

No hablamos mucho ya que estaban trabajando y tenían muchas cosas que hacer. Decido volver a mi labor una ves acaba mi descanso.

Ya es hora de salir, me despido de mi amiga y decido ir a coger el bus que me deja Cerca de casa.

Llego a mi departamento me voy a dar una ducha con agua caliente que la necesito,cuando salgo me tomo dos pastas para el dolor mientras pongo música.

Paso más de una hora arreglando mi casa, me hice una rica sopa mientras hacía mis deberes.
Estaba a punto de servirme ya que había terminado todo cuando se escucha el timbre.

Quien podrá ser a estas hora, me pregunto porque mi mejor amigo no me a escrito que viene a él igual que Giorgio.

Al abrir la puerta me encuentro con esos hermosos ojos azules como el mar que me miran con intensidad y algo de enojo.

— Qué haces tú aquí - Le digo una ves nos miramos de arriba abajo.

— Que bonita forma de saludar - Dice con sarcasmo. Decido ignorarlo diciendo.

— No estoy para bromas ni mocho menos para tu posesividad - El suelta una risita que en otros momentos me hubiera gustado pero ahora con mi amigo Andrés no estoy de genio para nada.

— No me dejarás pasar - Pregunta ignorando mis palabras como siempre. Que bipolar es, se veía enojado y ya está como si nada.

— Enserio no estoy de genio Caled que quieres - hablo irritada.

— Calma fiera, déjame pasar - insiste pasando por mi lado. Bufo serrando la puerta y siguiéndolo.

Si este chico sigue así no se que será de mi porque estoy súper enamorada de él, aunque no lo note y si lo hace pues es muy buen actor ya que no dice nada ni demuestra nada.

— Quieres sopa, eh preparado para mis dolores - Mierda que as dicho lía, no sé qué me pasa cuando estoy con el que digo las cosas así sin el preguntar.

De verdad estoy mal.

— Qué pasa. que tienes - Me preguntas cuando termino de decirle eso, pongo mi vista en el suelo de lo avergonzada que estoy.

— No nada. Bueno té sirvo si o no - Cuestionó ya que no dice nada esperando respuesta de mi parte.

— Si. Pero dime primero que tienes - Insiste algo preocupado.

— No es nada - Me dirijo a la cocina pero el me detiene del brazo.

— Que me digas que tienes joder - Habla desesperado.

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