Posesivo

Capítulo 29

— Puedes elegir para los dos - Le pregunto algo avergonzada por qué no se que pedir.

— No sabes qué pedir - Asiento con la cara más que roja de la vergüenza.

— Está bien - Vuelve a levantar la mano para que se acerque el chico y le diga nuestro menú.

Después de unos minutos llega la cena y la verdad se ve increíble se llama Carne a la stroganoff y la verdad sabe muy rica.

Terminamos nuestro plato y nos traen un postre de chocolate Mmm que rico, seguimos comiendo asta que terminamos y solo estamos con las copas de vino.

Siento su mirada y se que ya me va a decir lo que tanto le está costando, lo miro y me dejo perder en esos ojos azules como el mar, tienen un brillo que muy poco les veo.

— Necesito decirte algo lía - Me dice con su vos ronca.

— Si - Le hago una seña para que prosiga.

— En este tiempo que eh estado con tigo me e sentido muy bien.. - Hace una pausa y prosigue — Me gustaría que fueras mi novia.. no soy bueno con las palabras ni nada de eso solo se que te quiero a mi lado - Como si necesitara hablarme con sus gestos es suficiente.

— Claro Caled si quiero ser tu novia - Le digo emocionada ya que por fin acepto sus sentimientos y aunque le cueste me los está diciendo.

Él se acerca a mi para darme un beso que recibo gustosa a él igual que respondo, es un beso de amor como queriéndome decir todo con el beso.

Nos separamos por falta de aire y el me mira diciendo — Otra cosa lía, no me gusta que me oculten nada es mejor enterarme por la misma persona que por un tercero - Eso lo dice más que serio y determinado.

Asiento y el prosigue.

— Quiero que nos contemos todo por más difícil que sea tenemos que hablar o si no. Esto no va a funcionar - Me siento mal por lo que me acaba de decir, ahora si tengo que decirle que voy mañana para su empresa.

— Está bien Caled.. seremos solo tu y yo - Antes de que me pueda interrumpir prosigo.

— No habrá secretos entre nosotros y por eso te voy a decir esto - Respiró profundo antes de comenzar.

— Tengo una entrevista mañana.. en tu empresa - El me mira sorprendido mientras levanta una ceja.

— Me alegra.. pero qué raro que no allá escuchado nada de eso - Se pregunta así mismo.

— Bueno el viernes me llamaron y me dijeron que tengo una entrevista a las siete de la mañana el lunes en la planta quince - El me mira incrédulo para después mirarme serio.

— No vas a ir - Qué. El habla con vos dura y enojada.

— ¿Que? porque - Le pregunto aún sin comprender.

— No y punto.. si es posible yo te buscaré trabajo - Pero que está pasando porque se pone así.

— Qué pasa Caled... obvio tengo que ir a la entrevista y si no me aceptan pues busco otro trabajo - El me mira como si tuviera dos cabezas.

— Ya te dije que no lía - Dice Cerrando el tema pero yo no estoy conforme a su decisión.

— Pero que te está pasando Caled.. claro que voy a ir - El me mira enojado y yo también pues no entiendo sus arrebatos.

— No irás - Nos quedamos en peleas de miradas asta que solo exploto.

— Porque me prohibes las cosas sin tan siquiera me dices el porqué.. Ni creas que no voy asistir a mi entrevista solo porque se te dio la gana de negarte - Con eso me levanto dispuesta a salir del lugar. Me enoja que se ponga en ese plan, decido buscar un taxi pero no veo ninguno.

— Lía - Escucho su vos pero ni me inmuto a mirarlo estoy enojada con él.

— Discúlpame si.. no quería hacerte enojar - Escucho en su vos la sinceridad y culpabilidad.

La verdad es que no puedo pasar tanto tiempo enojada con él y eso no está bien porque así se queda acostumbra que la caga se disculpa y seguimos cómo si nada.

Así que decido no hablarle y montarme a el auto que ya está esperando por nosotros. Vamos en un incómodo silencio después de estar todo bien.

El camino a casa fue la verdad muy sepulcral ninguno de los dos quiso dar su brazo a retroceder, en todo el camino no hablamos el estaba concentrado en la vía y yo viendo por la ventana.

Estamos en la puerta de mi departamento nos miramos fijamente la verdad no veo nada en sus ojos esta ves no sé si está enojado o no.

Quisiera hablarle pero no puedo la vos de Elliot me invade la mente "no hables tu primero cuando fue él quien se equivocó. Espera unos buenos minutos para hablar si no lo hace el, el orgullo no ayuda en nada" como estraño a mi mejor amigo.

Ese es uno de los muchos consejos que dio no quiere que nade me lastime de nuevo.

— Descansa - Le digo dándole la espalda para entrar a mi departamento pero el me detiene como siempre del brazo.

— Por favor lía no quiero seguir de esta forma con tigo.. Ve a tu entrevista no me interpondré más - Me dice tomándome de las manos y mirándome con sus hermosos ojos.

— Yo tampoco quiero estar así con tigo Caled.. pero entiende que no puedo dejar la entrevista por que solo me digas no - El asiente pegando su frente con la mía y rosando nuestras narices.

— Me haces feliz Caled - Con eso uno sus labios con los míos en un beso suave que poco a poco se va volviendo salvaje y pelea de nuestras lenguas.

Ninguno de los dos quiere dejar que el otro lleve el control. Siento como él al fin me mete la lengua asta la garganta, nos separamos aún con nosotras frentes unidas y tratando de controlar nuestras respiraciones.

— Y tu a mi - Me dice cuando su respiración ya está bien.

Nos despedimos y él espero que entre para irse. la verdad fue muy bien el a verle dicho lo de la entrevista prefiero esto qué pasó a qué hubiera pasado en la empresa.