Alguien para ti

La Navidad de Óscar

*** Para leer después de haber leído el libro 'Alguien Para Mí' ***

+++En el libro 'Alguien Para Mí' hay cambios con respecto a la temporada 2 de Wattpad, por lo que este especial de Navidad, aunque se puede leer si solo has leído Wattpad, tiene más sentido si has leído el libro+++

La Navidad siempre llega sin que te des cuenta. En serio. ¿No os ha pasado que un día es quince de septiembre, cierras los ojos un segundo y, cuando los vuelves a abrir, de repente es 24 de diciembre? ¿No? ¿Solo a mí? Supongo que soy el bicho raro de la historia, qué os voy a contar a estas alturas. Esa Nochebuena desde luego que fue rara, las cosas como son. A ver, rara. No hubo una invasión zombi ni nada por el estilo. Pero fue la primera en mi vida que pase sin... bueno, sin mis padres. ¡Decisión suya, no mía! Todo ha sido decisión suya. Y aunque con mi madre esté en proceso, tener lejos a mi padre me haría mucho bien, de eso no había duda. Aunque en el fondo, pues qué queréis que os diga: los echaba un poco de menos.

-¡Óscar! ¿Pero cuánto te queda? -me gritó Aurora desde el salón.

-¡VOY! -Madre mía las prisas. Yo que pensaba que iba a pasar Nochebuena en pijama, y oye, ahí tenía que ponerme superelegante. ¿Para qué? Si solo íbamos a ser tres personas y ya. Movidas extrañas de Aurora. Llevaba solo unos días viviendo con ella y aún no me había acostumbrado.

Sabía que esa noche iba a ser especial, pero también rara. Íbamos a pasar la Nochebuena con varias amigas de Aurora. Había tomado la decisión de alejarse esas Navidades de la familia, básicamente porque estaría mi padre. Y oye, genial decisión. Pero claro... yo no conocía a nadie, y he de ser sincero: pasar esa noche lejos de la familia, pues me daba un poco de pena. Aunque claro. Estaba también el chungo de mi tío Emilio, o los ataques que le daban a mi abuelo, que parecía que a veces viviera en el Pleistoceno. Aun así, me gustaban esas noches. Así que bueno, sí, iba a ser raro.

Y, mientras me estaba cambiando de pantalones, la puerta se abrió de golpe y no supe ni siquiera reaccionar. Me quedé en blanco, por los pantalones por los tobillos y cara de flipar.

-¡Ha desaparecido la estrella!

-¡LLAMA ANTES DE ENTRAR! -dije, con la vergüenza por las nubes.

-Óscar, cariño, que te he visto desnudo.

-¿¡CUÁNDO!?

-¿Tú has visto la estrella? -me preguntó, nerviosa.

-¿Qué estrella? -Mierda.

-La del árbol. ¿La has visto?

-Eh, ¿no está puesta? -Uy, tengo algo que contaros.

-Si estuviera puesta, no te preguntaría por ella. Que no estoy tan loca aún, Óscar, por favor.

-¿Pero qué pasa con esa estrella?

-Me la regaló Laura. Nuestra primera Navidad juntas. Y viene esta noche, con su hermana y sus sobrinos, y es como una tradición darnos un beso junto a ella...

-¿Junto a su hermana? -dije, poniendo cara de circunstancia.

-¡Junto a la estrella! Hazme un favor. Búscala luego, que estuvisteis poniendo el árbol Pablo y tú... -Ahí está lo que no os había contado.

-Vale, vale. Pero si me dejas vestirme primero...

-Sí, sí. Bonitos calzoncillos, por cierto. Muy navideños -y salió del cuarto cerrando la puerta.

Pues sí, los calzoncillos eran preciosos, con arbolitos de navidad y tal. Pero que me dijera eso mi tía... qué palo. ¡Bueno, lo que no os he contado! El otro día vino Pablo a casa y pusimos juntos el árbol de Navidad. Así que sí, sé dónde está la estrella. BÁSICAMENTE PORQUE SE LA REGALÉ A PABLO. Os cuento, os cuento.