Antes de salir de la clase, Mr Hitler nos entrega uno a uno los resultados de nuestros exámenes sorpresa.
-Estoy bastante decepcionado- dice, como si nos importara-. Taehyung Chi ha sido el único en haber sacado una puntuación de 25/25.
Lástima que Ty no esté para escucharlo.
Cuando paso frente al profesor y me extiende mi examen, lo agarro con rabia y le lanzo una mirada tan mala que tendría que ser considerada ilegal.
Una vez en el pasillo, oigo a Daisy soltar un bufido de molestia.
-Chirriones, ¡He reprobado!- exclama, arrugando su examen sin ni siquiera comprobar sus errores-. Si lo descubre mi padre, me va a matar.
-Mi padre nunca me dice nada si saco mala nota- confieso, dirigiéndome hacia mi aula de filosofía-. Está convencido de que las notas son solo parámetros sinsentido creados para convencer a los estudiantes de que su inteligencia es inferior.
-Amo a tu padre...- suspira Daisy con aire soñadora, y las dos nos echamos a reír.
-Eso ha sonado muy mal...- me burlo, dándole a mi amiga un golpecito en el hombro.
-Ya, pero es la neta. Es fan de Harry Potter y no cree en el sistema educativo, ¿Qué tiene de malo?
-Bueno, por ejemplo que basa mi alimentación en tacos al pastor y salsa Valentina- puntualizo, y a mi mente se viene la imagen de Chris engullendo comida mexicana en mi cocina-. Y también que ha llenado las paredes de mi habitación con sus fotos.
-Haría tranquilamente a cambio con tu padre- suspira Daisy, levantando las cejas.
-¿El tuyo es muy estricto?
Mi amiga asiente.
-Una vez no nos hizo salir de fiesta a Eve y a mí en todo el verano solo porque habíamos reprobado español...
-Eso suena terrible.
-Lo sé. Ha sido devastador. Creo que es por eso que tengo tantos traumas- Daisy se ríe mecánicamente y señala mi examen -. ¿No vas a leer tu nota?
-No me quiero arruinar ulteriormente el día- admito.
Soy muy competitiva, por lo tanto, si no saco el máximo, en mi cabeza es como si hubiera reprobado.
Llegamos enfrente del aula de filosofía y Daisy me abraza por última vez.
-Adiós, mi hermanita del alma- dice, apartándose de mí-. Me voy a biología. Nos vemos luego en el comedor.
Trago ruidosamente. Sí, nos veremos después y le contaré de Ty. Tengo que encontrar la valentía para hacerlo.
Sonrío forzadamente.
-Hasta luego, hermanita.
Una vez en el aula, me encuentro con otros treinta adolescentes besuqueándose sobre los pupitres, haciendo el tonto y escribiendo guarradas en la pizarra. Lucas el Lanzapiedras no está, así que puedo relajarme. Volteo hacia la derecha cuando veo un brazo agitarse en el aire para llamar mi atención, y me percato de que pertenece a Chris.
-¡Enanita!- la cara de mi amigo se oscurece cuando ve mi expresión amargada-. Híjole, parece que te acaba de pasar un camión por encima. ¿Qué ha pasado?
Le cuento brevemente lo de Mr Hitler y casi me pongo a llorar en el proceso. Cuando termino, Chris frunce el ceño y me aprieta en un largo abrazo paternal.
-Es un mamón- suelta, apoyando su cabeza sobre mi coronilla-. Un verdadero mamón hijo de puta.
Me hundo más en sus brazos y emito un gemido de desesperación.
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Simplemente Vanesa
Teen FictionEs la quinta vez que Vanesa se muda de ciudad en quince años, y ya se está haciendo a la idea de que (otra vez) será "la chica nueva" y no tendrá ningún amigo. Sin embargo, su destino da una vuelta de 180 grados cuando conoce a su misterioso vecino...