3 de septiembre, 2021

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Dejábamos el amor a un lado y cambiábamos el odio por placer, me siento tan drogada cada vez que sujetas mi cintura con tus manos, porque sabes como encontrarme y hacer que me pierda en tus ojos. Aún no estoy segura si imaginabas que era ella o si realmente querías tener mi cuerpo sobre el tuyo, me amaste antes, no entiendo por qué no podrías amarme de nuevo.

Y golpeaste la pared una vez más, ahora el agujero es cada vez más desagradable, las mismas discusiones te hacían perder la cabeza, aquellas que terminaban sacándome de tu casa con la ropa sobre mi hombro derecho.

Olvidé uno de mis escritos sobre tu mesa antes de que decidieras echarme, antes de que pudiera besar tu cuello una vez más, antes de que me permitieras explicarte por qué escribí esto, antes de inventar una excusa y fingir que no todo se trata sobre ti.

Los poetas malditos nunca mueren IVOnde histórias criam vida. Descubra agora