Para bien, logré enamorarme de un príncipe que me llevó a visitar los paraísos más lluviosos sin bajarme de la cama, que me hizo darme cuenta que mi corazón es capaz de hablar por mí, que me hizo conocer los sentimientos más alocados y escalofriantes, que me abrazó en aquella noche de octubre o de mayo, que sujetó mi mano cuando estaba por caer y me dejó vivir una vida a su lado.
Para mal, logré enamorarme de un príncipe que me llevó a visitar los paraísos más lluviosos sin bajarme de la cama, que me hizo darme cuenta que mi corazón, a pesar de estar roto, es capaz de hablar por mí, que me hizo conocer los sentimientos más deprimentes y nostálgicos, que me abandonó en aquella noche de marzo, o de junio, o de septiembre, o de noviembre, que soltó mi mano cuando estaba por caer y que no me dejó vivir una vida, porque decidió detenerme antes de poder irme.
Para mí, fuiste el peor momento que viví y odio tanto el sentimiento de culpa que tengo cada vez que recuerdo que me enamoré.
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Los poetas malditos nunca mueren IV
PoetryLos poemas que te escribí son aquellas razones por las que viví, ahora que he escrito suficientes, me pregunto si algún día los leerás para mí...
