El amor no debe ser peligroso, el amor no debe lastimarte, las estrellas deberían brillar más y hacernos olvidar el fuego por el que caminamos.
Ignoraste mis sentimientos, pero seguía deseando que vinieras y me hablaras de lo silenciosos que fueron nuestros besos, que aún los recordabas y le preguntabas a la luna si podías repetirlos, porque todos no fueron suficientes, porque pude haber muerto por ti y cambiaste los planes.
Ya no recuerdo como eran mis ventanas, si la pared sigue siendo rosada o si algún individuo decidió pintar sobre mis escritos y ocultar mi dolor. Ya no recuerdo el aroma del sofá, si la cafetera sigue encendida o si algún individuo decidió pintar sobre mis escritos y ocultar lo poco que queda de mí con vida.
Apagaste la única luz que estaba frente a ti, la apagaste con tus manos, golpeando el interruptor equivocado; aprendí que lo nuestro nunca fue amor, sólo estuvimos fingiendo que sentíamos algo.
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Los poetas malditos nunca mueren IV
PoesíaLos poemas que te escribí son aquellas razones por las que viví, ahora que he escrito suficientes, me pregunto si algún día los leerás para mí...