Ahora que hemos terminado y que nuestra historia no tendrá más escritos sobre visitas al parque, con las hojas cayendo frente a nuestros ojos o las noches tan oscuras en las que mis lágrimas y la lluvia mojan mis zapatos, aprendí que las semanas son más cortas cuando estás enamorada y más largas cuando estás destrozada, viendo hacia ningún lado con el maquillaje golpeando tus mejillas.
Curabas tus heridas y dejabas que las mías fueran cada vez más profundas, te gustaba ver a mi cuerpo lastimado y a mi corazón roto, jamás tuviste una sola noche tan fría y triste, porque encontrabas la manera de no ser el lastimado, reflejabas tus errores y chocaban con mis debilidades, mantenías tus prioridades sobre la torre y me dejabas deseando ser una de ellas.
Escondías el arma, pero me hacías bajar la guardia cuando la bala estaba a punto de atravesarme, mantenías tus prioridades sobre la torre y ahora que ya no puedo ser parte de ellas, espero que las balas que alguna vez disparé logren derrumbarte.
ESTÁS LEYENDO
Los poetas malditos nunca mueren IV
PoetryLos poemas que te escribí son aquellas razones por las que viví, ahora que he escrito suficientes, me pregunto si algún día los leerás para mí...