Conociste la forma en que me gusta preparar la pizza, los ingredientes que olvido colocar y la taza en la que siempre me sirvo café helado. Conociste los lugares de mi cuerpo que nunca habían sido besados y los pintaste de tu sabor, desde mi mejilla izquierda hasta el lunar en mi pecho. Conociste los colores que me recuerdan a ti, el aroma que me recuerda a ti, las fotografías que me hacen quererte cerca y los recuerdos que conservo conmigo. Conociste a mi familia en una tonta cena de navidad, la forma en que reímos sobre la mesa, los susurros que te dije y lo cómoda que es mi cama después de una larga noche. Conociste mi cabello corto, cuando la tristeza lo pintó azul, cuando lo dejé crecer de nuevo y cuando lo acariciaste en junio, aún lo recuerdo. Conociste a cada uno de mis demonios y bailaste con ellos, hasta que apareció una nueva chica y te fuiste antes de que se acabara la canción, dejaste mis recuerdos, olvidaste lo que fuimos. Conociste mi corazón, la manera en que se aceleraba cuando lo abrazabas y sentiste su último latido antes de que se detuviera, antes de que dejara de amarte.
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Los poetas malditos nunca mueren IV
PoetryLos poemas que te escribí son aquellas razones por las que viví, ahora que he escrito suficientes, me pregunto si algún día los leerás para mí...