30 de marzo, 2022

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Sentí aquel golpe de primavera, susurrándole a los pétalos las frases que sólo a ti te escribí. Olvidé una blusa amarilla sobre tu cama, pero no te preocupes, nunca me agradó, puedes quemar mis esperanzas y abandonar la blusa después.

El escalofrío era cada vez más notable, tus manos eran el veneno que mis mejillas necesitaban, pero las pastillas siguen siendo una mierda y sólo quiero volver a verte si piensas pedir disculpas, tal vez en otra vida.

Careces de lamento, pero excedes el límite sobre todas las cosas que pueden provocar una grieta en el pavimento, te extrañaré hasta que vuelvas y me obligues a escribir de nuevo, porque estoy cansada de hablar sobre un corazón roto cuando lo único que necesito es estar debajo de ti, sobre tu cama de nuevo.

Espero que el otoño llegue pronto y que los pétalos vuelen tan lejos que puedan gritar la mierda que te escribí, si yo no puedo hacerlo antes.

Los poetas malditos nunca mueren IVWhere stories live. Discover now