Alguien pudo haber dicho que me amaba, pero las palabras siempre terminan siendo mentiras. Alguien pudo haber escrito algo sobre mí y me aterra saber que no voy a poder leerlo.
Duermes en tu sala para no tener que entrar a la habitación, para no imaginarme recostada en tu cama con mis anteojos mirando tus ojos. La alergia de otoño siempre aparece en miércoles y se queda hasta que la piscina se vuelve a llenar, las pastillas no logran curarte, la piscina no piensa llenarse. Seis latas bajo el sofá, tus fines de semana empezaban en miércoles, recoges mi suéter en blanco y negro y cubres tu espalda, tus manos siguen frías, espero que sepas por qué.
Miras las estrellas, pero ignoras a las nubes, sabes que estoy en ambas, decides olvidarme y pedir que vuelva por un segundo, deseando haberme amado bien, queriendo mi amor de vuelta. Tuve que elegir un nuevo suéter favorito ya que tú te quedaste con el que tanto quería, pero lo dejaste caer y volviste a repetir la escena, deseando haberme amado bien, queriendo mi vida de vuelta.
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Los poetas malditos nunca mueren IV
PoetryLos poemas que te escribí son aquellas razones por las que viví, ahora que he escrito suficientes, me pregunto si algún día los leerás para mí...
