Las personas solían decir que te conocía, pero no tenía idea de la persona que eras cada vez que te molestabas, no lograba descifrar con cual de tus versiones estaba besándome cada noche. Dudaba de mis emociones y de lo falsas que decías que eran, me sentía envuelta en tus brazos, pero jamás lo hacías, envolvías mi sombra en promesas que en algún momento dejaron de serlo y se convirtieron en polvo. Estoy cansada de esta mierda y de tu deseo de acabar con las últimas páginas que quedaban por escribirse, hacías del sonido una habitación incómoda y de mis pensamientos un dolor de cabeza. Nos llamábamos por las noches, pero mi corazón se cansó de escucharte hablar y tú te cansaste de tenerme a tu lado, destruiste mi imagen y yo cuidé la tuya, dormiste en mi cama y yo ya no estaba ahí, me pediste disculpas y yo ya no estoy aquí.
Nos llamábamos por las noches, ahora que mi teléfono suena, te preguntas por qué ya no puedo responderte.
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Los poetas malditos nunca mueren IV
PoetryLos poemas que te escribí son aquellas razones por las que viví, ahora que he escrito suficientes, me pregunto si algún día los leerás para mí...
