Los poetas malditos nunca mueren IV

"Mercurio se convirtió en mi callejón favorito"

Agotada de seguir muerta, pero es lo único que obtienes cuando tu corazón se marchita junto a las violetas que olvidaste cuidar, llorando por un hombre cruel, Mercurio se convirtió en mi callejón favorito, buscando las piezas de una vida que se acabó hace unos cuantos meses, mintiéndome y mintiéndonos, aprendiste cómo hacerlo, no quiero sentarme sobre tu regazo si volveré a salir herida, pero extraño besarte en la última parada del autobús, los signos son un invento estúpido, igual que la muerte, igual que las horas, preguntándole al cielo si lo volveremos a ver algún día, recostados sobre el mismo pastizal, interpretando las señales de la peor manera, aprendimos cómo hacerlo.

Espero que el último capítulo no haya terminado aún, porque la noche es fría y siento como me olvidas con cada suspiro de hielo, estropeaste las violetas y todo lo que dejé junto a ellas, apuesto que tu ascendente no puede explicar lo mierda que fuiste, porque los signos son un invento estúpido, buscando lo que la vida se llevó de mí por el callejón, Mercurio retrógrado.