Secretos de Sangre

Capítulo 2 : "Hogar"

—¡Por fin! —Dije mientras pasábamos junto al cartel de bienvenida del pueblo, el cual tenía encima un cuervo que alzó el vuelo al ver el auto pasar.

—Bienvenida a Aston —Dijo mi madre sonriente.

Por la ventanilla observaba emocionada cada detalle, no era un pueblo fantasma como me imaginé. Antes de venir, mamá me comentó de este pueblo con la esperanza de que cambiara mi opinión acerca de mudarnos otra vez. Me dijo que Aston era un pueblo que tenía una cultura muy peculiar y que una vez al año se abarrota de turistas por no sé qué celebración, eso me dió mucha curiosidad... pero luego me dijo que quedaba a cinco horas de la ciudad y que se encontraba prácticamente dentro del bosque Willow, así que me imaginé de que nadie querría vivir aquí.

Pasamos por una hermosa plaza, en ella había una gran torre iluminada que tenía un gigantesco reloj en lo alto. También alcancé a ver un café literario y una sonrisa se dibujó en mi rostro al ver ese lugar en especial.

—¡Mira! ¡Tu lugar favorito! —Dijo mamá, que sabe que con un rico café y un buen libro es suficiente para que tenga un día perfecto.

Era cerca de media noche, las calles estaban desoladas, solo alcancé a ver a un señor de la tercera edad barriendo la acera, y junto a él había un  perrito negro acompañándolo.

—Nuestra casa está en la calle Grimsby —Informó mamá mientras giraba en la siguiente curva.

Al llegar al vecindario, me percaté de que solo habían unas pocas casas, las cuales estaban adornadas con lindos jardines, muchos de ellos tenían pequeñas figuritas de gnomos de jardín entre sus flores. El pueblo tenía a su espalda el frondoso bosque, y esta calle, al ser la última, literalmente lo tenía como patio trasero.

—¡Wow! —Miré maravillada hacia la hermosa construcción que estaba frente a nosotras —¿Esta es nuestra casa? —Pregunté volteando a ver a mi madre, quien no pudo evitar sonreír al ver mi expresión de asombro.

Era una típica casa americana, de color blanco, con un gran porche, en el cual había un lindo columpio. Sus ventanas eran grandes y de cristal. La verdad siempre vivimos en pequeños apartamentos en medio de ciudades ruidosas, por eso fue que me sorprendí tanto al ver nuestro nuevo vecindario y sobre todo nuestra nueva casa.

—Tres dormitorios y tres baños —Comentó mi madre mientras abría la reja de entrada.

¡Genial! ¡Se acabaron las discusiones por quién entra primero al baño!

Entré emocionada cuando, casi muero de un paro cardíaco otra vez… Mi alma abandonó mi cuerpo y luego regresó… El perro del vecino apareció de la nada y comenzó a ladrar me furioso. Era un enorme Pastor Alemán, parecía que le ladraba al mismísimo diablo, de no ser por la gigantesca cerca blanca de madera que divide ambas propiedades, ya la historia hubiera sido otra.

—Espérame en el porche —Ordenó mi madre mientras esperaba a la vecina que estaba saliendo de su casa.

—¡Oh!—Sonrió cálidamente al ver a mamá —Tú debes de ser Tarah, mucho gusto, me llamo Alicia —Saludó la señora cálidamente.

—Disculpa a Loki, es que no está acostumbrado a ver personas nuevas por aquí —Agregó, y el perro al ver que no éramos ninguna amenaza se fue hacia la casa moviendo la cola enérgicamente.

Al ver que Loki ya había entrado en su casa, me dirigí a saludar a la adorable anciana, la cual me devolvió  una linda sonrisa.

—Sean bienvenidas —Nos desea la amable señora de cabello blanco.

Continuamos ansiosas hasta la puerta, al entrar, ví que todo era blanco, los muebles estaban cubiertos por sábanas para protegerlos del polvo y había una linda chimenea en la sala de estar...

Mamá tomó una de las cajas que tenía las cosas de la cocina, sacó una olla y un paquete de pastas y se puso a cocinar una rica cena italiana. Me senté en una de las banquetas de la isla de la cocina, y desde ahí me quedé viéndola divertida mientras ella cocinaba y bailaba al ritmo de sus canciones favoritas.

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—¿Sábes que haría cualquier cosa por tí? —Dijo seria mientras me sentaba a la mesa para comer el delicioso espaguetis

Oh, oh, ella siempre comienza así sus conversaciones serias.

—Lo último que quiero es verte sufrir, quiero que hagas amigos y que tengas una vida plena, por eso decidí que esta será nuestra última mudanza hija, así que, bienvenida a casa Eva. —Sonrió con dulzura.

—¡Espera! ¿Qué? —Me levanté de un impulso y me lancé sobre ella para abrazarla mientras que lloraba de emoción.

—Como lo oíste —Volvió a sonreír —Bienvenida a casa.

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Hola hola, bienvenidos a Aston.

Gracias por leer este nuevo capítulo

Ahora comienza todo...

No hay nada más bonito que el amor de una madre. ❤️ Ella siempre hará lo que sea por sus hijos. ¿Están de acuerdo conmigo?

¿Sáben que el señor que barría las calles acompañado de su perrito en realidad lo conozco?

Bueno es la representación de un señor que barre las calles aquí en mi provincia y verlo acompañado de su fiel mascota me da tanta ternura que quise incluirlo en la historia, de hecho, a lo largo de esta historia hago referencia a muchas cosas que me gustan o que me han ocurrido, pero no se preocupen, esto no se trata de una biografía.

¿Qué les pareció Loki? Creo que despertó a medio vecindario con sus ladridos.

Los quiero mucho ❤️, gracias por el apoyo ☺️