Capítulo 8 : " Culpable"

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—No lo puedo creer —Susurré mientras bajaba corriendo las escaleras. Mamá estaba en su habitación, por lo que no me vió salir ni escuchó el portazo que di tras salir a la calle.

—¡Idiota! —Grité con rabia, y él enseguida volteó a verme.

La rabia me corría por las venas, al punto de que obligaba a mi corazón a bombear más fuerte. Ese idiota casi nos mata a Lucy y a mí y ni siquiera fue capaz de dar la cara… Y aquí estaba parado frente a mí, con una sonrisa tan cínica que me daba repulsión.

—Bonita ropa… —Sonrió burlón, mientras que yo me miré al instante.

Salí tan rápido de casa que no me di cuenta de las fachas en las que andaba: Tenía unos shorts cortos, mi blusa con un conejito en el medio dejaba al descubierto el piercing en mi ombligo, traía mis pantuflas de conejito, y para qué hablar de mi cabello desaliñado.

—Eres un maldito imbécil ¿Quién te crees para hablarme así? —Lo reté con la mirada.

—Entonces ¿Por qué sales a la calle vestida así? —Sonrió y sus ojos verdes resaltaron aún más.

—¡Disculpa señor, casi me matas hace un rato, no tuve tiempo de verme en el espejo para salir a enfrentarte! —Grité con ironía, suerte que en este vecindario no viven muchas personas, si no ya fuese el centro de atención.

—¿Por qué querría mancharme las manos matando te? —Caminó hacia mí, acercándose tanto que tuve que alzar la vista para sostenerle la mirada —Eres tan insignificante —Sonrió a boca cerrada.

—¿Me crees estúpida? ¡Es el mismo Jeep! —Lo alejé dándole un empujón en su pecho que posiblemente no le causó ni cosquillas.

—¿Crees que soy el único que tiene un auto así? —Rió para adentro —En verdad estás necesitada de atención.

—Eres un maldito imbécil… —Mientras que yo arrugué mi entrecejo él sonrió descarado —Entonces, también es una casualidad que tú tampoco tienes chapa.

—Acabo de comprarlo…

—Eres un idiota...

—¡¿No tienes otro insulto que decirme?! —Bufó —Ya me estás aburriendo.

Diciendo esto caminó hasta la puerta de su casa con las llaves en las manos, restándole importancia a mi presencia. Lo cual me enfureció aún más, la sangre me hervía de solo verlo actuar así, por lo que lo seguí con rápidos pasos, ya que los pasos de él eran el doble que los míos. En el momento en que iba a entrar me le colé por debajo de su brazo y entré en su casa; un lugar bastante oscuro, con paredes grises oscuras y muebles azul marino casi negro, sin tanta decoración, sin tanta familiaridad… solo soledad.


¿En qué estás pensando Eva? ¿Te volviste loca?

Mi voz interior me gritaba que saliera de ahí corriendo, pero yo no hice caso, en realidad, nunca le hago caso. Fue tan grande la sorpresa de Luke que su rostro lo delató. Era obvio que no se esperaba que me iba a colar en su propia casa, y cómo imaginárselo, eso solo se me ocurriría a mí...

—¡¿Pero qué haces niña?! ¡Sal de mi propiedad!

—¿¡Qué diablos te pasa conmigo!? Primero me tiras al suelo y luego intentas atropellarme —Ya no aguantaba la rabia que tenía por dentro, así que levanté mi mano para darle con todas mis fuerzas una cachetada. 

El impacto de mi mano con su mejilla se sintió picante e hizo un sonido característico que se escuchó en aquel espacio cerrado. Le di tan fuerte que volteó su rostro en sentido contrario mientras que se tocaba con una de sus manos.

—¿Ah, quieres jugar, pequeña? —Se lamió el labio inferior y agarró mis mano, pegándome con fuerza a la pared, quedando él a escasos centímetros de mi cuerpo.

Me sentía inmóvil, indefensa.

Mi corazón latía tan fuerte que podía escucharlo perfectamente, y mi pecho subía y bajaba por mi respiración agitada. Luke estaba tan cerca de mí que podía sentir el calor que emanaba de su cuerpo… Pero verdaderamente estar cerca de él me desconcentró totalmente.

¿Qué me pasa?

No pude evitar mirar esos ojos esmeraldas, así de cerca se veían aún más verdes y brillantes, eran tan hermosos y a la vez tan intimidantes y enojados. Sus cejas eran gruesas y negras, y para qué hablar de su cuerpo, gracias a la camisa que traía con los dos botones de arriba desabrochados y sus mangas dobladas desordenadamente pude ver lo marcado que era...

—¿¡Pero qué haces!? ¡¡Suéltame o grito, Luke!! —Forcejee con todas mis fuerzas, pero era imposible pelear contra su fuerte agarre.

—¿Sábes que quien intenta hacerme daño no termina bien? —Sonrió y yo permanecí en silencio, forcejeando, tratando de librarme de sus manos.

—Sueltame, Luke —Mi voz salió en un suspiro, sus labios se curvaron hacia arriba formando una sonrisa a boca cerrada y sus ojos recorrían desde el nacimiento de mis pechos hasta terminar en mis ojos.

—¿Qué te pasa pequeña? —Acercó sus labios a mi oído y su aliento amentolado me erizó la piel —¿Por qué no luchas?

¿Por qué no lucho?

Olvidé cómo respirar, pero también olvidé cómo luchar para salir de su agarre. Pues ya no me estaba moviendo, simplemente estaba ahí, con su cuerpo cerca del mío, sus manos impidiendo que me moviera, su aliento erizando mi piel.

¡No!

¡Reacciona Eva!

—¡Porque estaba esperando que te distrageras, idiota! —Le grité con todas mis fuerzas y le di un rodillazo entre sus piernas, obligándolo a ponerse de rodillas, para así poder salir corriendo hacia la puerta de salida.

—¡Maldita niña! —Gritó Luke mientras se incorporaba y corrió adolorido hacia mí.

—¡Sal de aquí! —Me sujetó fuerte por el brazo, sus manos eran tan grandes que con solo una de ellas podía rodear con facilidad mi pequeño brazo. —¡O te denuncio por allanamiento de morada! ¡Y por agresión! —Me sacó a la fuerza de la casa, cerrándome la puerta en la cara, dejándome con una sonrisa de victoria que nadie podría borrarme nunca del rostro, porque al menos pude darle su merecido.

Justo en se instante, mi celular comenzó a sonar…

—¿Marcos? ¿Sucede algo?

—Eva, encontré tu runa en un libro ¡Tenemos que hablar urgente!

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Hola, hola.

¿Qué les pareció el capítulo?

Gracias por leerme, los quiero un montón ❤️

                     

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