Capítulo 25: "La habitación secreta"

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—¿Eres un Arkala? —Preguntó Monroe bastante sorprendido, como si estuviese viendo a un muerto, a una leyenda. Mientras que yo los veía a ambos...

Recordaba perfectamente el día del baile, cuando Monroe habló de los Arkala y los Wolfmoon. Ellos eran parte de las familias fundadoras, de los primeros en llegar a Aston, cuando sólo era un puñado de cabañas situadas a la redonda. Pero también recuerdo que esas dos familias desaparecieron, o murieron, exactamente no se sabe qué fue lo que sucedió con ellos.

¿Es posible que hallan vivido todos estos años fuera del radar, lejos de Aston?

Todo parece indicar que sí...

—Creí que los Arkala habían muerto —Comenté.

—También lo pensé, después de todos estos años... —Agregó Monroe.

—Pensaste que los Arkala habían muerto con la maldición —Interrumpió Luke.

—No me mal interpretes muchacho, no creí que tu padre tuviera descendencia.

—Eso hubiera sido lo mejor —Dijo Luke sin pensar.

—¿Y por qué es que se fueron de Aston en primer lugar? —Pregunté intrigada.

—No nos fuimos, nos desterraron... —Lo miré sin entender —Según las leyendas, los Arkala y Woolfmoon fuimos traicionados por una de las familias fundadoras. Querían que dos de las familias más poderosas y ricas de Aston desaparecieran para quedarse con su lugar en el consejo —Respondió Luke.

—Así es muchacho, esas historias son ciertas —Agregó Monroe.

—¿Quién fue el traidor? —Estaba realmente intrigada.

—Los Lockhood —Habló Luke mientras que yo lo miré aún más impactada.

—Han pasado muchas décadas, el señor Lockhood no es como sus antepasados muchacho —Defendió Monroe.

—Monroe —Lo miró serio —¿Qué hacías aquí? ¿Cómo supiste que le había pasado algo a Tarah?

—Tarah y yo estamos vinculados por un hechizo, todo lo que me ocurra, ella lo siente y viceversa. Anoche me desperté con una sensación de miedo, seguido de un dolor insoportable... supe al instante que se trataba de mi amiga —Su voz se escuchaba afligida.

—¿Ella está...? —El miedo me invadía de solo pensar en esa palabra.

—Ella está viva —Respondió rápido antes de que yo terminara de preguntar.

—Señor Monroe... necesitamos ayuda, no sabemos dónde buscarla, estamos perdidos —Hablé.

—Por favor, llámenme Rehan —Sonrió a boca cerrada —Sé exactamente lo que necesitan, por favor síganme.

  

Seguimos al hombre hasta el sótano de la casa, una vez estando ahí, Monroe comenzó a hacer espavientos con sus manos mientras susurraba unas extrañas palabras:

—Ostende quid oculi non vident.

Y justo en ese momento de sus manos comenzó a salir una luz bastante sorprendente, luego tocó la pared que estaba al frente y esta comenzó a brillar y a temblar a la vez... Segunda vez que veía algo tan sorprendente como lo es la magia... y de repente, la pared comenzó a agrietarse dando forma a una puerta de madera común y corriente.

Secretos de Sangre  Where stories live. Discover now