Capítulo 36: "Padre"

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Luke hablando:

—Hola, hijo —Su voz era tan ruda y áspera como la recordaba.

—Hola, padre...

—¡Déjennos solos! ¡Llévense a esos tres y dejen a la princesa aquí!

Dio la orden y todos salieron del lugar.

Sus perros guardianes, los traidores y cobardes, se llevaron a Nerina, Marcos y a Jordan. Y mientras veía cómo se los llevaban a la fuerza, la rabia crecía dentro de mí, pero no podía hacer nada, no así como estaba.

—Cuánto tiempo sin vernos, hijo mío —Sus palabras eran tan cínicas y sin sentimientos que me causaban repulsión.

—Cuánto tiempo sin vernos, padre, si es que se te puede llamar así —La rabia me quemaba por dentro, esa misma rabia que había estado dormida dentro de mí y que despertó el día que supe la verdad sobre la muerte de mi madre.

Sentía odio, rabia, furia e impotencia porque no podía atacarlo como quisiera. No podía matarlo con mis propias manos como deseaba ¡Maldita sea! ¡Apenas podía mantenerme en pie! Y eso él lo notaba, y lo disfrutaba tanto...

Él sólo estaba ahí, de pie, mirándome con esa frialdad que me traspasaba el alma, esa misma frialdad con la que me crió. Sus ojos me miraban de una forma siniestra que ya estaba acostumbrado, aunque ya no veía por uno de ellos, gracias a mí, lo tenía como el recordatorio de que no pude vengar la muerte de mi madre, de que sólo hice lo que él había planeado.

Caí en su trampa como un estúpido...

—¿Qué tan enfermo tienes que estar como para perder un ojo como si nada? —Pregunté, y sentía cómo mi corazón palpitaba tan fuerte.

—Hay Lukie, Lukie, ¿No lo entiendes? No fue por nada —Su sonrisa se ensanchó —Gracias a tí esta reunión pudo ser posible ¡Te pareces tanto a tu madre! Dejas que tus sentimientos nublen tu vista —Su tono de voz era burlón.

—Jajajaja —Reí a carcajadas, confundiéndolo a él, y Eva me miró asustada.

—¿Qué es tan gracioso? —Preguntó, y aunque quisiera disimularlo, mis carcajadas lo habían confundido.

—Pues, me rio de lo idiota que fui. Me rio de mis errores, porque no pude matarte y eso fue un error, pero sí te dejé ese recordatorio en tu cara, que aunque era lo que estabas buscando, aún así lloraste como un imbécil cuando te clavé ese abrecartas  —Tenía tanta furia y rabia acumulada, que en cualquier momento iba a explotar.

Pero en cambio… fue él quien explotó.

Lucian caminó hacia mí con apresurados pasos y me agarró por el cuello agresivo. Su expresión era asesina, sus labios estaban apretados y su mandíbula estaba tensa y podía ver claramente la rabia en su ojo sano.

—¡¿Vas a matar a tu propio hijo?! —le grité furioso y ya comenzaba a faltarme el aire.

—¡Por favor! ¡Déjalo tranquilo! —Le suplicó Eva a punto de llorar.

Lucian me soltó y tosí desesperado por la falta de aire...

—No me hace falta matarte, hijo mío, ya cargas con una maldición que tarde o temprano lo hará por mí —Sus labios se curvaron hacia arriba de una forma siniestra —Pero en lo que eso ocurre voy a asegurarme que veas cómo pierdes todo lo que tienes.

—¿De qué hablas? Yo no tengo nada que perder.

—¿Estás seguro?  —Sonrió y yo lo miré sin titubear, pero en el fondo sí sabía a quién se refería.

—¿Y qué me dices de esta niña hermosa que está aquí? —Caminó hacia Eva y la agarró fuerte por el brazo haciendo que ella diera un quejido por lo fuerte que la apretó.

—¡No la toques! —grité furioso y caminé lo más rápido que pude. En ese momento no me importó el dolor punzante que sentía en la espalda, solo me importaba Eva y en lo que ese monstruo le podía hacer.

—Tranquilo, tranquilo Lukie —Rió y soltó a la chica lanzándola al suelo con desprecio —Tú solito acabarás con todo lo que más amas.

Corrí hacia Eva, la ayudé a levantarse y la sostuve fuerte, no quería que ese loco la volviera a tocar, no quería que ni siquiera la volviera a mirar. Sentía miedo, miedo de perderla, sentía rabia, rabia porque todo esto era mi culpa, por mi culpa ella estaba aquí, por mi culpa todos estaban en peligro.

—¡Guardias! —Gritó y enseguida entraron dos hombres no mucho más grandes que yo —Llévenlos a su nueva habitación.

Los hombres se me acercaron con intenciones de esposarme, sabía que lo iban a lograr, pues estaba demasiado débil para ganarles, pero no se los iba a poner tan fácil.

Golpeé al primero directo en el cuello y dió unos pasos atrás recuperando el aire, luego el otro me agarró por la espalda, llevó mis manos a atrás y me golpeó la piernas obligándome a ponerme de rodillas. El primer hombre esposó a Eva sin delicadeza, mientras que el otro me esposó a mí.

—Después de todo no eres tan idiota como pensé —Sonrió —Pero eso no basta para salir de aquí con vida.

Lo miré con odio mientras que sentía a mi lobo salir, en cambio él me dió una sonrisa torcida y justo ahí supe de que algo malo estaba por suceder.

—Métanlos en la misma celda…

—¡Qué! —Miré a Eva asustado y luego lo miré a él con rabia —¡No! —grité y sentí el verdadero miedo correr por mis venas porque sabía que estaba cumpliendo su amenaza de verme perder lo que más me importa.

—Te lo prometí Lukie, no te va a quedar nada a lo que aferrarte.

Su rostro era de pura satisfacción.

—¿Por qué haces esto?

—Lo hago porque me divierte ver cómo los demás sufren —Respondió tan fríamente que me dió escalofríos.

—¿Alguna vez me quisiste? —Pregunté cuando ya estábamos cerca de la puerta.

—No seas patético, Lukie —Rió —No puedo querer algo que en primer lugar nunca deseé tener.

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Hola, hola.

Me urgía hacer este capítulo, sí lo sé, es corto, pero quería dejar plasmada la relación de Luke con su padre ¡Se los debía!

Lucian es un hombre que no siente, literalmente ¡No siente! Y ya verán a lo que me refiero.

Espero que les gustara, y si es así no olviden de votar y dejar sus comentarios, me encanta leerlos ❤️



                       

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