Capítulo 30: "Polaroid"

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—¡No, no podemos ser hermanos! —Caminaba de un lado a otro desesperada.

—La foto es clara, Eva —Su voz se escuchaba sombría y distante —Son mi padre y tu madre juntos.

—¿Tú lo sabías? —Lo apunté con el dedo amenazante.

Me miró furioso...

—¿Cómo mierda voy a saberlo, Eva? —Gritó furioso —¿Crees que te besaría si lo hubiera sabido?

Me quedé en silencio...

—¿Por qué no tengo la maldición?  ¿No decías que se heredaba?

—No lo sé… ojalá tuviera todas las respuestas —Volvió a ver furioso la pequeña foto que tenía en sus manos —Tal vez por eso Tarah detuvo tu transformación, tal vez esa sea la única forma de parar la maldición.

Su rostro se entristeció...

—¡Hey! —Caminé hacia él con lentitud —Esto no se acaba, hasta que se acaba —Sonreí de forma triste —Encontraremos la forma de quitarte esa maldición. Aquella noche mamá dijo algo de que yo soy la clave, hay algo en mí que es escencial para ayudarte, y no voy a parar hasta averiguarlo.

—Disculpa por lo de hace un rato —Tomó mis manos con delicadeza —No debí hablarte así, sólo no quiero que salgas herida con todo esto, mi padre y las brujas son peligrosos, Eva.

—Yo también te pido disculpas, no debí decirte todo lo que te dije.

—No dijiste mentiras, de no haber sido por mí tu madre no...

—No te culpo Luke, no era tu intensión hacernos daño, yo te ví esa noche, en serio estabas sufriendo —Mi voz tembló.

—Ahora tenemos que averiguar si tú corres el riesgo de sufrir lo mismo.

De repente el anillo de Luke comenzó a brillar. Cada vez el brillo se hacía más intenso, hasta que finalmente salió de él la imagen de Monroe.

—¡Chicos...! —Habló y se detuvo al instante.

—¿Sucede algo? —Nos miró detenidamente.

Caminé hacia él y le mostré la foto de mi madre.

—Creo que ya sé de qué se trata todo esto… —Suspiró de forma cansada.

—¿Somos hermanos? —Preguntó Luke. 

—Cuanto lo siento chicos...

  

Lejos de preocuparme el haber heredado la maldición, más bien me atormentaba la idea de que fuésemos hermanos... Yo, creo que me estoy enamorando de él. Desde que nos conocimos hubo una conexión inmediata, detrás de esas palabras hirientes había algo más, había algo explosivo entre nosotros... Y todo cambió cuando me tocó y sentí un escalofríos recorrer mi piel... Él y yo nos complementamos tan bien.

   Pero para nada lo entiendo, primero se deja llevar, deja que sus labios exploten en los míos, que sus manos exploren mi cuerpo pero... Luego se aleja, se comporta como si yo fuese algo a lo que no le puede hacer daño.

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