Epílogo

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Eva hablando:

Han pasado seis largos meses.

Pasamos el largo invierno guardando luto por nuestros amigos caídos, adaptándonos a los nuevos cambios, tratando olvidar sin éxito todo por lo que habíamos pasado. Fue doloroso ver como sus seres queridos recibieron la noticia de que ya no los volverían a ver, de que sus vidas fueron arrebatadas sin previo aviso, de que lo entregaron todo para que ellos pudieran tener un mejor futuro. Y seis meses después, todas esas familias exiliadas llegaron a su nuevo hogar.

Si un año antes me hubieran dicho que en lo profundo del bosque vivía una comunidad de hombres lobos no lo hubiera creído.

¿Quién creería tal cosa?

Esta comunidad no era rústica ni con casas de madera como en el siglo pasado, no que va. Sus calles son asfaltadas, las casas son de mampostería y con lindos techos. Hay un pequeño mercado, una escuela, una enfermería, en fin, todo lo que tiene que tener un pequeño pueblo para subsistir, solo que este está oculto entre los árboles, a kilómetros de la civilización y lejos de la barrera protectora de Aston.

Mientras mi padre vivió, todo el que quería irse a la ciudad podía hacerlo, todo el que quería estudiar fuera también lo podía hacer… pero todo cambió cuando Lucian se robó el poder, nadie más pudo volver a salir de ahí, quedándose así, presos de sus propios hogares.

****

Lucas preparó una ceremonia de coronación. Primera vez en la historia que existían dos alfas liderando juntos en la misma manada. No era una ceremonia de esas pomposas con coronas de oro ni nada por el estilo, más bien era algo simbólico, pero todos insistían en que querían demostrarnos sus respetos.

Invitamos a todos nuestros amigos y conocidos, si queríamos hacer las cosas bien, teníamos que comenzar por solucionar viejas disputas, por lo que el alcalde Lockhood y su esposa estaban entre los invitados...

—Quiero que sepan que no los culpo por la muerte de nuestro Matt... —Sostuvo cariñoso la mano de su esposa, la cual estaba sentada a su lado —Al final, gracias a su amiga —Miró a Nerina —Esa maldita bruja tuvo su merecido.

—Señor alcalde... Nerina y yo estábamos presentes cuando Matt murió —Dijo Luke con seriedad —No quiero que existan diferencias entre nosotros… Por eso quiero contarles todo lo que sucedió esa noche. Les pido disculpas, porque para ustedes esta conversación significa hurgar en la herida, pero quiero que sepan que él peleó valientemente y fue quien nos salvó… sin él, hoy no estuviéramos aquí sentados, es a Matt a quien le debemos todo, porque entregó su vida para salvarnos. —Y mientras Luke explicaba, una lágrima corrió por mis mejillas al recordar a mi amigo.

El alcalde, quién escuchó detenidamente cada palabra, alzó la vista, secó el rastro de una lágrima en su mejilla y se levantó con gran impulso de su asiento y detrás de él se levantó su esposa. Ambos fueron directo hacia el chico con acelerados pasos. Por un momento me asusté al ver al hombre caminar de esa forma hacia Luke, incluso Lucas sostuvo disimuladamente la daga de su cinturón para en caso de que ocurriera algo estar listo para actuar...

En cambio Luke, como todo un valiente, se quedó en su lugar sin mover un dedo, esperando a que el alcalde se le acercara...

—Muchacho, solo puedo agradecerte por tus palabras, porque una vez más me demostraron que mi hijo era un alma pura y valiente… gracias. —Sonrió con tristeza —Quiero agradecerte por darme la oportunidad de pelear junto a tan valientes guerreros —Nos vió a cada unos de los ahí presentes —Además, quiero agradecerte, porque tú salvaste mi vida… Ya no me quedaban balas, si Lucian hubiera llegado a donde yo estaba, probablemente hoy no estuviera vivo, así que, gracias —Luke se puso de pie y le extendió su mano, en cambio el alcalde lo jaló hacia él y le dio un fuerte abrazo.

Secretos de Sangre  Where stories live. Discover now