Capítulo 41: Tiempo de cambios.

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El tiempo es el movimiento según el antes y el después, transcurre sin detenerse, para el ser humano, es el equivalente a la vida, tratamos de aprovecharlo, usándolo para moldear nuestro futuro, sin embargo, no siempre funciona como lo imaginamos, en ocasiones nos lleva por caminos que ni siquiera entendemos.

El destino, por otra parte, está lleno de misticismo, algo incierto como el tiempo, pero que guarda un secreto, le da sentido a todo lo que encontramos en la vida, no se rige por las reglas conocidas, simplemente ocurre, traza sus caminos, nos invita gentilmente a seguirle, aunque no queramos verlo, no importa la decisión, al final llegaremos a él.

Ese día Yuuri estaba de cumpleaños, llegando al peldaño diecinueve, en retrospectiva, jamás creyó que en tan solo un año su vida cambiaría tanto, si recordaba bien, hace un año su amiga Yuko acababa de casarse y sus desordenes hormonales habían iniciado, Viktor aun estudiaba la universidad, su vida era normal en Hasetsu, pero siendo sinceros, desde que conoció a su esposo, su vida se volvió un completo caos, cada situación estaba colmada de emociones nuevas, conociéndose incluso a sí mismo, su naturaleza, sus instintos; tuvo que aceptar que no puede controlarlo todo, que ahora, no solo debe pensar en él, sino en su esposo, como un equipo, ya que un par de cachorros están en camino.

Hace un año, jamás hubiera aceptado tener hijos, probablemente se burlaría de la persona que se atreviera a insinuarlo, sin ir muy lejos, le había declarado la guerra a la madre de Viktor pocos meses atrás, a pesar de ello, de las dificultades que muy probablemente enfrentaría, no estaba solo, su alfa está ahí a su lado, sosteniendo su mano, con gran amor y alegría.

Aquel día coincidía sin querer con uno de sus chequeos, un hermoso regalo inesperado.

Dentro del consultorio, en un absoluto silencio, se pueden sentir los nervios de la pareja, las manos del ruso toman con delicadeza una de las palmas de Yuuri, este último incómodo por la posición, incluso con algo de frío, aun así, una fuerte emoción le invade, ambos están expectantes de lo que vendrá a continuación, la doctora Leroy inicia con el ultrasonido.

Un ruido extraño irrumpe la callada habitación, un sonido ahogado, como pequeños tambores que van muy rápido. La pareja se estremece, contagiándose de las emociones mezcladas entre amos, dicha, ternura, anhelo, revolotean en sus corazones, al igual que en sus hijos.



—Se escuchan bastante bien —sonríe la médico—, ambos corazones están creciendo fuertes, sus cuerpos están bien formados, solo uno de ellos es un poco más pequeño, pero suele ser normal en mellizos, en la siguiente cita podremos apreciar mejor su sexo, aun es un poco difuso, probablemente tengan un segundo género, por lo que tardarán más en madurar sus genitales.

—Serán hermosos, no importa que sean —sonríe Viktor, totalmente acogido por la emoción.

—Entonces el cachorro más pequeño ¿Está sano? —pregunta el japonés un poco preocupado.

—Si, como les mencioné, suele ser normal en mellizos, esto en ocasiones puede originarse al tiempo de gestación, quizás un ovulo se desprendió una semana después del otro, también puede tratarse de la dominancia de uno de ellos, en este tipo de casos, el bebé alfa llega a ser más grande al nacer, pero con el tiempo la diferencia va desapareciendo, de cualquier manera, los estaré monitoreando para descartar cualquier anomalía.

—Gracias, doctora —el más joven respira con alivio.

—Por el momento no existen complicaciones, pero al ser un embarazo gemelar, siempre debes tener cuidado, cualquier tipo de sangrado o dolor, háganmelo saber de inmediato, sigue tomando tus vitaminas y aliméntate balanceadamente, estás dentro del límite superior de peso ¿De acuerdo? —señala gentil pero firme, con un ligero tono de reprimenda.

Dulce ViktorWhere stories live. Discover now