Capítulo 4: Desesperación

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Un frío día más, había pasado por lo menos dos semanas desde la ceremonia de Yuko, ella junto a su esposo planearon una corta luna de miel, puesto que debían comenzar a trabajar antes del ingreso de Takeshi a la universidad, Yuuri apenas vio a su amiga, pero le ayudó con lo que pudo, como cubriéndola en su trabajo de medio tiempo, el cual había tomado como simple pretexto para estar cerca de, en aquel entonces, prometido. La familia Nishigori manejaba un auditorio con una apartado para pista de patinaje, tenían un contrato con el gobierno local, por lo que había constante movimiento en el lugar, allí se presentaban los principales eventos públicos del pueblo, pequeñas convenciones y algunas competencias amistosas de patinaje artístico aficionado.

El joven omega apoyaba en la logística del lugar de manera eventual, recibiendo una pequeña paga por ello, siempre siendo animado por la joven muchacha ahora embarazada, su repentina ausencia le traía una sensación de ligera tristeza, misma que desaparecía al regresar a su casa y hablar con su, aunque no lo admitiera, querido ruso. Ese día en particular estaba ansioso, tuvo un impulso de llamarle, aquello se derivaba de una extraña necesidad de sentirle cerca, quizás empapado por las feromonas felices y maternales de su amiga que se despidió hacía horas de él, pues viajarían a Kyoto para encontrar un buen departamento, así como arreglar los preparativos para la mudanza, entre otras cosas.

Ahora estaba ahí, sosteniendo su teléfono con la mano temblorosa, escuchando el repiquetear sonido de la llamada entrante, mismo que se tardó unas cuantas veces antes de ser atendido por un sorprendido alfa debido a su inesperada iniciativa, pues él nunca iniciaba una conversación ya sea vía texto, voz o video, era el de cabellos platinados quien le daba los buenos días, preguntaba por su día, comentaba cuando se acordaba de él en el trabajo, mandaba mensajes e imágenes cursis para recordarle que tanto ya le quería y muchos etcéteras más.



-¿Yuuri?

-Hola Viktor –su voz salió en susurro.

-Hola... ¿Ha pasado algo?

-N-no, no es eso, sólo... quería escucharte.

-¿Es así? –dijo con un atisbo de confidencialidad, casi podía ver su sonrisa.

-Hoy Yuko se fue a Kyoto, es posible que no la vea en un tiempo, pero no es por eso que te hablo, es sólo que verla tan feliz con Takeshi me hizo pensar...

-¿El qué? –la suave voz del mayor le traía calma.

-Cuando termines la universidad... -aspiró aire y tomó valor- está bien, casémonos.

-... -hubo un corto silencio.

-¿Viktor? –no podía verlo, se preguntaba si quizás se había molestado, pero eso era imposible.

-¡Yuuri! ¡¿De verdad?! –se escuchaba muy emocionado.

-Si –sus mejillas se pintaron de un fuerte carmín.

-Yuuri, gracias, gracias~

-Quiero... estar contigo... –cerró los ojos, admitiendo sus fuertes emociones, dejando su orgullo por un momento de lado- aun no sé qué estudiar, podría buscar algo una vez llegue a Rusia cuando... vivamos juntos.

-¡Por supuesto! Cuando vaya a mis clases esta tarde buscaré folletos de carreras para ti, estaré encantado de que estudies en mi misma universidad, examinaremos lo mejor para ti~

Dulce ViktorKde žijí příběhy. Začni objevovat