Capítulo 23: Peleas y reconciliaciones.

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Vapor y humedad le envuelven, el sonido del agua, al igual que goteos esporádicos resuenan con eco en aquel lugar, se deja abrazar por la calidez del momento, ansioso por la extraña velada que acaba de acontecer, su esposo se ha mantenido serio, distraído, parece meditar en algo, cosa de la que es excluido, pues niega que algo ocurra, eso le ofusca, después de todo, prometieron no guardar secretos, pero parece empecinado en ello. No sabe qué hacer, está confundido, la pequeña discusión con su cuñado no parecía la gran cosa en comparación, ya que Viktor siempre se mostraba entusiasta ande sus atenciones y mimos, hecho que mágicamente pasó a segundo plano.

Ahora han tomado baños separados, muy alejado de lo que creía, el ambiente carece de tono, sabe que no pasará nada esa noche, así como los posteriores días de su "aniversario", trabajos, estudios, responsabilidades, es la rutina normal del Nikiforov, apenas tienen tiempo juntos, éste duerme o retoza, sin ánimos de hacer más nada, pasan la tarde en casa, salen a pequeñas citas al supermercado o comen biscochos en una cafetería cercana, nada realmente significativo, aunque debe admitir que ver como se esfuerza por complacerlo y sonreír, le causa cosquillas en el pecho, conmovido pero a la vez preocupado por que cargue con todo él solo.

Se incorpora de la tina, todavía curioso de que aquella habitación de invitados la tenga, sus músculos se han relajado un poco, causándole alivio al estrés de aquel sábado, seca su cuerpo con suavidad, limpia el espejo empañado y observa las marcas en su cuello, la mordida en el hombro se está desvaneciendo, suspira, desea enlazarse, pero no puede permitirse provocar más presión al cuerpo del alfa, es un gran paso, además, todavía tienen muchas cosas por aclarar, tanta intriga y reticencia de contar su pasado, crea un cumulo de sentimientos difusos.

Sale del cuarto de baño, encontrando a Viktor con pijama puesta y su celular en mano, ni siquiera se gira a verlo, una tensión implícita le impide mencionar palabra alguna, ¿Qué está pasando exactamente? Muerde sus labios, tímido, sube a la cama, baja la mirada, titubeante de romper el silencio, optando por simplemente imitarlo, tomando el móvil del buró, abre la galería de imágenes, trata de perder tiempo entre una aplicación y otra.



-Yuuri –le llama, dirigiéndole su atención.

-¿Sí? –se sobresalta.

-¿Por qué actuaste de esa manera? –su gesto refleja decepción.

-¿Cómo?

-Discutir con Yuri, es un cachorro, además revelaste cosas de nuestra intimidad.

-¿Qué? El comenzó, además Antoine me preguntó –se excusa.

-No, no me refiero a papá, Yerik habló contigo, Yuri está en una situación delicada, actuaste de manera infantil con él, sabes que todo esto le afecta y te dedicaste a ingeniar un ataque contra un niño –señala con seriedad.

-Viktor, él no ha dejado de molestarme –defiende su punto-, desde un principio fue él quien me amenazó e insultó, ni siquiera me ha pedido disculpas.

-Pero eres mayor que él por casi cuatro años, no puedo creerlo Yuuri –suspira.

-¿Y qué? ¿Dejo que me humille? –se cruza de brazos, sus feromonas chispean con enfado.

-No se trata de eso...

-¡¿Entonces?! Entiendo que sea tu hermano menor, pero creo que se está sobrepasando, he tratado de llevarme bien con él a pesar de que ha sido grosero –muerde sus labios, firme en su postura.

Dulce ViktorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora