Capítulo 33: Noticia.

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Despertar manteniendo aun los ojos cerrados para deleitarse con la agradable sensación de calidez entre las cobijas, acurrucado junto a la persona amada sin que nadie interrumpa tan apacible momento, es sin duda el paraíso, la utopía para su instinto alfa, más ahora que comparte un consumado lazo con su pareja, puede percibir su tranquilidad, como se siente seguro a su lado, destilando una fragancia íntima y hogareña, tan propia de un cariñoso matrimonio.

Con su nariz busca ese suave olor que Yuuri desprende, ronronea al detectar su dirección, gira su cuerpo entreabriendo los parpados, encuentra al omega hecho un ovillo boca abajo. Viktor sonríe, olfatea los oscuros cabellos, acaricia los hombros y rostro del menor, provocando que éste se remueva un poco y suspire, su corazón se inquieta en el acto, sus feromonas alfa salen con alegría, se permite besarle la frente y posar por primera vez en el día sus labios sobre los de su conyugue.



Buenos días, Yuuri~ —susurra dulce.

Mmm —se queja cubriéndose con el cobertor.

—Hey, bello durmiente, haz estado muy gruñón en las mañanas —ríe destapándole el rostro.

Quiero dormir —frunce su cara con molestia.

—Muy bien —concede—, iré a pasear a Makkachin y Vicchan antes de que salten a la cama.

—¡Viktor! —le llama con los brazos abiertos cuando éste se incorpora.

—Volveré pronto, cariño —se inclina correspondiendo el abrazo, frota sus mejillas—, descansa un poco más.



Una vez se despidió con unos cuantos mimos del japonés, cambió su vestimenta por una más deportiva, los caninos al verlo movieron la cola, siguiéndole casi en silencio, pues sus garras tintineaban en el suelo mientras contenían bajos quejidos de emoción.

Con correas en mano salió del edificio, decidido a llegar al parque trotando, tras tomar el tiempo en su reloj táctil, se dispone a ponerse en marcha en un ligero andar, Makkachin se le adelanta lo justo que la cinta retráctil le permite, mientras Vicchan trata de mantenerles el paso por detrás, pues es todavía un cachorro que además es de raza pequeña.

Viktor divaga pensativo, son cerca de las seis y media de la mañana, por lo que aunque las personas son escasas, se percibe el inicio del día con quienes deben asistir al trabajo o la escuela, así como de algunos ancianos barriendo y arreglando sus jardines.

Él junto a Yuuri tienen poco más de una semana para regresar a sus rutinas, pronto habrá una junta con los ejecutivos para anunciar los cambios en la administración en el nuevo hotel de NK Corp que será inaugurado dentro de quince días, está algo preocupado con la situación ya que debe asistir junto con su esposo al gran evento y no se siente muy cómodo de incorporarlo a ese tipo de ambiente, sabe que será un blanco fácil para la gente malintencionada, que no tendrá tiempo de estar en cada momento a su lado y aunque es consciente de que éste se defiende muy bien solo, no puede preocuparle menos la situación, pues desde el enlace Yuuri se había mostrado inestable, parece que el vínculo le causa especial incomodidad, no por la conexión que ambos comparten ahora, sino que su parte omega intenta tomar su razón de vez en cuando, actúa meloso, emocional y un tanto dependiente, Viktor no sabe cómo tratarlo en ocasiones por lo que se deja llevar por su propio instinto, aquel mismo que le dicta complacerle y protegerlo, cosa que logra contrarrestar los altibajos que el menor soporta.

Dulce ViktorWhere stories live. Discover now