Capítulo 2: Promesas

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Era un lindo día, cielo azul, blancas nubes pomposas, brisa refrescante, sin duda era un bello pueblo costero, las personas caminaban cada quien en sus asuntos, los árboles frondosos daban una agradable sombra, una tarde tranquila, perfecta para una cita, claro, eso él también había pensado. Una relajante caminata en la playa, comer un helado juntos, platicar de sus gustos, de su futuro juntos, tomarse de la mano, conmemorar la ocasión con una fotografía que guardaría de fondo en su teléfono celular, quizás incluso darse algunos cuantos besos y abrazos.



-Aah~ -suspiró exhausto, sentado en una banca del parque continuo a la playa, con el inconsciente alfa recostado en sus piernas.

-Perdón por tardar Yuuri –le extendió unas bebidas al chico.

-Gracias Yuko, fue una suerte que pasaras por aquí, no sé qué hubiera hecho con él tirado en la arena.

-No te preocupes –sonrió- ¿Y entonces? ¿Quién es éste apuesto alfa? –movió sus cejas y su rostro se tornó picarón.

-Es... -sus mejillas se colorearon, pero por más que intentara huir de la respuesta, ésta astuta chica terminaría por enterarse- mi novio.

-¡Oh! –se tapó la boca con sus manos- ¡¿Es tu alfa, Yuuri?!

-Ssshhh –intentó callarla- no lo grites por favor –ocultó el rostro con sus palmas, completamente avergonzado.

-¿Desde cuándo? ¿Cómo? ¡Oh por Dios! Yuri, por eso no querías enseñarme su foto –le acusó- ¡Es tan guapo! ¿Es extranjero?

-¿Podríamos dejar el interrogatorio para después? –se asomó entre sus dedos, negándose a salir de su escondite- mejor ayúdame a cuidarlo, no sé qué hacer con una persona desmayada.

-Claro... -se calmó un poco- ¿Tienes un pañuelo?



Después del susto inicial de ver como Viktor sangraba por la nariz, lograron traerlo a la realidad después de unos cuantos minutos, aunque técnicamente sólo se habían sentado a esperar, mientras paraban la hemorragia nasal e hidrataban los labios del mayor con un poco de jugo de frutas para regular sus noveles de azúcar. El aturdido ruso logró sentarse, aún desorientado inspeccionó el lugar con la mirada, topándose con dos japoneses expectantes.



-Yuuri ¿Dónde estamos? ¿Quién es ella?

-Estamos en un parque cercano a la playa, te desmayaste, ella es Yuko, mi amiga... -le tomó de la mejilla y revisó su nariz con la vista- ¿Cómo te sientes?

-No lo sé –admitió, posando su mano en la que sostenía su rostro, sintiendo otro ligero mareo.

-T-toma... -se apartó de aquel contacto y le ofreció una lata de jugo- q-quizás te sientas mejor de-después de tomar esto.

-Ok –aceptó un tanto confundido.

-Mmmm –una risilla tensó al joven Katsuki- cuanta confianza.

-E-es mi novio... -se defendió- además, es mala educación hablar en otro idioma Yuko.

-¡Oh! ¿Quieres que hable en inglés para que lo entienda? –le picó.

-Sin comentarios... -le dedicó una pesada mirada de falso rencor.

-Bien –sonrió divertida- oficialmente llegaré tarde para mi cita con Takeshi-kun, le mandaré un mensaje para cancelar.

Dulce ViktorWhere stories live. Discover now