7. Travesura realizada

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La mazmorra de Slytherin tenía el aura de un misterioso naufragio. Estaba parcialmente bajo el Lago Negro e iluminada por lámparas verdosas que conferían a todo el lugar una neblina celadón. Los sillones intercalados alrededor de la sala común también eran verdes, aunque los numerosos sofás de respaldo bajo eran de cuero negro. Las paredes estaban decoradas con armarios de madera oscura, casi tan negra como los sofás. En otras secciones de las paredes había tapices que representaban las aventuras de famosos Slytherins medievales.

—Los dormitorios están detrás de los tapices, —explicó Harry con bastante alegría, apartando uno para enseñarle a Hermione la puerta, que era de la misma madera oscura y bonita que los armarios.

—Al parecer, a los Slytherin les gusta sentirse bien escondidos en sus pequeños agujeros de serpiente, —bromeó.

La enorme chimenea era de mármol negro, elegantemente veteado con largos dedos de mármol blanco. El resplandor que proyectaba sobre los dos o tres metros que la rodeaban resultaba frío. Altas estructuras de cristal, como vistosos acuarios, hacían las veces de pilares gemelos dentro de la sala común, pero estaban llenas inexplicablemente de calaveras. El efecto final era bastante grandioso, aunque algo lúgubre.

En otras palabras, era lo que Hermione había esperado, aunque quizá no con tanto detalle.

Tragó saliva, su anterior humor jovial había sido sustituido hacía solo unos minutos por uno de consternación por su encontronazo con Malfoy. Lamiéndose los labios, se dio cuenta de que Harry estaba esperando a que ella dijera algo ahora que le había dado el recorrido.

—Es... bueno... es muy diferente de la Torre de Gryffindor, ¿verdad?

—Más o menos todo lo contrario, —convino Harry, y la expresión de sus ojos hizo pensar a Hermione que probablemente estaba reflexionando sobre la acogedora calidez de su hogar durante seis años.

En la torre de Gryffindor, las paredes estaban decoradas con tapices escarlata que representaban brujas, magos y diversos animales. Una chimenea dominante de más de dos metros iluminaba gran parte de la habitación casi circular. Los rincones o alcobas de la zona común solían estar ocupados por mullidos sillones rojos que parecían invitar a sentarse en uno de ellos. Las amplias ventanas daban a los extensos terrenos de Hogwarts.

—¿Crees que volveremos a verla? —suspiró Hermione con nostalgia.

—Vamos, Hermione, —reprendió Harry, pellizcándole la nariz con familiaridad—. Estás en una fiesta. Trata de actuar como tal, ¿quieres?

Una pequeña sonrisa se le dibujó en la comisura de los labios y se dejó servir una copa. La sala común de Slytherin estaba repleta de alumnos de séptimo y octavo curso de distintas casas, cada uno con una copa en la mano y algunos tambaleándose sospechosamente o riendo a carcajadas. Los más jóvenes parecían haber sido desterrados.

En el centro de un grupo de alegres alumnos de octavo año estaba Neville Longbottom, con su cara redonda y nerviosa de antaño transformada en una versión hollywoodiense de su antiguo yo gracias a una pubertad tardía y muy productiva. Ahora, una vez consolidado como el tipo duro que había cortado públicamente la cabeza de la serpiente de Lord Voldemort con la Espada de Gryffindor, Neville era el colmo de lo guay.

—¡Hermione!, —la llamó, indicándole que se uniera al grupo. Se unieron a la multitud e intercambiaron amabilidades durante unos minutos, pero ella pronto se marchó para dejarle más tiempo para hacer nuevos amigos. De todos modos, siempre había preferido observar a la gente en las fiestas.

No pasó mucho tiempo en un mismo sitio. Vio que Lisa se había reunido con algunos de sus antiguos Hufflepuffs: Susan Bones, Hannah Abbott y Justin Finch-Fletchley. Justin estaba retando a una de las chicas, las tres solteras, a que se acercara y besara a Neville. Las chicas protestaban salvajemente con muchas risitas y golpeando a Justin en el brazo. Cuando Lisa llamó a Hermione para que diera su opinión sobre el asunto, esta se limitó a sonreír y excusarse, no queriendo verse involucrada.

The Eagle's Nest - Dramione (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora