The Eagle's Nest - Dramione (Traducción)

14. Enloquecedoramente exasperante

Dejando atrás la habitación oculta, Hermione se encontró rápidamente trotando detrás de Malfoy, intentando seguirle el paso mientras huía de la zona. Decidió que estaba claro que quería evitar hablar con ella y se dio cuenta de que ella se conformaba con hacer lo mismo.

Se vieron frustrados en su empeño de no interactuar entre ellos cuando llegaron a las cuevas, menos de cinco minutos después. Pansy Parkinson estaba allí de nuevo, besuqueándose con un estudiante de Slytherin que Hermione no conocía. No era el mismo chico con el que la habían pillado la última vez.

— ¿Otra vez con la sangre sucia, Draco?, — se mofó, y aunque se dirigía a Draco, miraba a Hermione en busca de una reacción. Hermione prefirió mantener el contacto visual con Pansy en lugar de mirar cómo el chico de Slytherin se acomodaba los pantalones ajustados. El chico salió corriendo lo más rápido que pudo antes de que los prefectos pudieran averiguar su nombre y descontarle puntos de su casa.

— Lo creas o no, Parkinson, hay gente que baja aquí para otras cosas además de para zorrear, — rebatió Draco con calma — . Diez puntos menos para Hufflepuff.

Pansy puso los ojos en blanco y se ajustó la blusa, que se había desplazado hacia un lado para dejar al descubierto la esquina de su sujetador rosa picante.

Los ojos se desviaron hacia donde la pareja había estado enredada el uno alrededor del otro hacía solo un momento, Hermione subrayó la imparcialidad añadiendo:

— Diez menos para Slytherin, también, — añadió Hermione, subrayando la imparcialidad.

Pansy le lanzó una mirada fulminante.

— Así que, Granger, aquí estás otra vez con Draco. No finjas que no te gustaría que te besuqueara hasta dejarte sin sentido aquí abajo... probablemente sería la mayor acción que has tenido nunca. — La chica con cara de pug hizo un ruido de disgusto — . ¡Como si tú fueras a tocar a una Sangre sucia, Draco!

— Basta ya de bilis, — gruñó Draco.

Una sonrisa de satisfacción se dibujó en la cara de Pansy.

— Admítelo, me echas de menos. Soy mucho más interesante que la señorita frígida maestra...

— Vuelve a tu dormitorio, Pansy, — insistió.

Nivelando la barbilla, la sonrisa vagamente seductora de la bruja se convirtió en algo más feroz en un instante.

— Ten cuidado, Draco. El hecho de que el Señor Tenebroso se haya ido no significa que ahora los Sangre sucia sean juego limpio. Imagina lo que diría tu padre...

— Te agradeceré que permitas que mis asuntos sigan siendo míos, — reprendió Draco bruscamente — . Ahora... vuelve a tu pequeño agujero de tejón, Parkinson.

Con un siseo de disgusto y la nariz en alto, Pansy salió de las cuevas con la falda torcida sobre las caderas.

Admítelo, me echas de menos...

Las palabras de Pansy resonaron en la mente de Hermione. De modo que había habido algo entre ella y Malfoy. Irracionalmente, se preguntó cuánto había dado, o recibido, Draco en lo que se refería a Pansy Parkinson. Luego, con una sacudida, se recordó a sí misma que no era asunto suyo.

Y la verdad es que no le importaba.

¿Verdad?

— ¡Granger!

— ¿Sí? — empezó Hermione.

— Te has quedado mirando a la pared.

— Oh. Lo siento.