23. Noche de Halloween, Parte II

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Nota de la autora:

Los tres capítulos de Noche de Halloween se han publicado a la vez. Si empiezas por aquí, vuelve al capítulo 22 y léelo primero.

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Agarrándola del brazo, Oliver condujo a Hermione hacia las enormes puertas de roble del castillo. El terreno inmediato estaba cubierto por un modesto laberinto de setos, decorado festivamente con telarañas y hojas otoñales. No era un verdadero laberinto, el diseño era demasiado simple para perderse en él, pero permitía pasear sin interrupciones. La música era más tranquila aquí con el golpeteo persistente silenciado. A Hermione le pareció que el aire de finales de octubre era refrescante en su piel sudorosa.

Durante unos minutos, Oliver charló distraídamente sobre el baile y sobre la buena asistencia que parecía haber, felicitando a Padma y Ernie por un trabajo bien hecho. Hermione respondía cuando era necesario, haciendo todo lo posible por parecer interesada en la conversación.

Tuvieron que dar marcha atrás cuando accidentalmente se toparon con dos alumnos de séptimo año besuqueándose en un rincón escondido. El incidente hizo que Oliver se quedara en silencio, lo que provocó que Hermione intentara desesperadamente pensar en un tema del que pudieran hablar. Cualquier cosa menos besuquearse. No se le ocurría nada.

—¿Hermione?

Le miró con curiosidad, interrogante.

Casi parecía estar conteniendo la respiración.

—Está bien, sabes. Que no... sientas nada por mí.

Podría haber llorado de alivio, y todo su cuerpo pareció hundirse con su confesión. Sus emociones debieron de reflejarse claramente en su rostro, porque los azules cristalinos de Oliver se volvieron más bien tristes.

—Creo que eres una persona maravillosa, Oliver. De verdad. Yo solo... te lo agradezco. No creo que pueda ofrecerte más de lo que somos actualmente, —le dijo seriamente, sintiéndose culpable.

—Siempre supe que estabas fuera de mi alcance, pero un tipo no puede evitar soñar. De todos modos, hace un tiempo me di cuenta de que sentías algo por otra persona, —pareció aceptar sus palabras con una especie de gracia estoica.

¿En serio? Un nudo de preocupación empezó a formarse en las tripas de Hermione.

—No estoy segura de lo que...

—Sé que saliste con él durante el verano y vi cuánto tiempo pasaste con él en la biblioteca y en las comidas. También fue bastante huraño conmigo, —interrumpió Oliver, sus palabras salían apresuradas, como si no pudiera parar ahora que había empezado—. Le pregunté a Longbottom y me lo confirmó. De todas formas, no soy tonto... Ron Weasley puede ofrecerte más que yo. Os ayudó a ti y a Potter a derrotar a Quien-tú-sabes. No puedo competir con eso.

Espera...

¿Creía que estaba enamorada de Ron?

Hermione empezó a protestar con vehemencia contra este concepto, cuando se dio cuenta de repente de que probablemente sería más fácil dejar que aquella información errónea se quedara como estaba. No tenía nada que demostrarle a Oliver, y Ron desde luego sabía cuál era su posición en su opinión. Tampoco tenía nada que demostrarle a Ron.

—Gracias por entenderlo, —contestó ella, recordando las veces que había besuqueado a Ron durante el verano con un pequeño escalofrío.

—¿Solo, Hermione?

—¿Sí?

—¿Me haces un favor? Ten cuidado con Nott. Te tiene... cariño.

—¿Crees que Theodore siente algo por mí? Dulce Merlín, no. Somos amigos. Solo amigos, —lo miró Hermione boquiabierta.

The Eagle's Nest - Dramione (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora