51. Una cena entre mejores amigos

80 21 8
                                    

La mañana que su amor de años por su mejor amigo fue rechazado y cruelmente cuestionado, Martín no lo tomó muy bien. Él era una persona demasiado sensible cuando se trataba de las personas que quería, por tanto, todo ese día no probó alimento alguno más que botellas de licor.

Al día siguiente, amaneció con una resaca terrible, y no se encontraba nadie allí para atenderlo, siendo que quien comúnmente lo hacía ahora lo había abandonado dejándole el corazón roto.

Horas después, trató de comunicarse con Miguel, marcándole y enviándole mensajes pero éste no contestaba; pensando que pudo haber ido a la casa de Pedro, también le marcó y envió mensajes, no obstante, del mismo modo, tampoco contestó.

Muy a pesar de lo dolido que se sentía, debía resolver ese asunto con Miguel, así como también debía entregarle sus cosas que dejó en su casa. Pero ese día ni el siguiente obtuvo respuesta.

El miércoles en la tarde, por primera vez tuvo un vistazo de las respuestas que buscaba, pero ésta solo vino por parte de Pedro, quien le confirmó que Miguel se quedaba en su casa, y que lo invitaba a cenar el Viernes en la noche, porque también quería hablarle de algo.

Martín se sintió un poco incómodo por recibir esa información por parte de Pedro y no de Miguel, pero era algo y no lo iba a desaprovechar. Así también tuvo en mente, que probablemente Miguel le haya contado lo que sucedió al mexicano, así que de igual manera, le debía explicaciones a él; después de todo, Pedro era el mejor amigo de Emily, y claramente no lo tomaría a bien, quizás y muy probablemente, Martín reciba una golpiza en esa cena, y se lo merecía. No era su intención que a raíz de sus sentimientos lastimara a Emily, pero lo hizo. Pedro tenía todo su derecho de golpearlo y gritarle.

Sin embargo, muy por el contrario a lo que se esperaba, cuando llegó la noche del Viernes, al estar de pie en la entrada, esperando porque le abran la puerta, la vista que recibió lo desconcertó al instante.

— H-Hola...

La sonrisa inicial que pretendía mantener esa noche, se atenuó al bajar la mirada hacia las manos entrelazadas de sus mejores amigos.

La sonrisa inicial que pretendía mantener esa noche, se atenuó al bajar la mirada hacia las manos entrelazadas de sus mejores amigos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los orbes esmeraldas parecían sorprendidos todo el corto tiempo que estuvo allí desde que se presentó.

Esperaba en la mesa sentado, observando como Pedro y Miguel trabajaban conjuntamente en poner la mesa, servir la cena y el refresco para los tres. Se veían contentos, casi como si fuera un ambiente amoroso.

Su respiración se agitó ligeramente, revolviendo su estómago, que incluso aunque la cena fuera "tacos al pastor", no se le apetecía en absoluto.

— Ustedes... ¿Por qué?

Señaló con la mirada a aquellas manos unidas que mantenían al sentarse juntos, así también como por el comportamiento extraño que realizaron desde que llegó. Su corazón saltaba contra su pecho de manera punzante.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: 7 days ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Te odio pero te amo || MexPer ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora