6.

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PDV Emily

Acababa de tener el sueño más extraño de mi vida e intentaba borrarlo de mi mente como si nunca hubiera estado entre mis almohadas, me encaminé a la cocina en busca de un grande vaso con agua. Marissa estaba preparando el desayuno, Adam estaba poniendo esas gotas verdes en su agua como cualquier otro día que lo veía, y Drew estaba sonriéndome, aún no terminaba de agradecerle lo qué hizo por mí y la molestia que había causado.

―Buenos días, Emily.

―Bueno días, linda.

―Vaya siesta que te tomaste.

Tres voces al mismo tiempo no era la mejor forma de iniciar mi cerebro en la mañana.

―Buenos días― sonreí y me acerqué a la nevera.

Tomé una botella de agua y una manzana, como usualmente lo hacía estando en casa; extrañaba esos días en los que simplemente tomaba una manzana y me sentaba a respirar el olor de la tierra húmeda y la madera.

― ¿Puedo salir a correr? ―miré a Adam y antes de que dijera algo agregué― claro... Alguien tiene que acompañarme.

― ¿Correr? No le veo por qué no.― Adam comenzó a beber de su agua verde― Drew, acompáñala, no más de una hora.

―Claro, ¿desayunarás después, Ems?

Asentí.

―Si después vas a leer, asegúrate de acomodar los libros, ya sabes cómo van―Adam se levantó de su lugar, dejando ver su atuendo.

― ¿Va a salir?

― ¿Eres mi madre? ― abrí la boca para corregirme pero él sonrió―. Volveré después, intenta descansar.

Tomó las llaves que estaban frente a mi junto con su teléfono, se detuvo un largo segundo observándome directamente a los ojos, susurró un "hueles bien". y salió aún con la misma sonrisa de antes.

(...)

―De-de-tente― Drew se tiró al suelo jadeando.

―Dijiste que correrías tanto como yo― tomé la botella de agua y la tiré en su dirección.

El día era soleado, ninguno como el día de hoy había sido así, Drew tomaba agua con desesperación y se detenía a respirar nuevamente cada vuelta que dábamos al jardín de Adam.

―No sabía que eras tan buena...

Me senté a su lado y froté su cabello de manera amistosa; rio por lo bajo mientras retiraba mi mano con un pequeño manotazo.

―Hay cosas sorprendentes en mí, que no te engañe mi tamaño, soy un combo de cosas, además, después de tanta comida y vitaminas que me ha dado Marissa claramente iba a tener más energía que antes, ¿no?

― ¿Ah sí? ¿Cómo cuáles cosas sorprendentes te han dado esas vitaminas? ―preguntó sentándose en el pasto― ¿vuelas o algo?

―No, soy buena cocinando, peleando, rompiendo seguros―enarcó una ceja― mi papá y un antiguo novio me enseñaron un poco de todo.

―Pelea conmigo, si me ganas tendré que reconsiderar la razón por la que me contrató mi estimado jefe.

― ¿Es un reto?

Drew extendió su mano―Tómalo como una forma de entretenerte para evitar que quieras escapar de aquí, además, me das una excusa para pedirle a Adam que puedas salir a pasear fuera de aquí; si tú ganas te compro una pizza de donde más quieras.

―Sí yo gano, me comprarás un libro.

―Adam tiene una biblioteca entera.

―Un libro que sea para mí, de ti, sólo para mí.

ADAM - en edición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora