9.

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EMILY'S POV

― ¿Así qué esto es lo que escogiste para una cita con Drew? ― preguntó Adam mientras yo tomaba una rebanada de pizza de la base de metal―, no puedo creer que me hayas hecho venir hasta acá.

Miré a mi entorno. Había poca gente; y al parecer Adam se sentía tranquilo con ese hecho.

―Admítelo, es delicioso― mordí mi rebanada.

―Claro... ― Adam picó la rebanada de pizza con un palillo―, es una tortilla de harina gruesa con salsa y queso como cualquier otra, ¿qué tiene de...

Lo detuve a media frase metiendo una porción de pizza a su boca. Adam enfocó sus ojos como platos sobre mi cara antes de toser un poco. Tomó una servilleta y al terminar de limpiarse, me fulminó con la mirada.

―Esta me la pagas― achicó los ojos―, te traje por pizza, y me agradeces atragantándome.

Sonreí inocentemente.

― ¿Y le gustó la pizza, señor Adam?

Adam se reclinó en su asiento y cruzando los brazos en el pecho, asintió, tenía media sonrisa en los labios, y sorpresivamente me estaba poniendo nerviosa estar con él.

―No estuvo tan mal, sabe un poco distinta a cómo la recordaba... Pero es buena.

El mesero que nos había atendido al inicio, se acercó y aclarándose la garganta, preguntó:

― ¿Quisieran algo más?

Negué con la cabeza y miré a Adam esperando una respuesta suya.

―Pues supongo que no― mire al mesero de nuevo, y con un movimiento casi imperceptible, me pasó un papelito azul doblado por la mitad.

¿Un número telefónico? El chico me guiñó y se fue, debo admitir que no era feo... era lindo, y bastante, no como Drew, o Adam.

― ¿Qué fue ese guiñó?

Tomé otra rebanada de pizza y la metí en mi boca, Adam rodó los ojos, y sin embargo tomó una rebanada, limpió la comisura de sus labios y apuntando con su pulgar al mesero, habló.

―Déjame ver si ya procesé esto bien, ¿el mesero te coqueteó?

―Algo así― sentía mis mejillas arder.

―Bueno, pues es que eres guapa Emily, ¿por qué no habría de coquetearte?

Un calor inundó mis mejillas al momento en que Adam sonreía con satisfacción por la consecuencia de su comentario. Extrañamente me sentía bien con esta conversación después de casi un mes de estar viviendo en su casa.

(...)

Adam sujetó con fuerza el periódico antes de aventarlo en mi dirección, había logrado molestarlo después de regresar de comer pizza con un simple comentario.

―Buenas tardes para ustedes también.

Me levanté de mi asiento y me acerqué a Drew con los brazos abiertos, inmediatamente me abrazó.

― ¡Eh! ¡Nada de cariño en esta cocina!

―Mamá se ha puesto mal.―pronunció Drew después de jalarme al pasillo principal de la casa.

Me detuve en seco, sin embargo, Drew continúo caminando.

―Se ha desmayado, me han dicho muy poco en el hospital, pero, dicen que es porque no ha estado comiendo lo suficiente― tomó más aire―, creo que ha estado alimentando de más a mi hermana, y no se ha preocupado por ella misma.

ADAM - en edición.Where stories live. Discover now