16.

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«Dilo ya».

―Quería disculparme por lo de hace un rato, no debí entrar sin tocar― dije sin dejar de ver la carretera―, y no debí hacer esa pregunta tampoco.

― ¿Sobre las cicatrices? Oh, no deberías preocuparte por eso, no las hizo Garden, no todas.

― ¿No? ¿Entonces cómo pasó? ― estacioné el auto― No necesitas responder, sólo es curiosidad.

―Es una historia muy divertida y completamente estúpida― me giré hacia los asientos de atrás y tomé el suéter de Emily y el mío―, ¿quieres oírla?

―Claro, ¿qué más puedo hacer después de que yo te pedí que me la contarás?

― Que lindo eres Adam― le sonreí falsamente y le agradecí― tenía como 14 años, y como toda chica estúpida se me ocurrió subir a un árbol con mi primer novio, porque queríamos que nuestro primer beso fuera épico,― reí con fuerza― oh basta, no diré más.

―No, no, adelante miss Beso Épico.

―Bueno, yo quería que mi primer beso fuera para recordar, no soy como tú.

―Para tu información, mi primer beso fue fantástico, ahora prosigue.

Emily lo dudó un momento y después tirando de su suéter hacia ella dijo:

―No me sostuve bien a una rama y me caí, para mi suerte el pasto alrededor del árbol estaba lleno de vidrios rotos y piedras extrañamente afiladas. Fin.

Y reí. De la forma más sonora comencé a reír y Emily salió del auto. Salí tras ella y le tendí el abrigo.

―Debía adivinar que te reirías― Emily se puso el suéter y miró alrededor―¿dónde estamos?

―En mi lugar favorito, vamos― me dirigí hacia las puertas de cristal que tenía la cafetería y esperé a que Emily llegara― muévete, no soy caballeroso todos los días.

Emily entró sonriendo. En cambio me dirigí a la barra y la mujer detrás de ésta sonrió de la forma más linda posible.

―¿Acaso este hombre apuesto es el mismo joven que venía todos los días después de la preparatoria?

―El mismo, ¿podrías darme dos cafés con caramelo y leche? De esos que odiabas que tomara.

―Los viejos hábitos no se pierden ¿verdad?

―Jamás. Estaré en la mesa de siempre― me alejé de ella y vi que Emily estaba de pie esperándome.

―Vamos a sentarnos acá, castaña.

Cuando estuvimos sentados, Emily me miró con los ojos entrecerrados.

― ¿Cómo fue tu primer beso?

― ¿Te das cuenta que está conversación es de chicos de 16 años?

―Pues parecía que mi historia sobre mi primer beso había sido decepcionante, así qué, ¿cómo fue?

Nora dejo los cafés en nuestra mesa y después de mirar a Emily dirigió su mirada hacia mí y murmuró un "suertudo".

―Tenía como 15 años, cuando por fin mis padres me dejaron entrar a una preparatoria mixta, y dejaron a lado las clases particulares y todo eso, conocí a una chica bastante linda que con el tiempo se convirtió en mi amiga― Emily bebió de su café y puso toda su atención en mí― un día tuvimos un proyecto juntos, y la invité a mi casa, fue el momento más incómodo de la vida.

― ¿Tu madre los vio besarse?

―Mi hermana, realmente―sonreí nostálgico al recordar ese día―, estuvo molestándome con decirle a mamá que había besado a esa chica, y como todo buen hermano que era, le pague con chocolatinas para que se callara.

ADAM - en edición.Where stories live. Discover now